14 de septiembre – Reforma

Por Guadalupe Loaeza

A mí me encanta Televisa. Soy su fan. Sé que es una empresa objetiva, sumamente autocrítica y que siempre piensa en los intereses del pueblo mexicano. ¿Qué haríamos las y los mexicanos sin Televisa? Me pregunto, ¿en dónde nos informaríamos de una manera transparente y honesta acerca de los verdaderos problemas que aquejan a nuestro país? ¿Qué haríamos sin el contenido tan sabio de sus telenovelas y sin sus programas de análisis político como Tercer Grado, mi programa predilecto? ¿Cómo podríamos formarnos un criterio sobre el quehacer político de nuestro país sin la libertad de expresión de cada uno de los participantes en esa mesa, quienes, no obstante están conducidos por su jefe, se expresan con toda llaneza y libertad? ¿Qué haríamos sin las maravillosas, altruistas y desinteresadas campañas de Televisa como “Iniciativa México”? A la opinión pública nos queda clarísimo que se trata de “un proyecto que busca reconocer y exaltar los esfuerzos de la sociedad mexicana que contribuyen a construir un país mejor”. No hay duda que día a día, Televisa se esfuerza por que México sea mejor, más justo y democrático. Nadie puede negar que sus noticiarios (especialmente el de López Dóriga, uno de los periodistas más cultos, independientes, honestos y libres del país) son los más vistos de toda la República.

Dicho lo anterior, sinceramente no me explico por qué existen algunos sectores de la sociedad mexicana (no podían faltar los típicos criticones y amargados) que se atreven a atacar a Televisa. ¿Por poderosa? La empresa se lo ha ganado a pulso. ¿Por estar tan cercana al gobierno? Su pluralidad le permite darse ese lujo. No importa de qué partido sea el Presidente en turno, siempre será bienvenido en Televisa, siempre será escuchado y siempre será respetado porque Televisa sí cree en las Instituciones. (Estoy segura que si hubiera ganado la Presidencia López Obrador, también hubieran querido estar muy cercanos a su gobierno y lo hubieran apoyado en todos sus programas sociales). ¿Qué le reprochan a los dueños y directivos de la televisora? ¿Que cada vez se adueña más de México? Sin duda su crecimiento es constante e indiscutible no nada más en nuestro país, sino en el extranjero. ¿Que sea una empresa sensacionalista? Lo único que hace es informar oportuna y verazmente. ¿Su estrecha relación con Peña Nieto? Una empresa winner no podía estar más que con el candidato a la Presidencia super winner.

No me lo van a creer, pero el pasado fin de semana, me pasé horas defendiendo a mi empresa consentida, Televisa. Sí, así fue. Lo que sucedió es que se me ocurrió meterme en algunos Twitters, Blogs y Facebook para ver qué opinaban acerca de las festividades del Bicentenario, y cuál sería mi sorpresa de encontrarme muchísimos, pero muchísimos ataques contra Televisa. No lo podía creer. Entre más los leía, más me quedaba con el ojo cuadrado. Nunca imaginé que detestaran tanto a Televisa. Incluso existe una página en el Face que osa llamarse (si no me creen, búsquenla y la encontrarán sin problema): “Odio la programación de Televisa”. Todos los comentarios tenían el mismo tono de reproche y reclamo. Uno de ellos decía: “La pinche iniciativa méxico parece un big brother, quién quieres que pase a la siguiente ronda… me recuerda a los expulsados de big brother con la diferencia de que su reality show pasa por azketa y telerrisa, y más televisoras locales de otras ciudades… ¿cómo pueden lucrar así?”. También en muchos de los mensajes que vi en internet, de hace algunos días, había comentarios muy negativos hacia mi empresa preferida: “¿Con qué cara Televisa habla de doble moral cuando día tras día ha demostrado la intolerancia, misoginia y mentira en su programación? Eso es Televisa, un grupo que responde a intereses muy personales”. He aquí otro de ellos: “En lo particular creo que debe haber intereses oscuros, de los cuales la población es la que menos importa; o ustedes creen que de verdad Televisa se preocupa por las pobrecitas (en verdad pobres) chicas que se publican en esos diarios…”. Por último cito uno de los más largos: “La doble moral que se cuestiona es la de Televisa, sí señor, o ya se les olvidó que recientemente en horario infantil, la estelar de una taranovela de 16 años, se daba encontrones eróticos, con un actor de al menos 24 años, eso, señor López, cuestiónelo en su noticiero. Doble moral ostenta orgulloso quien dice ser periodista y se presta como títere a una vulgar venganza. Doble moral de la televisora que dice apoyar los valores, pero fomenta la podredumbre, los vicios, el enajenamiento a través de sus porquerías de productos, sus telenovelas las más nocivas y representativas, pero desafortunadamente no es lo único. Doble moral cuestionada del grupo que dirige la mayor cantidad de revistas, las más vendidas con datos inútiles, que se alimentan del público morboso que cautivan a través de su señal”.

Me parecieron tan injustos y estériles estos comentarios por parte de algunos cibernautas que hasta pensé cancelar mis cuentas en estas redes sociales. Lo bueno es que a Televisa lo tiene sin cuidado lo que puedan pensar algunas personas sin criterio y de mala fe. ¿Cómo poner en duda a una empresa que se interesa honestamente por los derechos de la sociedad y por la dignidad de su numerosísimo público?

Vuelvo a preguntar, ¿qué haríamos sin esta empresa tan moralmente superior? No seríamos nada. ¡¡¡Viva Televisa!!!