Convergencia digital

-Apagón analógico

 

 

Descartan ahorro de energía por 30 mil mdp

El Universal

Carla Martínez

27 de mayo de 2014

 

 

El ahorro en el consumo de luz que considera la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se tendrá con la entrega de televisiones digitales, y que asciende a 30 mil millones de pesos, no es claro, aseguró Gabriel Sosa Plata, analista en telecomunicaciones.

 

Ello debido a que no se obligará a los hogares que obtendrán las pantallas digitales entregar sus televisores analógicos. “En dos años, están gastándolo que supuestamente se ahorrarían en 10 años; como si durante ese tiempo no hubiera más televisión y hogares”, indicó.

 

Esto llevará a que se tengan más televisiones en los hogares, pues podrán adquirir decodificadores para sintonizar las señales digitales desde pantallas analógicas, lo cual incrementará el gasto energético, considerando que cada televisión consume 13% de la energía de un hogar según la Comisión Nacional para el Consumo Eficiente de Energía.

 

“No son equipos que van a sustituir a los anteriores; es decir, no se va a entregar una televisión para que te devuelvan la analógica. En todo caso, eso debió ser lo correcto: que la gente se quedara con la tele digital y llevarse la analógica”, citó.

 

Destacó que las familias no van a regalar su televisión analógica, van a comprar su decodificador y en lugar de tener dos televisiones, van a tener tres. Con este panorama, el supuesto ahorro de energía se pierde porque los hogares tendrán más de una televisión encendida; además, en el programa de la SCT no se especifica el tratamiento que se dará a los televisores que sean desechados.

 

De acuerdo con la consultora GSMA, México generó mil 003 kilotones de basura electrónica que considera televisiones, teléfonos celulares y computadoras y se estima que para 2015 esta cifra se incremente a mil 1994 kilotones y la población desconoce el daño que estos desechos hacen al medio ambiente.

 

 

 

Teles digitales, derroche y política

Homo Zapping

26 de mayo de 2014

Monitoreo informativo

 

 

Costo. ¿Cuánto realmente costará al país esta transición? Nadie lo sabe. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) hizo un ajuste de cifras y dijo que cada televisión digital tendrá un costo de mil 900 pesos y que se entregarán gratuitamente 13.8 millones de equipos. Esto significa que se erogarán tan sólo por este concepto más de 26 mil millones de pesos, casi el doble del presupuesto que este año fue destinado al IPN (13 mil 522 millones) o más de veinte veces más al asignado al Instituto Nacional de Pediatría (mil 213 millones), al Instituto Nacional de Cancerología (mil 381 millones) o a la Cofepris (mil 120 millones), por citar algunos ejemplos. El titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, dijo que la cantidad podría bajar a 24 mil millones de pesos, por la disminución de precios y propuestas en licitaciones.

 

Sean 26 mil o 24 mil millones de pesos, la cifra es estratosférica. Y damos por hecho que será mayor. ¿Cuántos recursos adicionales -humanos, de infraestructura, operativos y de comunicación- destinará el gobierno para la entrega de las televisiones, más allá del que disponga en la propia Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y la SCT? Aun si se dijera que no se gastará un centavo más de lo actualmente disponible, es obvio que se distraerán recursos, hasta ahora no cuantificados, para atender este programa de transición tecnológica.

 

Electricidad. La SCT ha dicho que esta elevada inversión se justifica por el ahorro energético. Afirma que el gobierno dejará de erogar 3 mil 276 millones de pesos anuales por concepto de subsidios. Ojalá se diese a conocer el estudio que llevó a esta cantidad. Suponiendo que fuera cierta, habría que revisarla porque se estaría dando por hecho que los equipos analógicos serán sustituidos por los digitales, en un acto automático. No necesariamente será así. Es posible que miles de familias conserven sus televisiones analógicas y estén dispuestas a comprar decodificadores para que continúen funcionando. Así que en lugar de una, tendrán dos o más televisiones, por lo que podría generarse más gasto energético y la expectativa para un mayor ahorro no se habrá cumplido.

 

Medio ambiente. Ahora bien, en el hipotético caso que, en efecto, sean desechadas las millones de televisiones analógicas en este año y el 2015, se habrá generado una gran cantidad de basura tecnológica. La SCT ha dicho que con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) se desarrollará un plan de recolección y confinamiento de los equipos para evitar la contaminación. Es una buena medida, fundamental, que implicará la inversión de más recursos, hasta ahora incuantificados, derivados de una política de entrega de equipos nuevos.

 

Sólo programas sociales. Los hogares que recibirán los televisores digitales son los beneficiarios de apoyos de los programas sociales de la Sedesol. Esto significa que quien no se encuentre en alguno de estos programas, no recibirá equipo. ¿Cuántos mexicanos en pobreza o pobreza extrema no reciben ningún apoyo gubernamental? No encontré datos al respecto, pero no deja de generar cierta inquietud que haya hogares en esa condición que seguirán marginados de todo tipo de subsidios u apoyos, incluido el de la transición hacia la Televisión Digital Terrestre (TDT). No es, pues, un programa universal. Tampoco hay datos sobre los hogares inscritos en algún programa de la Sedesol que sí tienen televisiones digitales o están suscritos a algún sistema de TV de paga, en cuyo caso no se justificaría el subsidio previsto.

 

Internet. Hace dos semanas comentamos sobre las implicaciones de que los televisores tengan posibilidad de conectarse a Internet. Y dijimos que sería una acción positiva, siempre y cuando hubiese conectividad en las regiones marginadas del país, lo que no ocurre así. También afirmamos que debió considerarse la entrega de tabletas y decodificadores, en lugar de televisiones. Con las tabletas, las familias sí pueden acceder más fácilmente a los millones de puntos de conexión WiFi de oficinas gubernamentales, en los que trabaja muy bien la Coordinación de la Sociedad de la Información de la SCT. Así que damos por hecho que millones de televisiones serán subutilizadas durante varios años, por falta de infraestructura gratuita o bien por falta de recursos para pagar un servicio de internet. Esto no deja de ser otro dispendio de recursos.

 

Antenas. He leído con cuidado todo lo relativo a este costoso programa y sigo sin ver qué ocurre con las antenas, indispensables para captar las señales digitales. ¿Se regalarán con los televisores o las tienen que comprar las familias? ¿el costo de los mil 900 pesos abarca las antenas o será una inversión adicional? Si fuera este último caso, ya no serán 26 mil millones de pesos, sino mucho más, tan sólo en equipamiento, como lo hemos dicho.

 

Elecciones. Hemos dicho que desafortunadamente la entrega de las televisiones coincide con procesos electorales en 14 estados de la República, en 2015. Si la SCT hubiese entregado antes su programa de trabajo, esta suspicacia no se habría generado, ya que este año se pudo haber concretado el apagón analógico de la televisión en diversas ciudades importantes del país. De igual manera, esta suspicacia habría sido menor si el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) fuese el órgano encargado de aplicar operativamente el programa y no la SCT.

 

Hay otras implicaciones que se pueden analizar sobre estos regalos, pero termino con mi impresión sobre el acto de entrega simbólica de una televisión en Nuevo Laredo. En primer lugar, que en el evento no participó ningún comisionado del IFT, pese a que el órgano regulador es la verdadera autoridad en radiodifusión y telecomunicaciones.

 

En contraparte, sí se aprovechó la tribuna para que el gobernador de Tamaulipas, Egidio Torre Cantú, se tomara la foto en un programa fubdamentalmente federal. ¿Por qué sí el gobernador y hasta 12 presidentes municipales de la entidad y no el presidente del IFT? ¿ve por qué se generan suspicacias, más allá de la necesaria colaboración entre los gobiernos federal, estatal y municipal en este y otros programas? La foto de entrega de la televisión a una mujer (también ignorada en el comunicado de prensa), es también de pena ajena. Ahí aparecen los benefactores, los altos funcionarios de la SCT y del gobierno de Tamaulipas, felices por la “simulación de la entrega” (así dice el comunicado de prensa), mientras la anónima mujer carga, sin ayuda, su nueva televisión de 32 pulgadas. Dicen que en política forma es fondo.