El poner un impuesto del 4 por ciento a las telecomunicaciones podría implicar un costo social muy alto, pues prácticamente equivale a gravar el acceso a la sociedad de la información a los habitantes del país.
Ramiro Tovar y Ernesto Piedras, especialistas en telecomunicaciones coincidieron en que este sector es el de mayor crecimiento, porque la población adopta sus servicios a una tasa muy acelerada, lo cual equivale a que penetra estratos de ingresos cada vez mas bajos, lo que implica que la demanda sea muy sensible al precio.
“Cuando el gobierno fija un impuesto con una adopción tan grande, el costo social es alto, y obviamente se dejará de consumir por la carga fiscal, pues ya no se puede sufragar, y esto también repercute en la economía”, dijo Tovar.
Cifras de la Encuesta Ingreso Gasto 2008, elaborada por el INEGI revelan que en promedio en México los hogares destinan 4.76 por ciento de su gasto a las comunicaciones; sin embargo, el decil más bajo solo ocupa el 1.88 por ciento y el 60 por ciento de la población menos del 4 por ciento.
Dado que la sensibilidad a cambios en el precio es muy alta, un impuesto mayor implica que estos montos tiendan a irse a la baja en la mayor parte de los hogares.
México/Susana Mendieta
Nota Completa:
http://impreso.milenio.com/node/8648571
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