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030920LCAVAnimalPolítico
Ciencia y salud
1.5 millones de personas dejaron de ser atendidas en hospitales públicos del país por la pandemia
Medio: Animal Político
Fecha: 02/09/2020
Actor principal: Pacientes de hospitales públicos
Tipo de actor: Ciudadanía
Fuentes: 8
Al menos un millón 500 mil personas con distintos padecimientos como cáncer, hipertensión o diabetes no tuvieron atención hospitalaria y de urgencias en México durante el primer semestre de 2020, sobre todo a partir de abril, cuando comenzó la pandemia por coronavirus en el país.
Datos de la Secretaría de Salud muestran que hasta junio de este año hubo 320 mil hospitalizaciones menos en las unidades de salud pública en comparación con el mismo periodo de 2019; mientras que las atenciones en urgencias se redujeron en un millón 293 mil, según información preliminar.
Expertos y autoridades consultadas por Animal Político señalan distintos factores, como que las personas no acuden a hospitales por miedo a contagiarse, o la dificultad de encontrar alguno si el que les corresponde sólo se enfoca en atención a COVID.
Pero también por la decisión del Consejo Nacional de Salud, integrado por la Secretaría de Salud Federal, esa instancia en cada estado, y los titulares del IMSS, ISSSTE, las Secretarías de la Defensa Nacional, la Marina y el DIF, de reconvertir hospitales para dedicarse solo a la atención de pacientes contagiados por COVID.
Ésta es la segunda de tres entregas de la investigación de Animal Político que identifica el impacto de la pandemia. La primera documentó que entre abril y julio ocurrieron 130 mil fallecimientos más que en ese mismo periodo de 2019, aunque sólo la tercera parte tienen la confirmación de contagio y del resto no se conoce la causa de muerte.
Para tratar de identificar los factores que han provocado los decesos, Animal Político revisó las fuentes públicas de información de la Secretaría de Salud para detectar si existe diferencia en los registros de atención hospitalaria y de urgencias de 2019 con los de 2020.
Con esos datos, Juan Pablo Díaz y Alonso Santaella, expertos en bioestadística de la Universidad de Toronto, hicieron estimaciones matemáticas para determinar cuántos mexicanos no tuvieron atención médica, y el resultado es que un millón 591 mil personas —con un intervalo de predicción del 90%— no pudieron hospitalizarse o recibir una consulta en urgencias. En promedio, 4 de cada 10 personas que en circunstancias normales no se hubieran quedado sin atención médica.
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A eso se suma que, ante la falta de atención, tampoco se ha hecho el diagnóstico de miles de nuevos casos de enfermedades que van desde VIH, tumores, depresión hasta desnutrición o infecciones urinarias. Lo que se abordará en una tercera entrega.
El exceso de mortalidad, la falta de diagnóstico y de atención hospitalaria son el impacto de la pandemia, pero también de una mala política de salud, explicó en entrevista Malaquías López-Cervantes, epidemiólogo y académico del departamento de Salud Pública de la UNAM. “Hacer la reconversión de los hospitales y dejar de atender gente no es efecto de la pandemia, es la falta de aptitud de la gente que tomó esas decisiones. Esa sí es una decisión”, dijo.
Las cifras oficiales sobre la falta de atención
Los datos preliminares de la Secretaría de Salud muestran que en el primer semestre de 2020 se registraron 748 mil 52 personas hospitalizadas en las unidades médicas públicas de 26 estados del país. La información de seis entidades no se incluyó por no presentar datos actualizados a junio.
En comparación con el mismo periodo del año pasado, en el que se registraron 1 millón 67 mil 426 hospitalizaciones, hay una reducción de 30%. Estados como Jalisco, Baja California Sur o Chiapas presentan bajas más amplias, aunque el fenómeno se repite en todos los estados.
Gráfico: Jesús Santamaría
La secuencia mensual de los datos confirma que la disminución en los ingresos a hospitales del país coincide con la presencia y crecimiento de la pandemia. Por ejemplo, mientras de enero a marzo la cifra de hospitalizados por complicaciones de diabetes se mantuvo arriba de 4 mil personas, de forma similar a 2019, en abril las hospitalizaciones se redujeron a 2 mil 500 y a partir de entonces no han dejado de seguir a la baja.
Gráfico: Jesús Santamaría
Otro informe oficial publicado por el Sistema de Vigilancia Epidemiológica Hospitalaria de Diabetes tipo 2, y que mide con el modelo centinela a los enfermos con diabetes hospitalizados, señala que el primer semestre del año cerró con 8 mil 992 en 152 hospitales. Un desplome del 49% respecto al mismo periodo del año pasado.
Lo mismo sucede con la atención en Urgencias. La Secretaría de Salud registró la reducción de 36% en este tipo de atención en 27 entidades durante el primer semestre de 2020. Bajaron de 3 millones 880 mil 958 a 2 millones 485 mil 54. Estados como Oaxaca, Morelos, Jalisco y Baja California presentan las mayores reducciones.
Gráfico: Jesús Santamaría
Hay otros tipos de tratamientos que también dejaron de ocurrir en los hospitales públicos. Por ejemplo, las quimioterapias y otros métodos relacionados al cáncer de mama y útero en comparación con 2019 tuvieron una baja de 51%.
Incluso se han registrado disminuciones en análisis de laboratorios como los que se practican en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (INDRE) de la Secretaría de Salud, que cayeron a la mitad a partir de abril, y al cierre del primer semestre ya a un 53%.
Gráfico: Jesús Santamaría
Los datos abiertos de la Secretaría de Salud no incluyen IMSS o ISSSTE, pero en el anexo estadístico del Segundo Informe de Gobierno se publicaron cifras que también confirman caídas significativas en la atención hospitalaria de esas instituciones.
Por ejemplo, el ISSSTE reportó de enero a junio de este año, 46 mil 215 hospitalizaciones en sus áreas de atención especializada, un promedio de 256 pacientes hospitalizados al día, en comparación con el promedio de 381 diarios de 2019.
Y respecto a las consultas de urgencias, en el primer semestre de este año hubo 262 mil 643. Se trata, en promedio, de 500 atenciones menos por día respecto a 2019, cuando la cifra era de 2 mil 26 urgencias diarias.
En cuanto al IMSS, la información se reporta en tasas por cada 1,000 derechohabientes. Según su estadística, al cierre de abril la cifra era de 9.8 hospitalizaciones en sus centros de segundo nivel. Aún cuando ese promedio se mantuviera el resto del año —lo que parece poco probable porque la crisis de la pandemia se profundizó en mayo y junio—, este 2020 cerraría con una tasa inferior a 30 hospitalizaciones, mientras que la de 2019 fue de 34.
Sobre las consultas de especialidad, con las que se da seguimiento a padecimientos ya diagnosticados que pueden derivar en cirugías, se reportó un registro al cierre de mayo de 77 consultas por cada 1,000 derechohabientes. Dividido por mes, sería una tasa de 15.4 consultas, debajo de la tasa mensual de 2019 que era de 23.4 consultas de este tipo.
Los datos del Segundo Informe de Gobierno también indican que 2020 podría cerrar con 3 millones 205 mil intervenciones quirúrgicas, la cifra más baja de los últimos cinco años y que representa 15 mil menos que las del año pasado.
Consecuencias de la reconversión hospitalaria
Animal Político solicitó a la Secretaría de Salud federal su versión sobre la caída en el seguimiento y atención, pero no hubo respuesta. Sobre las entidades con más descenso en atención hospitalaria, Jalisco tampoco contestó, la Ciudad de México dijo que respondería en entrevista este viernes 4 de septiembre. Guerrero y Oaxaca sí lo explicaron.
El secretario de Salud de Guerrero, Carlos de la Peña Pintos, confirmó la disminución en las atenciones hospitalarias y señaló, como primer elemento de ello, la decisión tomada en los estados por recomendación del Consejo Nacional de Salud de reconvertir total o parcialmente los hospitales para atender COVID y limitar la atención de otros padecimientos para prevenir contagios. A nivel nacional, más de 900 centros de salud fueron reconvertidos.
En Guerrero, reconoce el secretario, esto se tradujo en la cancelación de todas las cirugías programadas y del 55% de los servicios de consulta de especialidad. Solo se privilegió la atención de cuadros y urgencias de gravedad. Todo ello para prevenir contagios y dirigir más recursos humanos y materiales a la atención de COVID.
De la Peña dijo que servicios como quimioterapias o diálisis no se suspendieron, pero reconoció que mucha gente también dejó de asistir a los hospitales y a recibir algún tratamiento por miedo a contagiarse. Incluso personas posiblemente enfermas con COVID, señala, prefirieron permanecer en sus casas. “Al final llegaban al hospital ya muy graves y morían y otros han perdido la vida en sus casas”, dijo.
El secretario de Salud explicó que en Guerrero no han detectado pacientes que hayan fallecido porque no fueron al hospital o no recibieron seguimiento de una diabetes o un problema de riñón.
En Oaxaca, en cambio, sí ha ocurrido, como lo reconoce Juan Carlos Márquez Heine, Subdirector General de los Servicios de Salud de Oaxaca.
“Sí comenzamos a ver un número de muertes relacionadas con infartos, o por descontrol metabólico, o por patologías propias de obesidad por lo que te comentaba: la gente no sale y entonces se dejan de tomar el medicamento (…) nosotros comenzamos a ver este aumento en el número de decesos, pero más que la desatención es que la gente dejó de acudir a las unidades médicas, sobretodo por miedo”, dijo el funcionario.
Márquez Heine comentó que, además de la ya mencionada reconversión hospitalaria, se tuvo que hacer una reingeniería del personal disponible debido a que una proporción de ellos dejaron de trabajar por ser población de riesgo ante COVID.
Justamente, ese es otro de los factores relevantes: el personal médico. El gobierno federal advirtió la carencia de 240 mil trabajadores de la salud al iniciar esta administración. Con la pandemia, además, se requerían especialistas como neumólogos o enfermeras de terapia intensiva, quienes además de cumplir con el nivel académico, requieren de entrenamiento de meses para atender este tipo de pacientes u operar ventiladores, por ejemplo.
Como parte de la estrategia contra la pandemia, el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) comenzó la contratación de personal, que hasta el 1 de julio sumaba 50 mil, según informó el subsecretario de Salud, Hugo López Gatell.
A ello se suma que personal de salud con algún factor de riesgo como padecer obesidad, hipertensión, diabetes o afecciones cardiacas fueron retirados de sus puesto de trabajo para evitar contagio por COVID. Y que al menos 97 mil trabajadores de la salud resultaron contagiados hasta el 23 de agosto.
“Obviamente nos baja la productividad y si hay muchas enfermedades que se comienzan a relegar. A lo mejor yo tenía una hernia que no tenía mayor complicación, pero la cirugía estaba programada para mediados de julio pues ni modo, se pospone. Y pues con eso baja la carga hospitalaria”, señaló Márquez Heine.
Sistema de salud rebasado
Expertos consultados por Animal Político coincidieron en que las cifras sobre menos atención hospitalaria reflejan un sistema de salud desbordado.
El doctor e investigador Alejandro Macías, quien lideró la estrategia contra la pandemia de influenza en 2009 en México, señaló que la caída en la atención y hospitalización de diversos padecimientos también ocurrió con la crisis del virus H1N1, situación que es resultado de deficiencias sistémicas que acarrea el sistema de salud en el país.
“(En 2009) se tuvieron que detener las consultas convencionales y los hospitales perdieron la atención y la programación de los procedimientos quirúrgicos habituales y todo eso se tuvo que retomar, pero en aquella ocasión tomó alrededor de 3 a 6 meses volver a tomar cierta normalidad. Lo de aquí va a tomar años (…) El esfuerzo ahora ha sido extraordinario considerando lo maltrecho que estaba el sistema de salud mexicano”, señaló.
Aunque el gobierno federal insiste en que consiguió que el sistema de hospitales no colapse, Xavier Tello, analista en políticas de salud, advierte que eso depende de como se mire.
“Hay estados que calcula que se van a requerir al menos dos años tan solo para sacar adelante las cirugías que se han tenido que reprogramar como no urgentes (…) lo que yo veo es un sistema de salud rebasado cuando a una señora a la que le tenían que operar una cadera no se le pudo hacer”, dijo Tello.
El especialista también cuestionó que se presuma como un éxito el contar con espacios disponibles en hospitales. “De nada sirve una cama con un ventilador si no hay alguien preparado para usarlo, y de eso también hay un déficit”, añadió.
El epidemiólogo y académico del departamento de Salud Pública de la UNAM, Malaquías López-Cervantes, coincidió con Tello en el sentido de considerar que el sistema de salud está rebasado, y cuestionó que oficialmente se haya construido una imagen de éxito por tener camas para atención de COVID, a costa de dejar a cientos de miles sin tratamiento.
“No se puede decir voy a ganar tres puntos atendiendo a este y voy a perder 30 dejando de atender a todos. La gente que recibía atención era porque necesita recibir atención y el sistema de salud mexicano es muy malo porque está basado en hospitales. Es ahí donde se detectan las enfermedades, Y si necesitan hospital y no hay hospital, es pésimo. Esto se va a reflejar después como una sobremortalidad en todas las áreas, no sólo en COVID, sino también porque no se atendieron”, concluyó.
03092020AROMilenio
Política y gobierno
Trump entregará una vacuna días antes de la elección de noviembre
Medio: Milenio
Fecha: 03/09/2020
Actor principal: Gobierno de los Estados Unidos
Tipo de actor: Institución pública
Número de fuentes: 5
El gobierno de Donald Trump instó a los estados de Estados Unidos a prepararse para distribuir una potencial vacuna contra el covid-19 para el 1 de noviembre, días antes de la elección presidencial, de acuerdo con una carta enviada a los gobernadores.
os Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) “solicitan con urgencia su ayuda para agilizar la puesta en marcha de estas instalaciones de distribución”, escribió el director, Robert Redfield, en la misiva entregada la semana pasada.
También pidió, “de ser necesario, no aplicar los requisitos que pudieran impedir que estas instalaciones estén completamente operativas para el 1 de noviembre 2020”, dos días antes de las elecciones presidenciales, en las que Trump busca reelegirse.
Se trata de una nueva señal de que la carrera por la vacuna corre a toda velocidad en EU, el país más afectado por la pandemia en el mundo. Las autoridades sanitarias se preparan rápidamente para poner en marcha una “distribución a gran escala de la vacuna contra covid-19 para el otoño 2020”, subrayó Redfiel.
Trump aseguró la semana pasada que su país tendrá acceso a la vacuna “este año”, siendo esta su gran apuesta electoral ante un desempeño económico opacado por la pandemia.
Aunque varias vacunas están en pruebas clínicas, aún no hay plena certidumbre de que alguna sea eficaz y segura, pero autoridades estadunidenses preparan ya el proceso de distribución para ganar tiempo.
Paralelamente a la carta, varios documentos fueron enviados a los estados para guiarlos en lo que Redfield considera la “inmensa tarea” de organizar la distribución. Uno vislumbra tres escenarios, en función del desarrollo de una vacuna “A” y una vacuna “B”.
Estas dos vacunas parecen corresponder a las desarrolladas por los laboratorios estadunidenses Pfizer y Moderna, respectivamente, según el diario The New York Times.
EU apartó millones de dosis de estas empresas, pero también de AstraZeneca, Johnson & Johnson, Novavax y Sanofi, a fin de garantizar entregas rápidas de la vacuna vencedora.
“Los escenarios descritos deben ser utilizados por los estados y jurisdicciones locales para desarrollar un plan operacional de vacunación precoz contra el covid, mientras el suministro de vacunas sea limitado”, explica el documento.
En el primer escenario, según el cual la vacuna “A” demuestra su eficacia, se estima que cerca de 2 millones de dosis estarán disponibles a finales de octubre, y luego entre 10 y 20 millones a finales de noviembre.
En el segundo escenario la vacuna “B” es eficaz y en el tercer escenario ambas. El documento detalla condiciones de envío y almacenamiento, así como poblaciones que deberán recibirla de manera prioritaria, como personal médico y trabajadores “esenciales”.
Otra muestra de que EU hace todo por acelerar el acceso es que el jefe de la Administración de Medicamentos y Alimentos, Stephen Hahn, no descarta la autorización de una vacuna por proceso de emergencia, antes de que concluyan las pruebas clínicas.
AMNISTÍA PONE A NUESTRO PAÍS EN PRIMER LUGAR EN ESTAS MUERTES MÉXICO Y EU REÚNEN 85% DE BAJAS DE PERSONAL MÉDICO, ALERTA LA OPS
Estados Unidos y México están entre los países con “los recuentos de casos de covid-19 más altos”, donde uno de cada siete trabajadores de la salud ha sido afectado. Es decir ambos países reúnen 85 por ciento de las bajas de estos trabajadores en las Américas, alertó Carissa F. Etienne, directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). Explicó que tan solo en el continente alrededor de 570 mil empleados de la salud se han contagiado y más de 2 mil 500 han fallecido. “Es revelador que una encuesta a trabajadores de salud en México mostró que casi la mitad no recibió equipo de protección personal en el trabajo”, señaló. Etienne destacó que las mujeres han sido de las más afectadas, de una manera que calificó de “desproporcionada”. “Casi tres cuartas partes de los trabajadores de salud diagnosticados con covid-19 en nuestra región son mujeres”, dijo. En tanto, un informe de Amnistía Internacional (AI) indicó que México registra la mayor cantidad a escala mundial de muertes por coronavirus entre los trabajadores de salud. El estudio señala que el país ha reportado hasta el momento mil 320 decesos confirmados por covid-19, por encima de los mil 77 de EU, 649 de Reino Unido y 634 en Brasil.
Con información de: Blanca Valadez, Kenia Hernández y AP.
030920FSSRSinEmbargo
Política y gobierno
México es el país con más muertes entre el personal de salud por COVID-19: Amnistía Internacional
Medio: Sin Embargo
Fecha: 02/09/2020
Actor principal: Amnistía Internacional
Tipo de actor: Organismo Internacional
México registra la mayor cantidad a nivel mundial de muertes por coronavirus entre los trabajadores de salud, de acuerdo con un informe de Amnistía Internacional publicado el miércoles.
El estudio señala que el país ha reportado hasta el momento mil 320 decesos confirmados por COVID-19 entre los trabajadores de salud, por encima de los mil 077 de Estados Unidos, 649 del Reino Unido y 634 en Brasil.
Es posible que el informe reactive el debate sobre la cantidad extremadamente baja de pruebas de diagnóstico que se realizan en México, menos de una por cada 100 habitantes. A pesar de que las autoridades mexicanas se jactan de que todos los trabajadores de salud han sido analizados al menos una vez, eso parece insuficiente para personas que se han expuesto diariamente al virus durante varios meses.
Los trabajadores médicos en México también han realizado muchas manifestaciones para exigir que se les proporcione equipo de protección personal adecuado.
México registra la mayor cantidad a nivel mundial de muertes por coronavirus entre los trabajadores de salud, de acuerdo con un informe de Amnistía Internacional publicado el miércoles. Foto: Cuartoscuro.
Steve Cockburn, director de justicia económica y social en Amnistía Internacional, consideró que el hecho de que más de 7 mil trabajadores de salud hayan muerto en el mundo representa “una crisis de dimensiones alarmantes”.
“Cada empleado de salud tiene derecho a un trabajo seguro, y es escandaloso que haya tantos que estén pagando el precio más alto”, declaró.
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Salud registra mil 320 muertes de personal de salud por la COVID-19; van más de 97 mil contagios
Cockburn hizo un llamado a la cooperación internacional para garantizar que cada trabajador de salud cuente con equipo de protección adecuado.
De acuerdo con las cifras difundidas la semana pasada, 97 mil 632 enfermeros, doctores y otros empleados de hospitales en México han sido diagnosticados con coronavirus desde que comenzó la pandemia, aproximadamente el 17 por ciento de todos los casos en el país hasta ese momento. Las estadísticas del sector salud en México a menudo se dan a conocer los martes, pero esta semana no se ha difundido un reporte de cifras actualizadas.
El 42 por ciento de las infecciones han sido de enfermeros, los médicos conforman un 27 por ciento y otros trabajadores como técnicos, asistentes y personal de limpieza y mantenimiento representan el 31 por ciento.
El Gobierno ha asegurado desde marzo que los trabajadores de hospitales cuentan con todo el equipo de protección necesario, pero los empleados de esas instituciones han bloqueado avenidas de la Ciudad de México en varias ocasiones para mostrar lo que aseguran se trata de equipo insuficiente, inadecuado o por debajo de los estándares de calidad.
Las estadísticas de decesos varían, dependiendo de cómo clasifica cada país a los trabajadores de salud, la manera en que se confirman los fallecimientos y la forma en que se reportan
México llega a 65 mil 816 muertes por la COVID-19; reporta 610 mil 957 casos positivos acumulados
Por ejemplo, la Organización Panamericana de la Salud enlista 2 mil 506 muertes por COVID-19 entre los empleados de salud en el continente americano, incluyendo alrededor de mil 320 decesos en México, pero apenas 240 para Brasil y 660 en Estados Unidos.
“En Estados Unidos y México — que tienen algunas de las cifras más elevadas de infecciones en el mundo — los trabajadores de salud representan uno de cada siete casos”, comentó Etienne. “Los países deben asegurarse de que los trabajadores de salud puedan realizar sus labores de manera segura”.
Eso significa proporcionarles equipo de protección suficiente y brindarles capacitación adecuada en el control efectivo de infecciones, añadió Etienne.
México no parece haber seguido estas recomendaciones. En las primeras semanas de la pandemia se confirmaron al menos dos brotes dentro de hospitales en los que decenas de profesionales de salud enfermaron.
En abril, un hospital público en la cuidad de Monclova, en el norte del país, se convirtió en el epicentro de un brote de coronavirus en el que enfermaron al menos 26 miembros del personal médico y un doctor perdió la vida.
Según un empleado del hospital, un paciente ingresó a la sala de emergencias el 15 de marzo con problemas respiratorios graves. Una vez que el médico de la unidad de cuidados intensivos diagnosticó una probable infección por coronavirus, el personal de la sala de emergencias solicitó equipo de protección personal, que no les fue entregado. Durante la semana que el paciente fue atendido en la sala de emergencias, tres turnos del personal médico resultaron expuestos a la enfermedad. A la larga el paciente falleció y poco después comenzaron a enfermarse varios de los trabajadores del hospital.
El informe de Amnistía Internacional también destaca que “ha habido reportes de que los empleados de limpieza de hospitales son particularmente vulnerables a una infección. Muchos de ellos están subcontratados, lo que significa que cuentan con menos protección”.
Además, se han registrado varios casos confirmados de desechos médicos infecciosos que se acumulan en los hospitales de México o que son tirados de forma ilegal en otra parte.
030920MTGUnotv
Política y Gobierno
El 1 de noviembre, Estados Unidos iniciaría distribución de vacuna COVID-19
Medio: UnoTV
Fecha: 03/09/2020
Actor principal: Gobierno de Estados Unidos
Tipo de actor: Institución Pública
Conteo de fuentes: 2
El Gobierno de Estados Unidos, encabezado por Donald Trump, instó a los Gobiernos estatales a “prepararse” para distribuir una potencial vacuna contra el nuevo coronavirus (COVID-19) para el próximo domingo 1 de noviembre, según una carta a la que la agencia de noticias Agence France-Presse (AFP) tuvo acceso, y que fue enviada desde la Casa Blanca de Washington D.C. a los gobernadores.
- La distribución de la vacuna COVID-19 se daría dos días antes de las elecciones presidenciales.
- Los comicios están programados para el próximo martes 3 de noviembre de 2020 en el país vecino.
- Al parecer, un movimiento más de Donald Trump de cara a la contienda en la que busca la reelección.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos “solicitan con urgencia su ayuda para agilizar la puesta en marcha de estas instalaciones de distribución” de la vacuna COVID-19 en el mes de noviembre, escribió el director de los CDC, Robert Redfield, en una carta enviada a los estados la semana pasada y de la que la Casa Blanca supo guardar su información con recelo.
Calienten motores
En su misiva, el Gobierno de Estados Unidos también pidió que, “de ser necesario, no aplicar los requisitos que pudieran impedir que estas instalaciones estén completamente operativas para el 1 de noviembre 2020”. Se trata de una nueva señal de que la carrera por aplicar la vacuna COVID-19 se lanzó a toda velocidad en Estados Unidos, el país más afectado por la pandemia del coronavirus en el mundo.
- Autoridades sanitarias se preparan rápidamente para poner en marcha “distribución a gran escala de la vacuna COVID-19 para el otoño 2020”, subrayó Redfield en su carta.
Donald Trump aseguró la semana pasada que Estados Unidos tendría acceso a la vacuna COVID-19 “este año”, y el domingo 30 de agosto, Stephen M. Hahn, comisionado de la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA), informó que esa dependencia estaba dispuesta a acelerar la autorización de la vacuna y otras medicinas para combatir al nuevo coronavirus a la brevedad posible en el territorio de la Unión Americana.
La Casa Blanca de Washington D.C. rechazó este martes las preocupaciones expresadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) después de que la FDA de Estados Unidos dijera que podría aprobarse una vacuna COVID-19 sin completar todos los ensayos que asegurarían la salud de los pacientes contagiados. Las vacunas desarrolladas por China y Rusia también son señaladas de ineficientes por no cumplir pruebas de rigor.
030920MLJElUniversal
Sociedad
México, país con más muertes de personal médico por Covid: Amnistía Internacional
Medio: EL UNIVERSAL
Fecha: 02/09/20
Actor principal: Personal sector salud
Tipo De Actor: Institución Pública
Fuentes: 3
México registra la mayor cantidad a nivel mundial de muertes por coronavirus entre los trabajadores de salud, de acuerdo con un informe de Amnistía Internacional publicado el miércoles.
El estudio señala que el país ha reportado hasta el momento mil 320 decesos confirmados por Covid-19 entre los trabajadores de salud, por encima de los mil 77 de Estados Unidos, 649 del Reino Unido y 634 en Brasil.
Es posible que el informe reactive el debate sobre la cantidad extremadamente baja de pruebas de diagnóstico que se realizan en México, menos de una por cada 100 habitantes. A pesar de que las autoridades mexicanas se jactan de que todos los trabajadores de salud han sido analizados al menos una vez, eso parece insuficiente para personas que se han expuesto diariamente al virus durante varios meses.
Los trabajadores médicos en México también han realizado muchas manifestaciones para exigir que se les proporcione equipo de protección personal adecuado.
Steve Cockburn, director de justicia económica y social en Amnistía Internacional, consideró que el hecho de que más de 7 mil trabajadores de salud hayan muerto en el mundo representa “una crisis de dimensiones alarmantes”.
“Cada empleado de salud tiene derecho a un trabajo seguro, y es escandaloso que haya tantos que estén pagando el precio más alto”, declaró.
Cockburn hizo un llamado a la cooperación internacional para garantizar que cada trabajador de salud cuente con equipo de protección adecuado.
De acuerdo con las cifras difundidas la semana pasada, 97 mil 632 enfermeros, doctores y otros empleados de hospitales en México han sido diagnosticados con coronavirus desde que comenzó la pandemia, aproximadamente el 17% de todos los casos en el país hasta ese momento. Las estadísticas del sector salud en México a menudo se dan a conocer los martes, pero esta semana no se ha difundido un reporte de cifras actualizadas.
El 42% de las infecciones han sido de enfermeros, los médicos conforman un 27% y otros trabajadores como técnicos, asistentes y personal de limpieza y mantenimiento representan el 31%.
El gobierno ha asegurado desde marzo que los trabajadores de hospitales cuentan con todo el equipo de protección necesario, pero los empleados de esas instituciones han bloqueado avenidas de la Ciudad de México en varias ocasiones para mostrar lo que aseguran se trata de equipo insuficiente, inadecuado o por debajo de los estándares de calidad.
Las estadísticas de decesos varían, dependiendo de cómo clasifica cada país a los trabajadores de salud, la manera en que se confirman los fallecimientos y la forma en que se reportan.
Por ejemplo, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) enlista 2 mil 506 muertes por Covid-19 entre los empleados de salud en el continente americano, incluyendo alrededor de mil 320 decesos en México, pero apenas 240 para Brasil y 660 en Estados Unidos.
Carissa F. Etienne, directora de la agencia, señaló el miércoles que el continente padece “el mayor número de infecciones entre los trabajadores de salud a nivel mundial”.
“En Estados Unidos y México, que tienen algunas de las cifras más elevadas de infecciones en el mundo, los trabajadores de salud representan uno de cada siete casos”, comentó Etienne. “Los países deben asegurarse de que los trabajadores de salud puedan realizar sus labores de manera segura”.
Eso significa proporcionarles equipo de protección suficiente y brindarles capacitación adecuada en el control efectivo de infecciones, añadió Etienne.
México no parece haber seguido estas recomendaciones. En las primeras semanas de la pandemia se confirmaron al menos dos brotes dentro de hospitales en los que decenas de profesionales de salud enfermaron.
En abril, un hospital público en la cuidad de Monclova, en el norte del país, se convirtió en el epicentro de un brote de coronavirus en el que enfermaron al menos 26 miembros del personal médico y un doctor perdió la vida.
Según un empleado del hospital, un paciente ingresó a la sala de emergencias el 15 de marzo con problemas respiratorios graves. Una vez que el médico de la unidad de cuidados intensivos diagnosticó una probable infección por coronavirus, el personal de la sala de emergencias solicitó equipo de protección personal, que no les fue entregado. Durante la semana que el paciente fue atendido en la sala de emergencias, tres turnos del personal médico resultaron expuestos a la enfermedad. A la larga el paciente falleció y poco después comenzaron a enfermarse varios de los trabajadores del hospital.
El informe de Amnistía Internacional también destaca que “ha habido reportes de que los empleados de limpieza de hospitales son particularmente vulnerables a una infección. Muchos de ellos están subcontratados, lo que significa que cuentan con menos protección”.
Además, se han registrado varios casos confirmados de desechos médicos infecciosos que se acumulan en los hospitales de México o que son tirados de forma ilegal en otra parte.
030920AKTGExcélsior
Sociedad
Dos voluntarias retan al covid; Lula González fue la número 4,500 y recibió aplausos
Medio: Excélsior
Escala: Nacional
Fecha: 03/09/2020
Actor principal: Lula González
Tipo de actor: Ciudadanía
Fuentes: 2
“Fue un día la verdad bastante movido y súper novedoso, fue el día en que fui a darme la primera dosis de la vacuna, yo soy voluntaria para recibir la vacuna de laboratorio Pfizer, no sé si me tocó placebo o dosis, pero fue súper interesante ver todo el proceso y encima fui la voluntaria cuatro mil 500, así que fue muy gracioso, porque todos me aplaudieron”.
Lula González es una periodista argentina de 36 años, radicada en la ciudad de Buenos Aires, ofreció su testimonio a Excélsior el 31 de agosto, una hora después de haberse puesto la primera de tres dosis de la prueba de la vacuna contra el covid-19 que los laboratorios Pfizer están trabajando.
“Cuatro mil 500 personas pasaron ya como voluntarios (en Argentina) y eso me parece un dato súper alentador de que haya muchas personas dispuestas a colaborar para que se encuentre una solución a la Covid.”
En julio pasado, el canciller Marcelo Ebrard dio a conocer que entre los protocolos de generación de vacunas a los que se integraría México estaba justamente el desarrollado por Pfizer y BioNTech. El pasado lunes Excélsior informó que la farmacéutica tiene lista una producción de 100 millones de vacunas en espera de autorización regulatoria para ser distribuidas a partir de noviembre.
Lula, en Argentina, dará seguimiento a su caso durante dos años, así fue paso a paso la aplicación de su primera dosis.
“Pasaron a buscarme en un Cabify, me llevaron al hospital Militar de Capital Federal, allí nos hicieron una toma de datos, luego te hacen firmar una serie de planillas donde vos acordás que estás trabajando esto de manera gratuita, si quieres continuar con los estudios o no, si queres abandonar te hacen saber todas las cuestiones legales que pueden darse en una situación así”.
“En el caso de las mujeres no tienes que estar embarazada, por lo tanto, se hace un test de embarazo en el momento, te sacan sangre para analizar y también un hisopado bastante particular, porque no es como el hisopado que te dan cuando te haces la detección de la Covid-19, sino sólo en uno de los orificios de la nariz”.
“Mientras esperas la aplicación de la dosis nos hacen conocer una aplicación en el celular donde vamos a llevar una suerte de cuaderno, de bitácora, una suerte de diario donde semanalmente vamos a ir informando si tenemos síntomas de coronavirus, si tenemos fiebre, si tenemos algún efecto adverso en nuestro cuerpo para de esta manera ir testimoniando todo lo que va pasando a los médicos durante los dos años que durará el proceso”.
“Te hacen saber que, obviamente, los síntomas más fuertes, como por ejemplo la vacuna antigripal (antiinfluenza) te puede dar en las 48 horas siguientes a que te diste la dosis. Si hay otro efecto, no sé, que tengas problemas en la piel, que se te hinche el brazo donde te dieron la vacuna, todo ese tipo de cosas también las tenés que ir registrando y en caso de que te sientas muy mal, avisar para llevar adelante de la correspondiente atención médica”.
“Ahora sí, después de eso llega el momento que te pongan la dosis, un piquetito en el brazo (izquierdo), en mi experiencia no me dolió nada, lo que más me impresionó fue cuando me sacaron sangre, eso siempre me impresiona mucho. Pero la verdad que está todo el personal súper organizado, te responde todo lo que te tiene que responder, incluso te ayudan a iniciar tu aplicación. Como había gente mayor también les enseñaba, o de últimas les decían: ‘el cuaderno de bitácora lo hace sobre papel y después nosotros acá lo pasamos’, lo importante es el seguimiento de datos para que ellos vayan viendo la evolución”.
“No había pensado mucho cuando me anoté como voluntaria, las preguntas empezaron después, cuando me empezaron a entrevistar y a preguntarme: ‘¿y qué pasa si te pasa esto?’; la verdad que no lo he pensado. Cuando uno entiende que es voluntario en cualquier situación, no solamente en esto, yo creo que más piensa en lo que puede aportar que en lo que puede perder. Y en este caso me parece que son momentos en los que uno tiene que apostar a la ciencia con el desarrollo de todas estas vacunas”.
“Había un poco de miedo, sí me dio como nervios, pero también hay mucha confianza en que tiene que haber una solución y podemos aportar entre todos, en mi caso, en el caso de nosotros los voluntarios es un granito de arena con respecto a todo lo que hacen los médicos, a todo lo que hace el personal de salud, los trabajadores de actividades esenciales”.
“El siguiente paso es el 21 de septiembre, con la primavera nuestra; es lunes tengo que volver a que me den la segunda dosis, tengo entendido que a lo largo de este año, de 2020, van a ser tres dosis, mientras nosotros vamos contando toda nuestra experiencia”.
Covid marcó su vida
Antes de ser voluntaria en un ensayo clínico, el coronavirus ya había marcado su vida. Mario Mastrazzi, su abuelo del corazón, es decir un vecino suyo al que quería como su abuelo, murió de covid-19 el pasado 22 de julio, la tristeza la llevó a escribir una crónica publicada donde lamentaba no haber podido abrazarlo y despedirlo como merecía.
“Sólo dos personas podíamos llevar adelante todos los trámites, una era la abuela (adoptiva) que tiene 76 años, y otra era yo. Tuve que hacer todos los trámites ir al crematorio, contarle a ella, ir a la morgue, obviamente hicieron que fuera una muerte mucho más dolorosa, mucho más difícil, si los trámites ya en una vida normal eran difíciles, imagínate en una vida en pandemia”.
Su crónica causó tal impacto en Argentina, que sus palabras fueron retomadas por un legislador para crear una ley, la ley Mario del último adiós, que la semana pasada fue aprobada en la ciudad de Buenos Aires para garantizar el derecho a despedirse de los seres queridos mientras dura la emergencia por la pandemia de coronavirus.
“El año pasado mi papá falleció y tuve la oportunidad de despedirme, de ver su cuerpo, despedirlo como lo hace todo el mundo y bueno, la abuela no pudo despedirse y la verdad es que fue muy dramático porque ni siquiera cuando ella se encontraba llorando, pude abrazarla porque también había que preservar la distancia, tenemos vedados los abrazos acá y bueno eso hace que todo sea un poco más difícil, un poco más frío y también nos hace que intentemos acomodar esta nueva normalidad”.
NO SE SIENTE HEROÍNA; LE DA TRANQUILIDAD AYUDAR
Andrea, estilista y estudiante de abogacía, es otra de las argentinas que participa en los ensayos clínicos de la vacuna de Pfizer, también de la ciudad de Buenos Aires.
“Un día entré al apartado en Facebook, donde te informan de cómo van las estadísticas del día y eso, en un costadito decía de los voluntarios, por curiosidad hice click y respondí unas preguntas, como si fuera una encuesta y a los dos días me llamaron por teléfono”, contó.
Dos días después la volvieron a llamar para pedirle más datos. “Confirmas que vas a querer hacerlo y ya te dan un turno; lo que te dicen es que te insertan anticuerpos para que si ingresa el virus tenga con qué defenderse”.
“¿Qué fue lo que me convenció?, más que nada el temor a todo lo que está pasando, el cansancio de todo esto; en Argentina tenemos una cuarentena bastante larga y ya el tema económico, afectivo, todo empieza tener su peso y más allá de eso me da mucho temor contraerlo. Soy muy cuidadosa y todo, pero preferí quizá arriesgarme a esto y no pasar por lo otro, porque esto ya tiene una parte que está probada”, añadió.
En su caso, la aplicación de la primera dosis sucedió el sábado 29 de agosto, una jornada de tres horas, que con todos los trámites y llenado de formas no le parecieron tan largas. “Lo que más me asustaba creo que como a todos es el tema del hisopado, quería pasar por eso, que terminará ya, lo otro era como más normal, una vacuna, la tensión normal de algo que no conoces, pero nada del otro mundo”.
Con un gafete y stickers, van dando seguimiento a las y los voluntarios. En total serán cinco citas y un seguimiento de dos años. Andrea no se siente una heroína del coronavirus, lo ve como una colaboración.
“Me da tranquilidad, es colaborar como cuando ayudas a alguien, y no miras qué, o por qué o para qué, ayudas, lo hacés; eso me genera, esa calma de bueno mi granito de arena lo estoy poniendo”.
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