El dictamen de reformas a la Ley de Inversión Extranjera fue presentado en primera lectura en la sesión de ayer, y será discutido el próximo martes, luego de casi año y medio de que fue promovido por legisladores del PRI, Convergencia y Nueva Alianza.
Desde su presentación generó polémica, debido a que previamente fue cabildeada por Francisco Gil Díaz, ex Secretario de Hacienda y ahora presidente del Consejo de Administración de la española Telefónica.
De acuerdo con el dictamen de la Comisión de Economía, el objetivo de las reformas a los artículos 7 y 8 de la Ley de Inversión Extranjera es establecer mejores condiciones de competitividad en el mercado.
También se justifica la reforma al señalar que el régimen de inversión aplicable al sector de la telefonía se ha traducido en una baja penetración de los servicios, altos niveles tarifarios y en algunos casos baja calidad.
La reforma prevé abrir por completo la participación de la inversión extranjera en las empresas que prestan servicios de telefonía fija, que hoy tiene la limitante de 49 por ciento.
“En la legislación vigente está permitida la participación de la inversión extranjera directa, lo que se pretende es permitir que dicha inversión participe en un porcentaje mayor al que se encuentra limitada actualmente.
“No se busca abrir a la inversión extranjera ninguna nueva actividad, sino únicamente permitir su incremento en actividades en las que ya participa, dadas las necesidades de infraestructura y de inyección de capital existentes”, explica el documento.
El dictamen refiere que la Comisión Federal de Competencia y el Instituto Mexicano para la Competitividad dieron su aval a la reforma.
En la reunión de la bancada del PRI, los diputados Carlos Rojas y Gustavo Cárdenas advirtieron sobre los riesgos de la reforma, que podría beneficiar a empresas extranjeras sin cuidar a las mexicanas.
Mientras que Eduardo Sánchez y Enrique Serrano defendieron la reforma, con el argumento de que generará más competitividad.
El coordinador de la bancada, Emilio Gamboa, reconoció que se trata de un tema delicado, pero no se pronunció en contra.
Por la tarde, Mauricio Ortiz y Yerico Abramo, también priistas, trataron de convencer al diputado Juan Guerra, del PRD, para que su fracción vote en favor de la reforma.
“Dudo que (la) apoyemos, todo está hecho para beneficiar a Telefónica de Gil Díaz. Huelo mucha corrupción detrás de esto, lo tienen todo arreglado”, dijo el perredista antes de terminar la sesión de ayer.