Alberto Aguilar
Nombres, nombres y… nombres
16 de octubre de 2009

EN EL ESCENARIO de las telecomunicaciones parece vislumbrarse en lo que resta del sexenio la voluntad de dar por parte de la administración del presidente Felipe Calderón un golpe de timón y modificar el entorno en el que se encuentra la competencia en la TV.
La oportunidad como le he platicado la ofrece la transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) que buscará empujar en las próximas semanas SCT que lleva Juan Molinar, con ajustes a los lineamientos en la materia.
Los países de la OCDE ya han comenzado a migrar de la tecnología analógica que conocemos a la digital.
Con la TDT amén de potenciar el espectro y mejorar la señal, se amplia el número de canales y contenidos para el público en la TV abierta, lo que ya sucede en Europa.
El tema afectaría a más de un actor, entre ellas las cableras y por supuesto a Televisa de Emilio Azcárraga con su supremacía en la TV abierta.
Esta compañía es también dueña de Sky que comanda Alexandre Penna, presionada este año por Dish México que lleva Joaquín Vargas que ha podido avanzar a gran velocidad con un paquete de canales a 149 pesos.
Igual logró en 2007 y 2008 el aval de la CFC para adquirir el 50 por ciento de la cablera TVI de Francisco González y el 49 por ciento de Cablemás de Javier Alejandro Álvarez Figueroa.
Tras esas inversiones, Televisa tendría dificultades para asimilar la competencia que se abriría con nuevos canales vía la TDT.
Pero más allá de lo que suceda, fíjese que en el escenario hay otro expediente que podría complicarse en la telefonía y que otra vez remite a Televisa.

Opinión completa:
http://www.eluniversal.com.mx/columnas/80491.html