El Internet puede ser “gratis” pero no neutral

Mediatelecom

Efrém Paéz Jimenez

5 de julio de 2014

El acceso a Internet ha facilitado la entrada de nuevos servicios digitales, desde la aparición del correo electrónico, pasando por redes sociales, hasta sitios de contenido bajo demanda. Reguladores, empresas y ciudadanos se han propuesto llevar Internet a cada una de las personas que habitan el planeta, pero la necesidad de costear la infraestructura obliga a buscar un modelo de negocio sustentable que habilite el sueño de conectividad permanente.

En el mundo aún existe población por debajo de la línea de la pobreza, que sin recursos para pagar por alimentos, ropa o vivienda, la posibilidad de conectarlos parece lejana. Asimismo, las brechas de desigualdad en el ingreso parecen limitar a grupos económicos a sólo algunos servicios básicos de sobrevivencia.

Sin embargo, algunas iniciativas en la red creen que es posible llevar a estos segmentos de la población modelos novedosos de conectividad. Asimismo, aún quedan personas que limitan su uso de Internet, o que no la perciben como una necesidad para su vida diaria, limitando el alcance del negocio para los involucrados en la red.

La iniciativa más sonada es la impulsada por Mark Zuckerberg, que en su última participación en el Mobile World Congress (MWC) dio mayores detalles sobre la iniciativa Internet.org. Básicamente, ésta se basa en la oferta gratuita de una conectividad básica a los servicios de Facebook y Wikipedia, los cuales pueden alentar a las personas a conocer la red y eventualmente incrementar su consumo de datos en Internet. Este modelo ofrece beneficios, tanto para los servicios en la web como para los proveedores de Internet (ISP).

El portal Mobile World Live detalla otras iniciativas en las cuales operadores y servicios en Internet conjuntan esfuerzos para reducir los costos de la red y atraer a una mayor cantidad de personas. No sólo se trata de incrementar los índices de conectividad, sino de aumentar el uso de quienes ya están conectados.

Avea, el tercer operador de telefonía móvil de Turquía, anunció en junio que regalaría una semana de acceso a Internet a 100 mil suscriptores. Yandex, motor de búsqueda ruso, está cubriendo una parte del costo del ISP a cambio de publicidad.

Asimismo, DiGi (Malasia), Globe (Filipinas), Idea Cellular (India), Mobilink (Pakistán), RCom (India), Tigo (Paraguay) y VimpelCom (en Rusia y en mercados en desarrollo) se encuentran entre los que tienen aplicaciones gratuitas, dando acceso libre por tiempo limitado, o ciertos cargos por promociones especiales.

Opera Software, por su parte, ofrece mediante su navegador una opción llamada Web Pass, utilizada actualmente por cerca de 10 operadores. Entre las ofertas que habilita esta aplicación se encuentran la capacidad de ofrecer Internet gratuito por periodos, pero también acceso a otras aplicaciones como Facebook y Twitter.

“Ayudamos a los operadores a comercializar en lo que son realmente buenos, que es el acceso y planes de datos. Eso es algo que poseen y que es donde tienen una ventaja competitiva. Tienen que llegar con productos de todo aquello que les ayuda a aumentar el ARPU. Este es el futuro para los operadores”, señala Lars Boilesen, director de Opera, a Mobile World Live.

Los beneficios comienzan a ser ya registrados por los operadores. DiGi en Malasia, por ejemplo, observa que la mitad de los consumidores que adquieren un Web Pass, tienen una alta probabilidad de adquirir más de uno por mes. Asimismo, Zuckerberg señaló en el MWC que operadores como Globe en Filipinas y Tigo en Paraguay registraron una duplicación de sus usuarios de Internet móvil.

El caso de la neutralidad en Chile

Sin embargo, ¿podría esto enfrentar un nuevo reto regulatorio y empresarial? La neutralidad de la red, como se concibe comúnmente, establece que no puede haber diferenciación de tráfico o acceso discriminatorio a contenidos por Internet. Por lo que limitar desde el inicio qué tipo de contenido puede consumir el usuario, puede entrar en conflicto con la neutralidad.

Chile ha sido uno de los países con mayor impulso a la neutralidad de la red, obligando a los ISP a no proveer de acceso diferenciado o discriminatorio a los contenidos en Internet, además de prohibir promociones especiales para el acceso a cierto tipo de aplicaciones. Algunos operadores ofrecían acceso a aplicaciones como Facebook o WhatsApp bajo ciertas condiciones como un plan o un mínimo de recarga.

Si bien la neutralidad de la red permitiría que los servicios basados en Internet compitan en igualdad de condiciones al llegar al usuario a la misma velocidad y sin ningún tipo de diferenciación en tráfico, también limita la capacidad de los operadores para gestionar el tráfico en una red que se vuelve cada día más congestionada. Por ejemplo, daría el mismo acceso para un alto consumidor de video, que para alguien que sólo utiliza correo electrónico, generando ineficiencias que a la larga afectan a todos los usuarios.

Como se observa de los casos anteriores en los que se busca ofrecer Internet gratis, éstas se basan principalmente en el acceso diferenciado a aplicaciones y servicios, que sirven como “carnada” para atraer nuevos usuarios al uso de Internet móvil o para incrementar el enganche y consumo de usuarios ya conectados al mostrarles nuevo tipo de contenido. Sin embargo, son iniciativas claramente opuestas a la neutralidad de la red.

El debate se mantendrá abierto y lo importante será lograr un equilibrio en cuanto al trato diferenciado en Internet que evite prácticas anticompetitivas entre ISP y aplicaciones, pero que esto no interfiera con proyectos que pueden lograr el anhelado deseo de la conectividad universal.

Por el derecho a la desconexión laboral

Mediatelecom

Mariana Torres Maldonado

5 de julio de 2014

La frontera entre la vida personal y la laboral se ha vuelto cada vez más borrosa gracias a los dispositivos móviles. Fenómenos como usar el dispositivo propio aumentan la productividad, pero también se convierten en el principal motor del agotamiento laboral.

Algunos gigantes de las empresas tecnológicas han descubierto que el fenómeno de usar el dispositivo propio (Bring Your Own Device, BYOD) puede causar más daño que beneficios a los trabajadores si no se mantiene un balance entre la vida laboral y personal.

Esa advertencia se escuchó fuerte en empresas como Vodafone, Microsoft y Google durante ComunicAsia. “Hay una compulsión en estos días por revisar constantemente los celulares, una causa de agotamiento”, dijo Matias Heilala, líder de estrategia para Asia y África de Vodafone Global Enterprise.

Es cierto que los dispositivos inteligentes en manos de los empleados aumenta la productividad. Por ejemplo, la empresa china Huawei reveló que los empleados que usan sus propios dispositivos dedican 40 minutos diarios más a tareas de trabajo, en una medición durante cinco años.

También el fabricante de procesadores Intel encontró en su planta de Estados Unidos que quienes utilizan su propio dispositivo utilizan 1.6 millones de horas al año extras en productividad.

Sin embargo, Google, por ejemplo, una empresa reconocida por sus instalaciones relajantes y por fomentar un ambiente propicio para la creatividad, tiene una política para su equipo que prohíbe enviar mensajes a los compañeros durante el fin de semana. “Mucha gente que trabaja para nosotros se siente feliz de enviar mensajes durante el fin de semana porque es su decisión de balance de vida personal y laboral. Pero no se dan cuenta del estrés que causa en quien lo recibe”, expuso en su oportunidad Ricky Kapur, director de Google Enterprise Asia.

Pese a la productividad que trae el uso de dispositivos inteligentes, las empresas han notado el agotamiento de sus empleados cuando son interrumpidos fuera de su tiempo laboral. Europa se ha convertido en un modelo al legislar las jornadas laborales por periodos de descanso. Por ejemplo, en Francia un acuerdo sectorial dispuso que los equipos del personal tienen que desconectarse durante 11 horas diarias y los fines de semana. Y las empresas deben supervisar que esa prohibición se cumpla.

También en Alemania el derecho a desconectarse se abre camino con múltiples iniciativas. Volkswagen decretó una “tregua” diaria de recepción de e-mails en los teléfonos profesionales. Los servidores de la empresa no envían mensajes a los teléfonos entre las 18:15 y las 7:00, y si alguien pasa una hora respondiendo correos durante el fin de semana, por ejemplo, puede contabilizarla como hora extra.

Microsoft, por su parte, tiene una política de decisión individual: “tenemos permiso de enviar mensajes de trabajo en nuestro tiempo libre, pero el receptor no está obligado de responderlos”, declaró Jason Lim, gerente general de Microsoft. “Hay un respeto mutuo establecido entre el tiempo del trabajo y el tiempo personal. Cómo utilices tu propio dispositivo es una decisión personal. Si despiertas y lo primero que haces es revisar tu e-mail del trabajo, es tu decisión”.

Sobre todo con los empleados cuyo trabajo se vincula a la tecnología o las finanzas, quienes requieren un estado de conexión permanente y reciben de sus empresas dispositivos de última generación donde la conexión está implícita. Para quienes no tienen la capacidad de poner límites, enferman o tienen problemas en su vida personal por demandas atendidas fuera del horario de trabajo.

Sin embargo, realizar tareas de trabajo fuera del horario normal de oficina parece ser uno de los impulsores de productividad de fenómenos como el de portar tu propio dispositivo, pero las empresas deben fijar una posición respecto a la conciliación de la vida de sus empleados, porque lo que se pensó como un impulsor de la productividad, puede ser un destructor de la creatividad por medio del agotamiento.

Pérdida de peso, insomnio y falta de concentración son sólo algunos de los síntomas de agotamiento; anuncios de que tu cuerpo necesita un respiro de las actividades diarias. Comienza por apagar el dispositivo móvil y cerrar la computadora para variar un poco. Ahora.