Periodistas
Ciudadanos y periodistas apoyan denuncia de Aristegui ante CIDH
ARISTEGUI NOTICIAS
REDACCIÓN
02 DE OCTUBRE DE 2015
Ciudadanos y periodistas impulsan, de forma paralela, la denuncia anunciada esta semana por la periodista Carmen Aristegui, quien desde Medellín indicó que acudiría ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, para denunciar “denegación de la justicia” por parte del Estado Mexicano, tras su salida del aire en marzo pasado.
A través de Change.org, más de 9 mil 500 usuarios comenzaron a sumarse a la petición titulada: “CIDH admitan la demanda de Aristegui contra el Estado mexicano”.
En la exposición de motivos, la petición indica que “debemos decirle a este órgano internacional que somos miles las personas que nos sentimos agraviadas por el despido arbitrario de Carmen Aristegui y pedirle masivamente que actúe. El primer paso, es que admita la demanda que Carmen presentará… Si la CIDH admite la demanda de Carmen, se abrirá una nueva esperanza para hacer justicia en este caso que nos ha ofendido a tantas personas”.
Por otra parte, periodistas de América Latina se suman a la denuncia, por medio de una página de Formularios de Google, en la que se recaban datos de quienes se dedican al oficio periodístico.
La periodista fue apoyada, desde antes de anunciar la denuncia, por su reconocida colega Mónica González.
Durante un coloquio contra la corrupción, González dijo que “lo que han hecho con el equipo de Carmen Aristegui es la otra cara del asesinato físico de periodistas. Esa lacra que no podemos seguir presenciando desde el balcón. ¡Asesinan a nuestros compañeros!, ¡no hay justicia!, ¡nadie sabe quién los mata!, ¿hasta cuándo? ¡Basta! A cada compañero que nos toquen, nos tocan a todos, y este es el primer paso. Vamos a la Corte Interamericana, porque no queremos soportar más que nos sigan asesinando con nuestra palabra, con nuestro talento, o simplemente arrebatándole la vida a los periodistas”.
Así anunció Aristegui la denuncia; después puedes ver lo que dijo González sobre la misma:
“Autoritarismo: entre micrófonos cerrados y chequeras abiertas”, articulo de Pulido – Aristegui Noticias
ARISTEGUI NOTICIAS
MIGUEL PULIDO
02 DE OCTUBRE DE 2015
Recientes contrastes retratan la delicada situación de la libertad de expresión en México: mientras a periodistas independientes les cierran los micrófonos, a otros los gobiernos les abren las chequeras.
Vivimos profundas contradicciones. Durante el último año, un grupo de periodistas –Carmen Aristegui, Daniel Lizárraga, Rafael Cabrera, Irving Huerta y Sebastian Barragán- ha sido ampliamente reconocido y galardonado, tanto en el país como en el extranjero. La paradoja es que, por hacer periodismo, perdieron su empleo en Noticias MVS.
Esta misma semana, mientras ellos recibían en Colombia el prestigioso premio Gabriel García Márquez por documentar el conflicto de interés del Presidente de la República, un amplio reportaje de Jenaro Villamil en la revista Proceso dio cuenta del millonario negocio paralelo de Joaquín López Dóriga. El conductor del noticiero estelar de Televisa lleva años cobrando de forma directa a políticos e instituciones por dar cobertura y entrevistas. Promedia casi 18 millones de pesos por año, durante los últimos trece.
Estos contrastes y paradojas no son expresiones folklóricas de periodistas que se dejan consentir financieramente o de empresarios que súbita y locuazmente prescinden del talento. En realidad son muestras de un contubernio estructural entre medios y poder político. Aquí algunas ideas.
- La fantasía de la pluralidad
En materia de medios, la apuesta siempre ha sido tener el control y aparentar un régimen plural y de libertades (usando a los propios medios para lograrlo). Un ejemplo ilustrativo: el 15 de abril de 2015, durante la entrega del Premio Nacional de Comunicación, el presidente Peña Nieto dijo frente a los empresarios del sector:
“La libre manifestación de ideas es una conquista social irrenunciable que hoy forma parte de la normalidad democrática. Déjenme poner en contexto el número de medios que tenemos en México:
Se publican cerca de 600 periódicos y circulan más de 650 revistas. Hay más de dos mil 500 emisoras de radio y televisión”.
¿Conquista social? ¿Números en contexto? México es uno de los países con mayor concentración mediática en América Latina. En cifras redondas, hoy mismo, Televisa y Televisión Azteca ocupan 60% de todas las frecuencias en uso para televisión en México y 95% de las concesiones para televisión comercial. En cuanto a radio, el 75% de las frecuencias de radios comerciales pertenece a 14 familias. Sume usted que los principales comentaristas de televisión también lo son de la radio y son las principales plumas de opinión.
- Nos manipulan con nuestro propio dinero
La evidencia sobre el gasto gubernamental en medios de comunicación es contundente: es abusivo. Por ejemplo, con datos oficiales, Fundar y Artículo 19 mostraron recientemente que el presidente Enrique Peña Nieto gastó más de 14 mil 663 millones de pesos en publicidad oficial durante los dos primeros años de su gobierno. Una cifra que nunca antes había gastado un presidente al iniciar su sexenio. Otro caso, en 2012, último año del gobierno de Felipe Calderón, los recursos ejercidos en publicidad oficial ascendieron a más de 9 mil 200 millones de pesos.
El abuso de la publicidad de los informes anuales es una práctica reiterada por parte de gobernadores. Varios casos son dignos de escándalo; por ejemplo, en febrero de 2012, el gobernador de Puebla gastó en tan sólo un mes 56 millones de pesos para dar a conocer su primer informe anual. En diciembre de 2013, el Gobernador de Chiapas (se sabe, uno de los estados más pobres) figuró en un cartel que apareció en todo el país, a pesar de una prohibición legal. Según reportajes periodísticos, el Gobernador de Chiapas gastó en esa campaña 130 millones de pesos.
Nuestros gobernantes nos dicen qué pensar de ellos, y para ello usan nuestro propio dinero.
- La imagen se tranza en lo oscurito
Con un gobierno adicto a su propia imagen y empresas mediáticas propensas a esta variante sofisticada —y al mismo tiempo vulgar— de chantaje: dinero a cambio de línea editorial, la relación medios-gobierno en nuestro país se explica en cuentas de miles de millones de pesos. Gastos que son difícilmente cuantificables con precisión debido a la ausencia de transparencia.
A pesar de la relevancia de esta información, han fracasado los esfuerzos por hacer público el gasto en publicidad oficial. Las investigaciones de Justine Dupuy y de Ana Cristina Ruelas dan cuenta de la opacidad prevaleciente: en la mitad de las entidades federativas no se puede conocer con detalle el desglose de los gastos en publicidad oficial. Pero el problema no sólo radica en las resistencias del sector público, pues las empresas mediáticas tienen su dosis de responsabilidad. De hecho, la mayoría de los medios de comunicación mexicanos se niegan a revelar datos fundamentales sobre audiencias o circulaciones. Impensable que informen cuántos recursos públicos reciben.
- El modelo es el control, no importa el artefacto de comunicación.
El modelo priista en su etapa hegemónica basó su poder en gran medida en el control de los distintos fenómenos informativos, y de forma muy especial, en el que corresponde a los medios de comunicación. En tiempos de la supremacía de la televisión ¿cuál fue la mejor forma? Teniendo al dueño de Televisa por soldado del Presidente.
Pero no existe modelo mediático en ninguna parte del mundo, disociado del sistema político que le da marco. ¿Por qué importa esto? Es posible que la batalla se esté desplazando de la imposición informativa por la vía del “rating” a la disputa por el “trending topic”, pero en el fondo la estrategia del gobierno sigue siendo la misma: control más desinformación.
Sartori describió en su clásico homo videns que si la comparación era entre la televisión y la computadora, la segunda era muy superior y más sofisticada. El problema es que la primera, en su carácter monovalente, requería sólo de un receptor pasivo de mensajes. Y esa es su apuesta, que nada cambia, y seguimos enganchados a la televisión. Si acaso, los que antes no leían más que la cabeza de la nota hoy hacen boxeo de sombra con un “tuit”.
No hay que confundirse. No es una coincidencia que el equipo de periodistas más reconocido y premiado de la historia reciente no tenga espacio para hacer su trabajo y que el conductor del noticiero principal de la televisión reciba millones. Así se expresa el autoritarismo: cerrando micrófonos y abriendo carteras.
Miguel Pulido
Miguel Pulido es abogado. Ha sido director de Fundar, profesor en la Universidad Iberoamericana y visitante en la Universidad de Yale. Actualmente participa en Antifaz (www.antifaz.org.mx) un proyecto que busca abordar críticamente los asuntos públicos, las élites políticas y las dinámicas de poder.
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