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Candidatos independientes
Candidaturas independientes: ¿los menos malos?
La Jornada Jalisco
Eduardo González Velázquez
31 de enero de 2015
Las nuevas reglas electorales en el país han venido a colocar un nuevo actor, aún desconocemos su potencial y el peso específico que tendrá, en la disputa por los puestos de elección popular: los candidatos independientes. En las próximos elecciones veremos a varios ciudadanos “independientes” ¿no queda claro de qué o de quiénes?, pedirle a los electores el voto que les permita llegar a los congresos locales, a la Cámara de Diputados, y a las presidencias municipales.
Desde luego, reconozco la valía de la legislación electoral que permite que cualquier ciudadano pueda acceder a un puesto de elección popular, sin que obligadamente sea postulado por un partido político. Sin embargo, a la luz de los candidatos “independientes” y de los ciudadanos “sin partido” candidateados por la partidocracia se impone hacer algunas reflexiones para entender la “nueva” lógica electoral, y tener mayores certezas sobre las dinámicas del poder posteriores a las elecciones intermedias.
Si bien el Estado no puede negarle a los ciudadanos la oportunidad de disputar un puesto de elección popular, es fundamental que los interesados cuenten con los conocimientos técnicos para ejercer labores de gobierno en caso de triunfar en las urnas. Es cierto que habrá quienes afirmen con mucha razón que los actuales gobernantes están muy lejos de ese modelo ideal, que muchos no cuentan con el conocimiento para ejercer adecuadamente su trabajo, pero ello no es razón para refugiarnos en ciudadanos igualmente inexpertos y poco capacitados en el ejercicio de gobierno. Lo que urge es elevar el nivel de los políticos profesionales, de los candidatos independientes y de los ciudadanos “sin partido” por el bien de la sociedad.
Para no caer en la discusión sobre la posible exclusión de ciudadanos poco capacitados para las labores de gobierno, estoy cierto que para un asunto tan delicado como gobernar debemos establecer los mínimos necesarios y de ahí comenzar a construir. No es un asunto de violentar derechos políticos de nadie. Los mínimos necesarios no son para excluir, sino para fortalecer el ejercicio de gobierno por el bien de la ciudadanía. Si caemos en la trampa de pensar que “cualquiera puede ser gobernante”, corremos el peligro de changarrizar aún más la alicaída democracia mexicana. Si bien, la calidad de nuestros gobernantes deja mucho que desear, ello no es motivo para bajar aún más el nivel de los candidatos, sean o no independientes.
Estamos frente a dos tipos de candidatos: por un lado los independientes y por otro los “ciudadanos sin partido” que son postulados por un instituto político. En el primer caso nos encontramos personajes salidos de los movimientos sociales alejados del ejercicio partidista, con cierto capital político, pero con pocos recursos y una pesada “tramitología” frente al Instituto Nacional Electoral difícil de cumplir. Son los candados que dejaron los partidos políticos para mantener el monopolio electoral. En el segundo caso, los ciudadanos vueltos candidatos de los partidos políticos son personajes que gozan de cierta popularidad lo que eventualmente les daría la posibilidad de ganar, o al menos obtener los votos necesarios para que los institutos políticos obtengan o mantengan su registro; no obstante carecer de capital político, lo cual podría ser resuelto mediante la maquinaria electoral partidista.
En todo el tinglado ya sea con los políticos profesionales, los candidatos independientes o los ciudadanos “sin partido”, la pepena de votos quedará en las alforjas partidistas que seguirán lucrando con la democracia mexicana. Mientras la lógica partidista sea la de ganar elecciones y no la de gobernar en beneficio de la sociedad las nuevas reglas electorales servirán de muy poco.
Finalmente, nada garantiza que los candidatos independientes propuestos desde varias trincheras sean mejores que los sacados de las chisteras partidistas, lo cual nos coloca en una situación peligrosa: pensar que las opciones “no partidistas” presentadas en las boletas electorales sean dignas de nuestro voto no por ser las mejores, sino por ser las menos malas.
Candidatos de partidos políticos | PRI | Salvador Rizo | Zapopan | Movimiento Ciudadano | Pablo Lemus
Mural
S. Cabañas
31 Enero del 2015
UN ‘ENSAYO ELECTORAL’ protagonizaron dos precandidatos a la Alcaldía de Zapopan a inicios de la semana.
EL PRIISTA Salvador Rizo publicó en Twitter un elogio a Zapopan, con el texto: ‘la tierra de nuestros padres, el hogar de nuestros hijos’.
SUMÓ AL MENSAJE fotos simbólicas del Municipio.
NO QUISO QUEDARSE atrás Pablo Lemus, aspirante de Movimiento Ciudadano, y 36 minutos después escribió la historia y publicó la foto de los Arcos de Zapopan.
LA GUERRITA SIRVIÓ para medir seguidores. La mañana siguiente, Rizo tenía 800 ‘likes’ más que Lemus.
Candidatos de partidos políticos | Movimiento Ciudadano | El Salto | Diego Fernando Díaz
Pueden ‘fichados’ ser candidatos
Mural
Alejandro Alvarado
31 Enero del 2015
Uno de los precandidatos de MC por la Alcaldía de El Salto, Diego Fernando Díaz Contreras, tiene historial de acusaciones en su contra: por portación de cocaína y fraude. Él respalda su inocencia exhibiendo una “Carta de Policía”.
Díaz Contreras atribuye la circulación de su “ficha” policial a golpeteo político para desprestigiar al precandidato fuerte.
Cuenta que por ser crítico de la Administración de la entonces Alcaldesa, Bertha Alicia Moreno, policías lo arrestaron y lo quisieron incriminar con una porción de cocaína, pero cuatro días después lo soltaron con su respectiva disculpa.
En tanto, las acusaciones de fraude por un pagaré supuestamente manipulado a su favor las descarta porque un juez determinó que se le pagara. El escrito “seis mil pesos”, supuestamente se antepuso un “veinte” para elevar el monto a cobrar.
Encima, en redes circula una imagen de un simpatizante, Rodolfo Mercado, que posa con un arma que Díaz asegura es de juguete y con la publicidad del precandidato que replica un billete de 100 dólares: por un lado está Benjamin Franklin y por otro las promesas de seguridad y oportunidad de Díaz.
De acuerdo con la legislación federal y estatal, los ciudadanos con antecedentes penales o que se hayan sometido a un proceso criminal pueden ser postulados a puestos de elección popular.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en su Artículo 38, establece los tres supuestos que imposibilitarían a una persona a ejercer el derecho de ser votado: estar sujeto a un proceso criminal por delito que merezca pena corporal, durante la extinción (prescripción) de la pena corporal o por estar prófugo de la justicia.
En tanto, el artículo 11 del Código Electoral del Estado de Jalisco, en su fracción tercera, establece que es requisito para ser Presidente Municipal, Regidor o Síndico que los ciudadanos estén en pleno ejercicio de sus derechos.
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