-Legislación en materia de comunicación
La autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones
La silla rota
Ma. Elena Estavillo
18 noviembre 2014
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) nació el 10 de septiembre de 2013, con la ratificación de sus 7 comisionados por parte del Senado, a partir de lo establecido en la Reforma Constitucional en Telecomunicaciones publicada en el Diario Oficial de la Federación el 11 de junio del 2013.
El IFT surge como un órgano constitucional autónomo, dentro de un diseño institucional completamente distinto al que existía previamente, concentrando las atribuciones regulatorias que antes se encontraban divididas entre la Comisión Federal de Telecomunicaciones y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes. Adicionalmente, la Constitución invistió al IFT como autoridad de competencia para los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, con lo cual se dividieron las atribuciones que antes se concentraban en la Comisión Federal de Competencia, creando ahora dos autoridades de competencia encargadas de la aplicación de la misma Ley Federal de Competencia Económica, pero para actividades económicas diferentes.
El nuevo diseño institucional presenta una diversidad de características sobre las cuales vale la pena reflexionar, pero en esta ocasión nos enfocaremos en la naturaleza del IFT como órgano constitucional autónomo.
¿Qué es un órgano constitucional autónomo? Se trata de una entidad pública fundada directamente en el texto constitucional sin formar parte de ninguno de los tres poderes en los cuales tradicionalmente se divide el Estado. Los órganos constitucionales autónomos son creados para conferirles una responsabilidad pública fundamental, que por su relevancia se busca desmonopolizar, especializar, agilizar, independizar, controlar y/o transparentar ante la sociedad, tal como lo señala Valentín Ugalde[1].
La responsabilidad fundamental que se ha conferido al IFT es la del desarrollo eficiente de la radiodifusión y las telecomunicaciones, para lo cual tiene a su cargo la regulación, promoción y supervisión del uso, aprovechamiento y explotación del espectro radioeléctrico, las redes y la prestación de los servicios de radiodifusión y telecomunicaciones, así como del acceso a infraestructura activa, pasiva y otros insumos esenciales, además de la responsabilidad de proteger la libertad de expresión, el derecho a recibir información plural, el derecho de acceso a las tecnologías de la información y comunicación, así como otros derechos establecidos en los artículo 6º y 7º de la Constitución.
Adicionalmente, el IFT tiene la responsabilidad de proteger la competencia y la libre concurrencia en las telecomunicaciones y radiodifusión, combatiendo prácticas monopólicas y fenómenos de concentración contrarios al interés público. El Instituto es así una autoridad de competencia con el conocimiento especializado de un regulador sectorial y un regulador con conocimiento especializado en materia de competencia, situación que lo confiere una ventaja sustantiva para lograr sus fines y razón de ser.
Como órgano constitucional autónomo, el IFT es independiente de otros poderes del Estado, lo cual permite que sus decisiones se sustenten en aspectos técnicos con el fin de obtener los objetivos para los que fue creado, sin someterse al vaivén de las coyunturas o influencias políticas.
Esta independencia y la orientación de sus acciones hacia las responsabilidades que se le han encomendado, son elementos fundamentales del diseño institucional contenido en la reforma constitucional, donde se dejan las cuestiones de operación y ejecución al Poder Ejecutivo, para concentrar la regulación de los sectores en el IFT.
Con ello se busca eliminar los conflictos que se generan cuando una misma institución persigue fines que en un caso concreto pueden resultar contradictorios, como sería por ejemplo el cometido del Poder Ejecutivo para impulsar en el mercado los servicios provistos por una entidad con participación pública, frente a la responsabilidad del IFT para contener esa actividad si en su actuación afecta la competencia en los mercados.
No obstante, asumir cabalmente la autonomía entraña retos internos y externos para el IFT. La autonomía no debe entenderse como aislamiento. Pero en el otro extremo, la autonomía tampoco admite intromisiones. Es importante comprender que los objetivos de política que persigue el IFT se relacionan con otros fines encomendados a distintas instancias públicas, por lo cual la comunicación y cooperación en algunos temas es relevante para una toma de decisiones eficaz y certera, que contribuya a una acción coordinada del Estado.
También es esencial la rendición de cuentas formalmente prevista ante el Poder Legislativo y más que todo ante la sociedad. No obstante, para la construcción y afianzamiento de una institución autónoma, es preciso delimitar atribuciones y seguir cauces transparentes para que estas relaciones sean constructivas y respetuosas de los ámbitos de actuación de cada institución, sin admitir relaciones de subordinación ni la pretensión de injerencias indebidas.
De igual forma es fundamental entender que el IFT no es un mediador de posturas entre distintos gestores, ni en su carácter de regulador sectorial ni como autoridad de competencia, sino que en toda circunstancia debe promover el interés público y dentro de este marco deben juzgarse sus actuaciones. Este principio debe ser una guía esencial y un soporte interno para preservar la independencia de las decisiones del IFT, ya que frecuentemente el interés público se refleja en beneficios de mediano y largo plazo para una población numerosa pero desorganizada, que no se expresa en los medios públicos.
Asumir que en ocasiones la vocación de un regulador autónomo es no ser popular, también es un elemento hacedor de autonomía.
Reporte Índigo
19 de noviembre de 2014
Ramón Alberto Garza
Lo que está en juego hoy ante el IFT es la oportunidad de oprimir un botón para el gran despegue de las telecomunicaciones en México
El nuevo Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) creado bajo las recientes reformas peñistas, tiene frente a sí su primera prueba de fuego.
No, no se trata de la licitación de las nuevas cadenas de televisión ni de acelerar el apagón analógico para que entre de lleno la televisión digital.
Lo que está en juego hoy ante el IFT es la oportunidad de oprimir un botón para el gran despegue de las telecomunicaciones en México y tiene que ver con la aprobación de la compra de Iusacell por parte de AT&T.
Sin duda esta acción marcaría de manera definitiva el proceso de transformación de la reforma de telecomunicaciones impulsada por el presidente Enrique Peña Nieto.
El quid del caso Iusacell y de AT&T es que el IFT tiene dos protocolos que sortear para salir adelante.
El primero es que el IFT acepte que Ricardo Salinas Pliego adquiera el 50 por ciento de las acciones que tiene en su poder Televisa. Y aprobado esto –aunque la votación puede ser simultánea- dar la luz verde para la venta total de la empresa a AT&T.
De la celeridad que el IFT le dé a este caso se verá la efectividad o no de aplicar la reforma de telecomunicaciones, porque la llegada del jugador norteamericano servirá para que se desplace en México un actor de clase mundial.
No hay que olvidar que AT&T se fue ya una vez de México porque reclamaba que la cancha no estaba pareja. Las absurdas condiciones que imponía Telmex en los costos de interconexión y otros servicios hacían imposible la competencia.
El mensaje del retorno de AT&T sería muy claro: el gobierno mexicano ya emparejó la cancha y la competencia sana definirá al mejor jugador.
Por supuesto que la entrada de la Telecom norteamericana no es gratuita. Vendrá cargada con inversiones activas, lo que creará empleos, mejorará los servicios y beneficiará a millones de usuarios.
Randall Stephenson, presidente de AT&T, ya declaró a México como un país muy atractivo para la inversión como consecuencia de las nuevas reglas del juego. No duden que una postura así atraerá a la cancha de la telefonía a otros jugadores.
La apuesta de AT&T va sin duda por la telefonía móvil, pero sobre todo la de redes 4G, la que facilita el internet para fortalecer el intercambio de información, audio y video.
Por eso es crucial que el IFT actúe con la rapidez necesaria. Porque no se trata de beneficiar a dos empresas –una mexicana y una norteamericana- en una operación meramente mercantil.
Se trata de acabar con el atraso en el que nos tiene en Telecom el todavía dominante Carlos Slim.
IFT autoriza fusión AT&T y DirecTV en México
El Universal
Edgar Sigler
18 de noviembre de 2014
La operación, valuada en 48 mil 500 millones de dólares, aún debe pasar por la aprobación de reguladores en Estados Unidos
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) autorizó la fusión de los gigantes estadounidenses AT&T y DirecTV en México, a la espera de que las compañías obtengan respuesta por parte de los reguladores estadounidenses a su operación valuada en 48 mil 500 millones de dólares.
“AT&T ha recibido la aprobación por parte del IFT de la propuesta de la compañía para adquirir a DirecTV. Se anunció previamente que el acuerdo recibió la aprobación en Brasil y Trinindad y Tobago”, expresó este martes AT&T en un comunicado en su sitio oficial de Internet.
El regulador dio luz verde a la unión de las dos compañías en el país en su sesión del 13 de noviembre pasado, según datos del propio instituto.
“La aprobación de la fusión permitirá a las dos compañías aumentar la competencia en contra de los operadores de cable, y tiene la oportunidad de redefinir la industria del entretenimiento en video mediante la entrega de contenidos a los consumidores a través de múltiples pantallas”, expresó el gigante estadounidense.
AT&T ofrece servicios de telecomunicaciones empresariales en el país, mientras que DirecTV cuenta con cerca del 40% de la firma de televisión satelital Sky, que controla Grupo Televisa.
Además AT&T anunció este mes un acuerdo para comprar al operador de telefonía móvil Iusacell por un monto de 2 mil 500 mdd, el cual aún debe obtener las autorizaciones de las autoridades mexicanas.
La Comisión Federal de Comunicaciones, el regulador del sector estadounidense, mantiene en pausa su veredicto sobre la fusión entre ambas compañías, y este martes requirió a AT&T detallar sus planes para suspender la instalación de fibra óptica en 100 ciudades de Estados Unidos hasta que el ente defina los alcances de su política sobre la “neutralidad de red”, en un debate más amplio que se discute en el país vecino sobre relación entre los operadores tradicionales de telecomunicaciones y las firmas tecnológicas de Internet conocidas como Over The Top (OTT) como Google o Netflix.
IFT aprueba compra de DirecTV por AT&T
El Financiero
Redacción
18 de noviembre de 2014
El Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) dio luz verde a la operación de compra de DirecTV por parte de AT&T.
La aprobación del IFT se suma a las de los reguladores de Brasil, Trinidad y Tobago y en julio se completó el proceso de consolidación en Estados Unidos a nivel estatal, informó AT&T en un comunicado.
“Las aprobaciones de los reguladores permitirán a las compañías aumentar la competencia en el mercado de televisión restringida y tendrán la oportunidad de redefinir la industria de video y entretenimiento, al entregar contenidos en diferentes pantallas”, dijo la firma.
AT&T adquirió DirecTV por 48 mil 500 millones de dólares en mayo pasado, la cablera detenta una participación accionaria del 41 por ciento en Sky México que controla Grupo Televisa.
Sutel reduce tiempo de portabilidad y crea registro prepago
Mediatelecom
Mariana Torres
18 de noviembre de 2014
A partir del 1° de diciembre de 2014, el proceso de portabilidad numérica de Costa Rica se reducirá de 72 a 48 horas, según un acuerdo del Consejo de la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel).
El plazo contempla 24 horas para que el antiguo operador verifique que no hay impedimentos para el cambio y las siguientes 24 horas para que el nuevo operador coordine el traslado del número a su servicio telefónico.
El regulador costarricense advierte que al tomar la decisión de cambio de operador, el usuario debe considerar que si cuenta con un plan con equipo incluido, debe cancelar el valor del aparato antes de efectuar su trámite de portabilidad numérica. De igual forma, si la línea es prepago, tendrá que consumir el saldo antes de realizar el cambio.
También a partir de la misma fecha, los usuarios de telefonía móvil prepago deberán registrar sus datos personales en una nueva plataforma en Internet creada por la Sutel. Se trata de una actualización de datos que tiene como objetivo proteger a los usuarios de usurpación de identidad y extorsión.
Además, de acuerdo con el informe del regulador, los datos permitirán a los usuarios agilizar sus trámites de servicio, participar en promociones, identificar al operador o proveedor de un determinado número telefónico, así como facilitar las gestiones de portabilidad numérica.
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