Las RedesFobia de Peña Nieto y de sus Periodistas Aliados
Homo Zapping
Jenaro Villamil
23 de octubre 2016
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), añeja organización que agrupa a los dueños y empresarios de varios periódicos del continente y de Estados Unidos, celebró en México su 72 Asamblea General. Coincidió con los festejos de los 100 años de El Universal, rotativo de amplia circulación nacional y caracterizado durante años por una posición cómoda frente al gobierno y las autoridades, salvo cuando se afectan los intereses de su dueño.
Al evento de la SIP invitaron al presidente mexicano Enrique Peña Nieto quien se sintió en confianza ante sus interlocutores para expresar una vez más su incomodidad frente a las audiencias y los medios que interactúan en las redes sociales.
“Los medios digitales y las redes sociales son una buena plataforma para manifestar y denunciar lo que no funciona”, admitió el mandatario, pero también advirtió que “la justa insatisfacción ante problemas complejos como la pobreza, la desigualdad o el lento crecimiento de la economía, junto con la expectativa de soluciones rápidas, a menudo producen frustración”.
“Más aún —siguió Peña Nieto en su argumentación— pueden ser factores que expliquen el desencanto con la democracia y el pesimismo sobre el futuro que, sabemos, existe en muchas sociedades”.
Una vez más, el político mexiquense se “olvidó” mencionar que entre los factores que generan desencanto, indignación y malestar social está la corrupción y, especialmente, la corrupción de los altos mandos del gobierno federal, de los gobernadores que antes eran señalados como adalides de la “nueva generación priista” (léase Javier Duarte o Roberto Borge) o del puñado de empresas que resultan beneficiadas por los favores y la complicidad con los funcionarios.
Peña Nieto vinculó este desencanto e insatisfacción con la democracia, con el riesgo de buscar “soluciones mágicas o promesas irrealizables” y con el uso de los medios digitales y de las redes sociales.
“Más allá de los indudables beneficios, también hay que reconocer que las mismas tecnologías de la información y la comunicación plantean nuevos retos a los gobiernos alrededor del mundo”, afirmó. “En una era tan veloz, en la que millones de cosas están al alcance de un click, las sociedades demandan respuestas inmediatas a sus inquietudes”, señaló.
Eso es justamente lo que incomoda. Que con un click millones de ciudadanos tengan acceso a información, a opinar, a expresar sus posiciones sin la aduana de los grandes medios analógicos (como la televisión o la radio) ni de los gestores de la opinión pública y de la opinión publicada que son los periódicos como los que conforman la SIP.
Los Portales Digitales “Roban” Información
Esto no lo expresó claramente Peña Nieto en su discurso ante la SIP, pero bastaron unos días para que, en una de las mesas organizadas por su 72 aniversario, el pasado 16 de octubre, el periodista Carlos Marín, director editorial de Grupo Milenio, considerara que la conducta de las redes sociales forma parte del “crimen organizado”.
No había ninguna duda de que se trataba de atacar a los medios digitales y a los usuarios de las redes sociales críticos con el gobierno. El panel se llamó “Robo de contenido y libertad de expresión”.
“Cualquier forma de robo, como se ha dicho aquí, como agandallarse contenidos que no le cuestan, para mí es crimen organizado”, sentenció Marín, el mismo defensor a ultranza de cualquier cosa que afecte al ejército, incluyendo su documentada responsabilidad en matanzas y secuestros.
“Es una competencia, desde mi punto de vista, peor que la desleal; se trata de un robo descarado de información; es decir, hay un delito y muchos de ellos ni siquiera citan de dónde tomaron la nota, omiten todo crédito, no ponen la URL (dirección web) del portal original y no hay una ley que regule en internet el robo de datos o los derechos de autor”, abundó Marín.
Ahí está quizá el principal objetivo de la mesa: generar una ley que regule el “robo de contenidos” en internet.
Luciano Pascoe, director general de Estrategia Editorial de Grupo Salinas, fue más allá. Hizo un llamado a “no darle ni respiro ni tregua a los que se están robando nuestros contenidos y tenemos que insistirle no solamente a Google, sino a todas las demás plataformas para que esta práctica termine”.
Francisco Santiago Guerrero, director editorial de El Universal, también lamentó que sea práctica sistemática “tomar y lucrar con el trabajo de otros”. Habló de portales informativos “que presumen sus grandes números de tráfico y de seguidores que tienen en las redes sociales, pese a que son logros sustentados en el robo de contenido original”.
Javier Tejado Dondé, vicepresidente de Televisa, le agregó un elemento a esto que configuraría una alianza mediática: “en medios digitales los partidos están haciendo inversiones muy fuertes que no están reportando y ahí empieza el robo de contenidos”. Y no se mordió la lengua.
Las quejas por el mal uso de la información o de los datos en las redes y medios digitales no son nuevas y son un indicador de este nuevo ecosistema convergente entre medios impresos, medios analógicos electrónicos y medios digitales que pelean por las audiencias, la información y la publicidad.
Lo que no es ninguna casualidad o inocencia es que la SIP cobije estos llamados, junto con la reiterada preocupación del primer mandatario mexicano a “los clicks” incontrolables en las redes sociales.
Una vez más, ni Peña Nieto ni sus aliados mediáticos entienden esta nueva dinámica y algunos pretenden criminalizar con la vulgaridad que los caracteriza un fenómeno de los medios digitales.
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