Categoría: Gestión
Subcategoría: Abastecimiento, escasez y distribución del agua
Actor(es): Solís Lozano, Virginia Lozano
Lugar(es): Jalisco, Colonia La Esperanza
Les piden tener higiene, pero ¿sin agua?
Mural
Julio Cárdenas
19 de marzo de 2020
Informativo
El pánico es la reacción de la familia Solís Lozano, ante la recomendación de lavarse las manos para evitar la infección del coronavirus.
Como habitantes de la Colonia La Esperanza, en Tonalá, no tienen acceso al agua entubada y la única manera de conseguir el vital líquido es caminar más de 100 metros para acarrearlo desde un pozo ubicado por el Camino A Colimilla
“Yo he escuchado que está feo (el coronavirus), que no va a haber nada, es lo que le digo a mi nietecito, ‘¿qué vamos a hacer?’. Si no nos vamos a morir de la enfermedad, nos vamos a morir de hambre, ¿qué vamos a hacer?”, expresa la señora Virginia Lozano.
“Los bañamos (a los niños), les ponemos bolsas de plástico en los piecitos y los bañamos. Acarreamos el agua para bañarlos. Yo lo que le digo a mi esposo es, ‘yo creo que nunca nos van a poner el agua'”.
En su casa de tres habitaciones de unos 200 metros cuadrados vive con su esposo, hijos y nietos. Son 16 personas en total las que utilizan un garrafón para asearse ante la emergencia sanitaria que enfrenta la Ciudad.
“Haga de cuenta que mi esposo no cree, él dice que no es cierto, que no va a pasar nada, pues le digo, ‘yo sí tengo miedo pues por los niños’, le digo, y más porque dicen que no pueden respirar ni nada, eso está peor”, cuenta la mujer de 52 años.
“Cuando se ponen malos le mandamos hablar a la ambulancia. No pues no conocen para acá, no vienen, ‘pues váyanse a como dé lugar’, (nos dicen). Aquí hay mucho alacrán, seguido les pican y pues a pie, porque la ambulancia no sabe llegar”.
En Jalisco hay 35 mil 183 viviendas que recurren al acarreo para obtener el agua, lo que representa el 1.7 por ciento de las casas habitadas del Estado, según datos del Inegi.
En la Colonia La Esperanza donde se encuentran más de 10 viviendas entre terracería, la única opción es encomendarse a alguna ayuda divina para mantenerse protegido.
“Dios nos cuide”, expresó Virginia al despedirse
0 Comments