Por Grupo Reforma
Los clientes de Elektra y TV Azteca ahora pueden ver hasta 10 canales más en su televisión con películas, telenovelas y deportes. Hasta aquí, todo parece una ventaja para el consumidor.
Sin embargo, para hacerlo posible, la empresa se brincó el estado de derecho, rompió la equidad en las telecomunicaciones y, de acuerdo con especialistas, cae en prácticas ilegales no permitidas en su concesión.
Desde febrero de este año, la televisora del Ajusco ofrece públicamente un servicio de televisión restringida denominado Hi-TV, que ofrece 10 canales adicionales, sin tener autorización para ello. Las señales se reciben a través de una caja decodificadora que se conecta a la antena y a la televisión.
A partir de 2004, se asignó en “préstamo” a cada concesionario de la televisión abierta un canal “espejo” para iniciar la transición hacia la televisión digital, la cual va a concluir en 2021.
A través de estas frecuencias, los concesionarios podrían hacer pruebas y transmitir simultáneamente la misma programación que en sus canales analógicos.
Sin embargo, no se autorizó a transmitir otros canales de televisión, diferentes a los propios en televisión abierta.
El acuerdo establece que sólo se pueden ofrecer servicios diferentes a la transmisión de la señal de televisión abierta si la autoridad así lo permite, cosa que no ha sucedido en el caso de TV Azteca.
Gabriel Sosa Plata, académico de la UAM y especialista en medios de comunicación, señala que el acuerdo decreta claramente que las televisoras deben transmitir a través de la señal digital que recibieron en préstamo del Gobierno únicamente la programación de sus canales abiertos hasta que se concluya la transición hacia el nuevo sistema digital.
“El ‘multiplexeo’ (la transmisión de varias señales en un solo canal digital) es una violación del título de concesión”, asegura. “Estos decodificadores (los de Hi-TV) claro que no están avalados por la Cofetel ni por ninguna autoridad que tuviera que ver con la regulación de estos equipos”.
Ramiro Tovar, experto en temas regulatorios del ITAM, señala que, aunque todas las televisoras están transmitiendo señal digital, “el punto es si esa caja (el decodificador) está haciendo las veces de receptor de señal restringida, para lo cual debería tener una licencia”.
Para dar este nuevo servicio de televisión restringida, Azteca emplea las frecuencias adicionales que le prestó el Gobierno en 2004 y que eran exclusivamente para preparar la transición de la televisión analógica a la digital, que habrá de concluirse en 2021.
En el nuevo sistema Hi-TV, que se comercializa sólo a través de Elektra, además de toda la programación de TV Azteca, se ofrecen los canales de Televisa y otros de carácter restringido, incluso algunos extranjeros, entre ellos, Pelimanía, Neox, V-Me, Fight, Pambol, Frizbee, Rumba y un canal de eventos especiales.
El precio del equipo decodificador es de mil 999 pesos o 55 pesos a la semana por un año y sólo requiere conectarse a la antena aérea y a la televisión.
Hi-TV cuenta con una página de internet en la que se acredita como una unidad de negocios de Salinas Digital Video y como parte de Grupo Salinas.
Aunque la Suprema Corte de Justicia invalidó los artículos 28 y 28-A de la reformada Ley Federal de Radio y Televisión (la llamada “Ley Televisa”), imposibilitando que los concesionarios de radio y televisión pudieran utilizar libremente sus frecuencias para ofrecer otros servicios, Televisión Azteca ha ignorado esta decisión y optado por recurrir a los tribunales para confrontarse con la autoridad.
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