Nada en La Jornada, El Excélsior, Mural, El Informador y El Financiero.

 

 

Las telecomunicaciones y la propuesta del PRD

El Universal

Gabriel Sosa

2 de noviembre de 2013

 

 

Los medios en el efecto del periodismo ciudadano… Gracias Milenio Blogs

Milenio

Erik Vargas

31 de octubre de 2013

 

Aun sigo escuchando a colegas de profesión, negarse a tener redes sociales porque son ‘mamadas’, pese que hoy por hoy, éstas, hayan cambiado la formaAun sigo escuchando a colegas de profesión, negarse a tener redes sociales porque son ‘mamadas’, pese que hoy por hoy, éstas, hayan cambiado la forma de la comunicación.

 

Es cierto, la red social es eso, una forma de interacción ilimitada, entre conocidos y anónimos, pero es, un caudal exquisito de ideas, de tendencias, de asuntos globales, de mercadotecnia, de extremismo, de egos, de comicidad, de vanalidades, vaya, de mundo.

 

Así que aquél que piensa que tener Facebook solo expondrá su matrimonio, no ha conocido el alcance de las redes: cambiaron la manera de divulgar, formar, forjar, difundir información, y por ende, hacer periodismo.

 

Históricamente los medios de comunicación se autolimitan por creencia o por negocio, porque finalmente, eso son, negocio, y el algún momento pueden ser factor para que la credibilidad quede expuesta, ya sea por la tendencia comercial o por la línea editorial, sin embargo, hoy su límite está basado en el periodismo ciudadano.

 

El flujo de información no oficial, obliga al periodismo a hacer su versión oficial.

 

Plataformas como wordpress, Twitter, Flicker, Facebook, YouTube, han estructura del nacimiento del periodismo ciudadano, del que ya he hablado en otra ocasión, y que a su vez, ha rige el movimiento del periodismo formal.

 

La escuadra roja del norte de México, es una muestra. Estados como Tamaulipas, Nuevo León o Coahuila, tuvieron que manejar la información no oficial de la cruenta lucha del crimen organizado, ya no con las instituciones sino con la sociedad, por medio de las redes.

 

Accidentes famosos, han sido narrados por redes sociales, declaraciones digitales han sido nota del día y movimientos de insurgencia han tenido su plataforma en el poderoso subconsciente digital, tan solo recordemos el sobre valorado, sobre expuesto y sobre planeado, #YoSoy132.

 

En este paso, donde quienes ejercemos todos los días el periodismo, desde la trinchera que nos toca, reportero, periodista, editorialista, editores, fotoperiodistas, etc., hemos creado una afinidad por el medio de difusión personalizado, ajeno o aparte del medio oficial, y también dentro del sistema formal.

 

Ahora, es tan limitante y forma parte de la percepción colectiva, de la opinión pública hacia un personaje, la falta de afinidad de un gobernante, por ejemplo, a una red social. Igual de limitante será para un periodista, no estar dentro del mundo tan hiperactivo y proactivo, de éstas mismas.

 

Sigo siendo un aprendiz de estas tendencias, fanatizado por la sobrevaloración de algunos y la subvaloración de otros, por los efectos que crea, por sus reacciones, por la necesidad o animadversión a ellas y porque el resultado finalmente habla de la tendencia y el sentimiento global o personal, la identidad de una sociedad, o los intereses de alguien (es) que existan en ese momento.

 

Mientras tanto, hoy me alejo, espero provisionalmente, de una, la que MILENIO, quienes me dieron la oportunidad de intentar dentro de la empresa, y exponer de manera libre, lo que mi profesión como reportero no me permite.

 

El blog es exponencialmente una de las redes sociales más enriquecedoras, y en países, sumergidos en conflictos sociales, han sido vínculo de ideas y movimientos, una forma de periodismo ciudadano, pero de tal fuerza que tuvo que hacerse formal.

 

Y algunos ahí seguimos, exponiéndonos. En mi caso, siempre he tratado de mantenerme imparcial, pero firme en cada una de mis letras, incluso de aquellas que se salieron del motivo de este espacio, la vida de un reportero y su fascinación en la vida, las historias y las redes sociales, y que algunos vez plasmó también, el sentimiento del momento, como fue la música.

 

MILENIO pondrá en Stand by la sección de blogueros en su sitio web, antes de relanzar este espacio, bajo otros estándares.

 

Bien, de alguna manera, espero que esto sea un punto y coma, mientras tanto sigo por ahí, en alguna red social. de la comunicación.

 

Es cierto, la red social es eso, una forma de interacción ilimitada, entre conocidos y anónimos, pero es, un caudal exquisito de ideas, de tendencias, de asuntos globales, de mercadotecnia, de extremismo, de egos, de comicidad, de vanalidades, vaya, de mundo.

 

Así que aquél que piensa que tener Facebook solo expondrá su matrimonio, no ha conocido el alcance de las redes: cambiaron la manera de divulgar, formar, forjar, difundir información, y por ende, hacer periodismo.

 

Históricamente los medios de comunicación se autolimitan por creencia o por negocio, porque finalmente, eso son, negocio, y el algún momento pueden ser factor para que la credibilidad quede expuesta, ya sea por la tendencia comercial o por la línea editorial, sin embargo, hoy su límite está basado en el periodismo ciudadano.

 

El flujo de información no oficial, obliga al periodismo a hacer su versión oficial.

 

Plataformas como wordpress, Twitter, Flicker, Facebook, YouTube, han estructura del nacimiento del periodismo ciudadano, del que ya he hablado en otra ocasión, y que a su vez, ha rige el movimiento del periodismo formal.

 

La escuadra roja del norte de México, es una muestra. Estados como Tamaulipas, Nuevo León o Coahuila, tuvieron que manejar la información no oficial de la cruenta lucha del crimen organizado, ya no con las instituciones sino con la sociedad, por medio de las redes.

 

Accidentes famosos, han sido narrados por redes sociales, declaraciones digitales han sido nota del día y movimientos de insurgencia han tenido su plataforma en el poderoso subconsciente digital, tan solo recordemos el sobre valorado, sobre expuesto y sobre planeado, #YoSoy132.

 

En este paso, donde quienes ejercemos todos los días el periodismo, desde la trinchera que nos toca, reportero, periodista, editorialista, editores, fotoperiodistas, etc., hemos creado una afinidad por el medio de difusión personalizado, ajeno o aparte del medio oficial, y también dentro del sistema formal.

 

Ahora, es tan limitante y forma parte de la percepción colectiva, de la opinión pública hacia un personaje, la falta de afinidad de un gobernante, por ejemplo, a una red social. Igual de limitante será para un periodista, no estar dentro del mundo tan hiperactivo y proactivo, de éstas mismas.

 

Sigo siendo un aprendiz de estas tendencias, fanatizado por la sobrevaloración de algunos y la subvaloración de otros, por los efectos que crea, por sus reacciones, por la necesidad o animadversión a ellas y porque el resultado finalmente habla de la tendencia y el sentimiento global o personal, la identidad de una sociedad, o los intereses de alguien (es) que existan en ese momento.

 

Mientras tanto, hoy me alejo, espero provisionalmente, de una, la que MILENIO, quienes me dieron la oportunidad de intentar dentro de la empresa, y exponer de manera libre, lo que mi profesión como reportero no me permite.

 

El blog es exponencialmente una de las redes sociales más enriquecedoras, y en países, sumergidos en conflictos sociales, han sido vínculo de ideas y movimientos, una forma de periodismo ciudadano, pero de tal fuerza que tuvo que hacerse formal.

 

Y algunos ahí seguimos, exponiéndonos. En mi caso, siempre he tratado de mantenerme imparcial, pero firme en cada una de mis letras, incluso de aquellas que se salieron del motivo de este espacio, la vida de un reportero y su fascinación en la vida, las historias y las redes sociales, y que algunos vez plasmó también, el sentimiento del momento, como fue la música.

 

MILENIO pondrá en Stand by la sección de blogueros en su sitio web, antes de relanzar este espacio, bajo otros estándares.

 

Bien, de alguna manera, espero que esto sea un punto y coma, mientras tanto sigo por ahí, en alguna red social.