Javier Solórzano / El Universal
Cuando hace dos semanas nos llamó el senador Carlos Sotelo, cerca ya de llegar al Senado para conducir el debate que sostendría con el diputado Javier Corral, supusimos que no habría tal. Era público que ese mismo día en la mañana se habían reunido los líderes en el Senado de PAN y PRD, por lo que un acuerdo era posible y casi que urgente. Después del áspero, duro e intenso encuentro que habían protagonizado días antes en Radio 13, era obvio que en este segundo debate además de que iban dispuestos a todo, una nueva actitud belicosa traería inevitablemente consecuencias, tanto para PAN y como para PRD. En medio de las singulares alianzas esto sería una mala señal.
Columna completa: El Universal – Columnas.
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