Enrique del Val Blanco
20 de noviembre de 2009
En las últimas semanas los medios de comunicación, nacionales y extranjeros, han expuesto actos de corrupción en distintas partes del mundo, que afectan a dirigentes políticos importantes y a personas de la iniciativa privada. Generalmente la corrupción no se da de un solo lado, es un negocio entre dos partes.
Este incremento de la corrupción es una mala señal para el desarrollo de los pueblos y de la democracia. De inmediato provoca una reacción natural de la gente en contra de la política y los políticos, a quienes ve sólo como personas ansiosas de aprovechar su puesto para enriquecerse pasando por encima de cualquier ley.
Nota Completa:
http://www.eluniversal.com.mx/editoriales/46378.html
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