Jaime Hernández Corresponsal / El Universal
Lunes 24 de agosto de 2009
Los poderosos del comercio al por mayor en Estados Unidos han puesto un hasta aquí a los ataques gratuitos y a los llamados a la insurrección, que comentaristas de radio y televisión de la extrema derecha han lanzado contra el presidente Barack Obama. Encabezados por las cadenas multinacionales Wal-Mart, Best Buy o CVS —especializada en la venta de productos farmacéuticos—, una veintena de empresas han decidido unirse para retirar su apoyo publicitario a programas cuyo contenido incite al odio racial o alienten de forma encubierta a la revuelta. El primero en probar el veto publicitario ha sido el comentarista de la cadena Fox Glenn Beck, estrella del movimiento neoconservador, quien ha acusado al presidente Obama de ser un “racista” y de odiar a los blancos. La decisión de estas empresas, que han ido contra la lógica de poner su multimillonaria inversión en los programas de mayor audiencia —el de Beck cuenta con casi 3 millones de telespectadores—, ha lanzado un poderoso mensaje contra quienes se escuden en la primera enmienda de la Constitución (el derecho a la libertad de expresión) para orquestar una campaña contra el presidente de EU, con la excusa de que “es un racista que, además, pretende entregar a la nación en manos del socialismo”.
Nota completa en: http://www.eluniversal.com.mx/internacional/63179.html
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