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Equidad electoral
La imposible equidad en la cobertura electoral
La Jornada Jalisco
Julio Ríos
23 de abril del 2015
Es una utopía -por no decir un sueño guajiro- lograr la cobertura equita-tiva que el Instituto Nacional Electoral pretende que los medios de comunicación realicen durante el proceso en curso.
Si bien los lineamientos que recomendó desde el año pasado el Comité de Radio y Televisión en el sentido de una cobertura “imparcial, neutral y objetiva” son admisibles, lo que parece asustar a muchos noticieros y periódicos es la famosa equidad en tiempos o espacios.
Con todo respeto, pero no todos los candidatos generan el mismo interés para la ciudadanía. Hay unos más mediáticos que otros y que por puro instinto periodístico requieren más atención. Por ejemplo, en Guadalajara hay dos candidatos que acaparan los reflectores y es totalmente lógico. Pedir lo contrario es antiperiodístico.
Además, ningún medio de comunicación tiene espacio, ni personal suficiente para cubrir a todos. Tan sólo en la Zona Metropolitana son 45 candidatos a alcaldes, y eso sí hablamos de los cinco municipios más grandes nada más. Si a esto le sumamos que hay diez candidatos a diputados locales de distritos metropolitanos, entonces es prácticamente imposible destinar a 55 personas para cubrir toda la agenda de estos personajes. Ni qué decir de cubrir a los 688 abanderados a una presidencia municipal en todo el estado. Es imposible.
También una cuestión: ¿cómo piden algunos órganos electorales la equidad en coberturas si ni siquiera ellos son parejos en el reparto, por ejemplo, de recursos?
Las prerrogativas se distribuyen de acuerdo con la fuerza de votación que cada partido mostró en los comicios próximos pasados. Si bien el 30 por ciento del presupuesto se reparte de forma equitativa, el resto obedece a esta fórmula, que fue la mejor manera en que se determinó la asignación de los dineros. Y creo que es un mecanismo justo el que los institutos electo- rales encontraron para resolver esta distribución.
Entonces, darle a todos los candidatos exactamente el mismo tiempo en un noticiario, o la misma extensión en un periódico, es un absurdo. Ni siquiera los organismos electorales lo hacen así, mucho menos debería hacerlo un medio informativo.
Lo único que están logrando con esto es que algunos canales televisivos -no sólo públicos, también privados- se vayan por el camino fácil de no cubrir nada de nada y de esta forma evitar el riesgo de alguna denuncia interpuesta por algún candidato resentido, que sienta que no le están dando la atención merecida.
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