Categoría: Aspirantes a candidatos independientes

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Género: Opinión

Ni tan independientes

Crónica Jalisco

Salvador de la Torre

13 de febrero de 2018

Los candidatos independientes están obligados a tener una estructura partidista aunque no la necesiten. Al menos así los trata la legislación y las diversas disposiciones de las autoridades electorales.

Dicen que parece moda, pero la forma en cómo se hacen las cosas en los partidos, han llevado al hartazgo social. La corrupción, el despotismo, la impunidad, son ingredientes esenciales de este fenómeno.

En el sistema partidista las estructuras avanzan en función de los intereses cupulares y los militantes que aspiran a una candidatura tendrán que pagar las facturas políticas que se generan en el avance. La obsolescencia de los institutos políticos que dejaron de promover valores sociales y el civismo, además de la búsqueda de los mejores perfiles y capacitarlos en el buen ejercicio de la función pública y el gobierno.

Pasó la simulación de campañas políticas, oficialmente llamadas pre campañas y los discursos huecos, las denostaciones no se hicieron esperar. Tal vez lo no tan negativo fue la promoción de ritmos musicales, aunque con un tono de desprecio a la cultura wixárica.

En el vaivén uno de los acreedores de Enrique Alfaro, el presidente de Tlajomulco, Alberto Uribe, se fue a buscar nuevos acuerdos políticos por la diferencias. Mientras que; en otros escenarios, las imposiciones desde la cúpula y con su consabido y acartonado discurso de unidad.

En teoría lo anterior no debe ser la tónica de los candidatos independientes, pero la mayoría de los aspirantes que logren registrarse será porque tuvieron una estructura de tipo partidista.

El organismo fiscalizador del Instituto Nacional Electoral (INE), hace que los independientes, además de utilizar las plataformas que usan los precandidatos y partidos políticos para la rendición de cuentas, les ponen requisitos burdos y complejos, como tener una casa de campaña aunque no la necesiten.