Tema: Calidad
Subtema:-
Actor: Rebeca González
Lugar: Guadalajara
Mural
10 de Mayo del 2019
Fernanda Carapia
Informativa
En 2009, dos palabras llenaron su mente: “sí puedo”, y desde entonces le ha prendido “fuego” a ese muro que le impedía hacer lo que quería.
Los incendios forestales llamaron su atención. Rebeca González quería salir a combatirlos, pero incluso ella misma se puso barreras, al considerar que era un trabajo de hombres.
Sin embargo, emprendió el camino para convertirse en brigadista forestal y, con el apoyo de su familia, no descuidó a sus dos hijos. Ahora presume 10 años de labor, con experiencias combatiendo fuego en California, Estados Unidos, y en Canadá.
“Dije ‘puedo hacerlo, y si para hacerlo tengo que capacitarme, tengo que invertirle tiempo y estar con ellos, lo voy a hacer’, y así fue, fue un momento de decisión, dije ‘ahora es cuando y le voy a entrar'”, recuerda.
Su determinación provocó un cambio en la dinámica familiar. Si bien su trabajo anterior la obligaba a estar fuera de casa y viajar, no la consumía tanto como ser brigadista, sobre todo en temporada de estiaje.
La primera ausencia fue la capacitación. Dos semanas de cursos intensivos sin ir a casa ni ver a sus dos hijos, quienes en ese entonces tenían 11 y 7 años.
“Me la pensaba, quién los iba a atender, pero conseguí el apoyo de mi familia y me apunté en el curso y lo saqué (…); era un gran alivio saber que mis hijos podían quedarse con mis papás”, indica.
Isaac y Javier poco a poco se hicieron el ánimo de no ver a su mamá por largos periodos y aceptando su trabajo, convirtiendo los reclamos en preocupación. Saben que se va a combatir un incendio, pero no tienen la certeza de que regresará.
Ser brigadista forestal tiene su recompensa cada vez que liquidan un incendio y salvan un bosque, pero deja un vacío en casa, sobre todo en fechas especiales.
“Sí llega a haber ese sentimiento, pero una vez que platico con ellos y que ven que es por mi trabajo, lo aceptan. Toda la temporada de incendios es estar en la misma situación, surgen emergencias y hay que dejarlo todo”. comenta.
Rebeca sabe cómo sofocar “incendios” en casa: cuando una discusión o malestar trastoca la tranquilidad familiar, se entra en diálogo. Todo depende de ella y de los suyos. No así cuando sale a combatir el fuego forestal.
Ahí, dice, depende del trabajo de otros y de factores en los que no tiene control, como el viento, por ello siente coraje al saber que 90 por ciento de los incendios forestales son provocados por descuido o de manera intencional.
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