Libertad de expresión

Diagnósticos sobre libertad de expresión

Alarmante, informe sobre libertad de expresión

El Universal

Julio E. Muñoz

2 de abril de 2016

 

Hay que reconocer el excelente trabajo de recopilación de atentados contra la prensa, se debe destacar la noble posición por parte de distintos organismos para la defensa de los medios y de los periodistas Hace unos días la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) hizo público y presentó, ante la Comisión de

Asuntos Jurídicos de la Organización de Estados Americanos, su informe Anual 2015 sobre el estado de la libertad de prensa en la región. El documento es un abecedario repetitivo de las continuas falencias y ataques que ésta ha sufrido en el hemisferio durante el año anterior. Junto con reconocer el excelente trabajo de recopilación de atentados contra la prensa, se debe destacar la noble posición de este organismo en su defensa de los medios y de los periodistas, frente al torrente de amenazas y acciones directas que sufren a diario. Las faltas son conocidas y se repiten año tras año. Además de los 27 periodistas asesinados por motivos vinculados con su profesión, la CIDH aboga por la protección física de los actores involucrados, como asimismo facilitar el libre ejercicio de la profesión. Además, recomienda que se deroguen las leyes que penalizan el desacato y criminalizan la difamación; y exhorta a las autoridades estatales para que se abstengan de hacer declaraciones que puedan estigmatizar a periodistas y medios de comunicación. Especial atención pone la CIDH en los casos de Ecuador y de Venezuela. En el país gobernado por Correa, denuncia que las detenciones arbitrarias han aumentado y los abusos, que se escudan en la Ley Orgánica de Comunicaciones, se hacen más frecuentes. En Venezuela, por otro lado, la Comisión denuncia las acciones de altos funcionarios que atacan a periodistas críticos al gobierno y acallan a la prensa que investiga y denuncia actos de corrupción. Mientras tanto los diarios del país se mantienen en jaque debido a la falta de papel prensa, insumo indispensable para la circulación de medios impresos. Desde agosto de 2015, tres decanos de la prensa del interior cerraron sus operaciones, además de El Carabobeño de Valencia, que este mes de marzo publicó su última edición. Desde el 2013, el número de diarios bajó de 115 a 94 al día de hoy. En Venezuela el Estado impone un control de cambios que obliga a los medios a gestionar el acceso a los cupos de divisas. El juego que impone el gobierno es injusto porque el cierre de los diarios afecta directamente a los trabajadores de la prensa que en un número superior a 6 mil verán desaparecer sus fuentes de trabajo. Pero aún más importante es que

la opinión pública queda desinformada y sólo con la visión distorsionada de la prensa oäcialista. ¿Y cómo revertir esta situación donde informes como los de la CIDH insisten en las mismas denuncias, pero sin cambios visibles de esta situación? Los gobiernos en turno en la región ignoran las críticas internas y externas, mientras mantienen un abusivo control sobre la prensa. En aras de supuestamente defender todas las libertades y de la estabilidad económica y social, siguen coartando la libertad de expresión. O sea, estamos frente a un enigma donde las denuncias, bien documentadas, y las investigaciones sobre estos abusos no sirven absolutamente de nada. Continúan las reuniones, informes y misiones, pero no existen las soluciones ni los remedios efectivos que puedan eliminar esta enfermedad. Tal dolencia es muy fuerte pues restringe la posibilidad de informarse, de formarse una opinión ilustrada, y deja al público al arbitrio de

la intolerancia de gobernantes que impiden que el pueblo se informe libremente. Presidente de FUNDALEX Internacional, fundación que promueva la libertad de expresión y la educación por la experiencia. @julioemunoz

 

 

 

Libertad de expresión

Agresiones contra periodistas o medios

Acusan a ex Edil de ataque a reportera

Mural

Jorge Escalante / Corresponsal

01 de abril de 2016

 

Irapuato, México (01 abril 2016).- El ex director de Seguridad Pública municipal de Silao Nicasio Aguirre Guerrero acusó al ex Alcalde priista Enrique Solís Arzola de ordenar golpear a la reportera Karla Silva cuando estuvo en funciones por las críticas que lanzaba al Ayuntamiento en un periódico local.

Durante su comparecencia ante un juez esta tarde, el ex mando afirmó que el ex Edil, preso en el Cereso de Irapuato, le ordenó en reiteradas ocasiones que contratara a personas para que lastimaran a la comunicadora. Afirmó que no cumplió la orden y quien planeó el ataque fue Jorge Alejandro Fonseca Durán, “El Pelón”, quien se desempeñaba como coordinador operativo de la Policía Municipal. “Todo lo que pasó (la agresión a Silva) fue por órdenes del Alcalde, que me presionó más de dos meses para darle un susto a la periodista. Me hice el loco un tiempo pero él seguía insistiendo”, mencionó en su audiencia. En su narración de los hechos, Aguirre Guerrero enfatizó que, para evitar ser presionado, comentó al ex Presidente Municipal que no conocía a personas que pudieran perpetrar el ataque a la comunicadora. El ex director policiaco confesó que comentó con Fonseca Durán la orden que recibió de Solís Arzola, pero no le indicó que ejecutara la agresión. Narró que en una ocasión el ex Alcalde le habló por teléfono y puso el altavoz para que el entonces coordinador operativo escuchara la indicación. “Jorge (‘El Pelón’) decidió hacerse cargo de todo y yo me olvidé de esta plática”, manifestó. Aguirre Guerrero, quien fue capturado ayer en un rancho del Municipio de Silao, afirmó que Solís Arzola solamente quería darle un susto a la reportera por la información en su contra que manejaba. “Quería darle un susto, me comentó que le estaba echando mucha tierra, escribiendo muchas notas en contra de él”, sostuvo. En relación a los autores materiales de la agresión Luis Gerardo Hernández, Joaquín Osvaldo Valero Garnica y José Samuel Ornelas Martínez, el ex mando señaló que no los contrató. Afirmó que “El Pelón” le confesó que había perpetrado el ataque a Silva como lo ordenó Solís Arzola.

Se espera que más tarde el juez vincule a proceso penal al ex mando. El 4 de septiembre del año 2014, la comunicadora Karla Silva fue atacada en el interior de la redacción del periódico donde labora por tres sujetos que presuntamente fueron contratados para cumplir la orden del ex Edil priista.

 

 

 

Libertad de expresión

Agresiones contra periodistas o medios

Declara ex mando por reportera agredida

Mural

Jorge Escalante

01 de abril de 2016

 

Irapuato, México (01 abril 2016).- El ex director de Seguridad Pública de Silao, Nicasio Aguirre Guerrero, comparece esta mañana ante un juez acusado de ordenar golpear, por indicaciones del ex Alcalde priista Enrique Solís Arzola, a la reportera Karla Silva. En un juzgado de oralidad, la defensa del ex mando policiaco aporta pruebas para deslindarlo de la agresión; la audiencia podría durar varias horas y el juez deberá determinar este día si se le vincula a proceso como autor material de la golpiza. Aguirre Guerrero fue detenido el miércoles pasado en un rancho del Municipio de Silao, donde se refugiaba. Desde agosto del 2014 era buscado por la Procuraduría General de Justicia del Estado en el país y en Estados Unidos. El 4 de septiembre de ese año, la comunicadora fue atacada en el interior de la redacción del periódico donde labora por tres sujetos que presuntamente fueron contratados por el ex mando policiaco para cumplir la orden del ahora ex Edil, quien se encuentra sujeto a proceso penal y está recluido en el penal de Irapuato. Los agresores materiales, Luis Gerardo Hernández, Joaquín Osvaldo Valero Garnica y José Samuel Ornelas Martínez también enfrentan acción penal. De acuerdo con el Procurador General de Justicia del Estado, Carlos Zamarripa Aguirre, los cinco involucrados en la agresión a la reportera fueron detenidos. En su presentación ante el juez, Aguirre Guerrero luce con barba de candado y cabello crecido, más de lo que acostumbraba usar cuando se desempeñó como director de seguridad pública.