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La declaración “mortífera” de Calderón
NTR El Diario de Guadalajara
Julio Hernández
15 de mayo 2015
¡Uf! Severo gancho al hígado propinó ayer el ex presidente de la República Felipe Calderón Hinojosa al escándalo generado por la decisión del Comité Municipal del PAN de dar de baja de su padrón al ex gobernador Emilio González Márquez por apoyar la candidatura de Enrique Alfaro Ramírez a la presidencia municipal de Guadalajara.
Calderón Hinojosa eligió la ciudad de León, Guanajuato –que se encuentra a tres horas, aproximadamente, de la capital tapatía–, para declararle al corresponsal del periódico Excélsior que el ex gobernador Emilio González le pidió recibiera a Enrique Alfaro.
El texto de la nota dice textualmente:
“Según Calderón, González Márquez quería que Enrique Alfaro le sucediera en la gubernatura de Jalisco”.
“El gobernador Emilio González me pidió un día que lo recibiera –a Enrique Alfaro-. Tuvimos una conversación y yo incluso le señalé que cómo era posible, que incluso hace un par de años me estaba señalando como ilegítimo y cosas así, ahora pretendiera ser candidato del PAN”.
“Felipe Calderón sostuvo que él jamás invitó a Enrique Alfaro y la difusión de esta versión le genera ‘cierta desconfianza’”.
“Él ha señalado que yo lo invité a ser candidato del PAN a la gubernatura… eso no es cierto”.
Hasta aquí, la información del diario capitalino de circulación nacional sobre la declaración del ex presidente Calderón y su encuentro con Alfaro Ramírez por mediación de González Márquez.
Sin duda que la primera pregunta que surge es: ¿por qué el ex presidente Calderón Hinojosa se decidió ahora a confirmar ese encuentro que sostuvo con Alfaro y revelar quién fue el que intercedió en aquel entonces para que se diera este encuentro?
¿Por qué lo hace luego de que el Comité Municipal del PAN decidió dar de baja de su padrón de militantes al ex mandatario estatal?
Sin duda que hoy Emilio González se ha convertido en un invitado especial a este proceso electoral sin ser él quien aparecerá en las boletas el próximo 7 de junio.
González Márquez estuvo en el debate del IEPC entre los candidatos a la alcaldía de Guadalajara el pasado martes y lo estuvo en el de hoy organizado por el grupo de jóvenes denominado Indagante, pues a diferencia de hace cuatro días, ahora hasta el candidato del PAN, Alfonso Petersen Farah, hizo referencia al ex gobernador.
Pero a la par de la difusión de la declaración de Calderón, de manera sorpresiva se dio cuenta de la renuncia a su militancia en el PAN de quien fue secretario de Promoción Económica con Emilio González: Alonso Ulloa Vélez, quien fungía como asesor del candidato panista a la alcaldía zapopana, Guillermo Martínez Mora.
Al mismo tiempo trascendió que el ex dirigente estatal, Antonio Gloria Morales, también renunciaría al PAN, versión que el propio ex secretario de Educación con González Márquez negó personalmente a este reportero.
La renuncia de Alonso Ulloa y la versión de que lo haría Gloria Morales se interpretó como un movimiento estratégico del emilismo para contener las consecuencias del ex presidente Felipe Calderón y para desviar la atención a su expulsión.
Y es que si bien la expulsión –aun no concretada oficialmente– de Emilio González por apoyar a Alfaro fue un fuerte golpe en su contra, la revelación de Felipe Calderón de que fue el ex gobernador quien le pidió audiencia para el entonces aspirante a sucederlo, fue la “puntilla” en su contra.
Y es que Alfaro no se ha atrevido a negar contundentemente el señalamiento de que González Márquez está detrás de él. Lo más que ha dicho es que eso es un pleito entre panistas. Usted juzgue.
¿Qué efectos tendrá la expulsión de Emilio González y la declaración de Felipe Calderón en la candidatura de Enrique Alfaro? Difícil saberlo en estos momentos, pero será cuestión de tiempo.
ES TODO, nos leeremos ENTRE SEMANA.
NTR El Diario de Guadalajara
Alejandro Juárez
15 de mayo 2015
Primer acto. La escena es sencilla: una persona se acerca y extiende la mano con un volante a colores, que ofrece a quien va pasando. El transeúnte lo toma mientras el repartidor (sudando bajo el sol, apurado por terminar lo más pronto posible y pasar a recoger el sueldo del día) se aleja. Los ojos voltean al trozo de papel y descubren que se trata de publicidad electoral. La mano, casi en automático, desecha la publicidad arrojándola al piso, en ocasiones arrugándolo si el rostro le resulta molesto. Lo que unos momentos antes era un anuncio se convierte de inmediato en basura en la calle.
Segundo acto. Un estudiante de ciencias ambientales coloca pequeños contenedores de plástico en diversos puntos de un parque público, cada uno con un anuncio: “No tocar, material experimental”. Su intención es verificar la cantidad de humedad que se condensa durante la noche en el área verde, para calcular el riego óptimo de las plantas. Instala 20 recipientes y regresa al día siguiente para recoger los resultados. Pero no encuentra ninguno de los trastes, sustraídos todos por los visitantes. En el área circundante lo que abunda son envolturas, latas, bolsas tiradas.
Basura.
Tercer acto. La ciudad se inunda de volantes y folletos distribuidos mano en mano, pegados con cinta en puertas y rejas o arrojados al interior de casas por una multitud de repartidores, a quienes les importa poco lo que dicen los sonrientes políticos, en rotundas frases que parecen calcarse unos a otros. Decenas, cientos de kilos, toneladas de papel se transforman en un problema de desechos. El diseño gráfico, la impresión y la distribución de los volantes se pagaron con recursos públicos. La limpieza de calles, la recolección en domicilios, el transporte al tiradero y el tratamiento en sitio de la basura, también.
¿Cómo se llamó la obra? Temporada electoral. ¿Y el segundo acto, qué tiene que ver con esto? Es un caso comparativo: el punto es que la mayor parte de la población está entrenada para deshacerse de inmediato de cualquier cosa que considere inútil, una basura. Miles de niños y adultos son capaces de cargar con refrescos, bolsas de frituras y demás a pesar de su volumen o peso, pero en cuanto los utilizan una comezón parece acometerlos: deben deshacerse de los restos lo más pronto posible. Tirándolos en la calle, en la parada del camión, afuera de las casas. Donde sea. Por el contrario, si algo es considerado de valor (como los envases colocados en el parque) no faltará alguien capaz de robarlos, a pesar de su minúsculo valor real (un peso con cincuenta cada uno). El hecho de que el lapso entre recibir publicidad que pretende obtener votos sea de meros segundos, indica a las claras que la mayor parte de quienes la reciben la consideran inútil. Basura. Si es así, no beneficia a quién la emitió (el político en turno) ni a la sociedad que pagó por ella. Mucho menos a los 17 árboles que fueron talados, machacados y tratados con sustancias químicas para convertirse en papel para albergar las frases y rostros de los candidatos.
La solución del estudiante fue ingeniosa y simple: cambió el aviso de los envases, que ahora anuncian “Peligro, sustancias tóxicas”. Las palabras están acompañadas de una sugestiva calavera negra, que añade fuerza y disuade al visitante del hurto. La solución para los candidatos requiere más imaginación, la búsqueda de canales que los conecten de manera más clara y directa con sus posibles votantes, en lugar de imprimir millares de mensajes que serán de interés para una fracción infinitesimal de personas y, por el contrario, serán recibidos como una inutilidad por la inmensa mayoría. Convertir recursos públicos en basura es una barbaridad, que puede y debe evitarse. Cierra el telón.
Jóvenes califican debates como confusos y actuados
NTR El Diario de Guadalajara
Liliana Razo
15 de mayo 2015
Falta de claridad, llenos de show y actuados son los calificativos que jóvenes jaliscienses dedicaron a los debates electorales, dado que los candidatos –dijeron– sólo proyectan confusión y desconfianza.
“De los debates que he visto no son muy claros en sus punto de vista, además empiezan con cosas personales y cambian de tema y evaden sus propuestas y más bien parece mercadito en lugar de un debate político y propuestas reales. Generan desconfianza porque no son claros en sus propuestas”, aseguró Vianey.
NTR sondeó a 40 jóvenes de entre 18 y 20 años en el Centro Histórico de Guadalajara, más de la mitad de los cuales manifestó que los debates son “puro teatro” e, incluso, a más de uno le causó risa cómo se ofenden discretamente unos a otros.
“La verdad se la pasan juzgando uno al otro en lugar de que se pongan a ver lo que necesitamos. No están aplicándola como su debate, se están fijando en qué hizo mal uno y eso nos confunde y hace que nos fijemos en eso”, comentó Karina.
“Ahora sí que no se sabe ni a quién irle, porque todos se sacan cada cosa. A mucha gente creo que menos le va a dar ganas de votar. “En vez de estarse peleando o sacarse sus trapos deberían hacer cosas más productivas, en lugar de hacer sus teatro”, añadió.
Sólo cuatro entrevistados consideraron útil la realización de los debates, pues promueven el voto.
“Se me hace una buena idea para conocer las propuestas de los candidatos y todo eso. Aunque con el uso de las tecnologías hay más opciones que podrían utilizar”, declaró uno de los entrevistados.
Además, 10 por ciento aceptó no haber visto alguno de los debates por falta de interés y porque están hartos de las campañas electorales.
El dato
60% los considera un teatro
20% los considera confusos y con objetivos poco claros
10% los considera útiles y propositivos
10% por ciento no los ha visto
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