Tema: Medios de comunicación

Subtema: Aparición o cierre de medios de comunicación

 

LBI Media, emisora de radio y TV para hispanos, se declara en bancarrota

CNN Expansión

Notimex

22 de noviembre de 2018

Informativo

 

LOS ÁNGELES – La empresa LBI Media, dueña de la estación de radio La Que Buena y la cadena Estrella TV, que se había convertido en una alternativa de la televisión hispana, se declaró en quiebra el miércoles.

La compañía con sede en Burbank, California y de la que se desconoce cual será su futuro a corto y mediano plazo, se declaró en bancarrota culpando de sus problemas a la competencia que representan las plataformas de medios digitales y una gran carga de deuda.

La programación de cadena Estrella TV está basada en comediantes mexicanos que llegaron a esta empresa en los últimos años -entre estos el payaso Platanito- con programas que en ocasiones superaron audiencias hispanas de series y telenovelas de empresas líderes como Univision y Telemundo.

LBI Media, la mayor emisora de radio y televisión en español perteneciente a minorías privadas de la nación, también enfrentó desafíos legales por parte de un grupo de tenedores de bonos de la compañía.

La empresa fue fundada en 1987 por Lenard Liberman, director ejecutivo de la compañía y su padre José Liberman, ambos inmigrantes de México.

Las raíces de la compañía se remontan a la compra de dos estaciones de radio no rentables, que los Liberman convirtieron al formato en español. Luego de replicar esa estrategia en todo el país.

LBI ahora tiene estaciones de radio y televisión en la mayoría de las ciudades, incluyendo Los Ángeles, Dallas, Nueva York, con grandes audiencias en español. También produce su propia programación y opera un estudio de televisión en Burbank.

Las ganancias de LBI alcanzaron un máximo de 48 millones de dólares en 2006, pero cayeron a 19 millones de dólares en 2012. El año pasado, la compañía recaudó 31 millones, muy por debajo de la carga de intereses anual de 47 millones de la compañía, de acuerdo con documentos judiciales.

LBI Media opera la red EstrellaTV, Don Cheto Radio Network, Fenomeno Studios MCN, Que Buena Radio y La Raza Radio. La compañía produce más de 50 horas de programación de televisión original en sus estudios de televisión Burbank cada semana.

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Medios de comunicación

Competencia

 

Univision se consolida como el canal de TV en español número 1 en EUA

Mediatelecom

Dinorah Navarro

22 de noviembre de 2018

Informativo

 

Univision Communications Inc, la emisora de habla hispana de Estados Unidos, se dispone para terminar como la primera cadena de TV en español en los últimos 25 años, posicionándose como la quinta red de transmisión más vista, y ubicando por delante a ABC, CBS, FOX y NBC en algunas emisiones.

“El éxito de Univision en este barrido muestra el increíble impulso que hemos generado en los últimos meses con nuestro renovado énfasis y dedicación para informar, empoderar y entretener a los hispanos de Hispanoamérica”, dijo Jessica Rodríguez, Presidenta y Directora de Operaciones de Univision Networks y Directora de Mercadotecnia Oficial.

Agregó que han renovado el contenido de noticias, deportes y eventos en vivo logrando un crecimiento de audiencia en horario estelar y ha consolidado su posición como líder en la televisión en español.

“Con este nuevo enfoque, hemos lanzado nuevas series como Jesús y Amar a Muerte, así como el formato renovado de nuestro popular concurso de talentos Nuestra Belleza Latina.

Univision promedió 1.4 millones de espectadores en lo que respecta a The Sweeps (el barrido) de noviembre de 2018, un liderazgo de dos dígitos, es decir, 591 mil adultos de 18 a 49 años y 247 mil adultos de 18 a 34 ven la programación durante el horario estelar, lo que la convierte en la cadena de televisión de habla hispana número 1 en toda la televisión en español con una audiencia de dos dígitos.

Cabe destacar que Univision está superando a Telemundo con ventajas de audiencia de dos dígitos durante Total Day entre Total Viewers (16% de ventaja). También aventajó a The CW con dos dígitos del total de espectadores (41% de ventaja).

Univision está atrayendo a una audiencia que es 11 años más joven (46 años) que el espectador promedio de las principales cadenas de televisión en inglés y en horario estelar.

The Sweeps es una medida clave para los anunciantes de televisión, ya que les proporciona estadísticas precisas sobre la audiencia de televisión estadounidense altamente fragmentada.

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Medios de comunicación

Otro

 

¿Controlar? la radiodifusión pública

Mediatelecom

Mediatelecom

22 de noviembre de 2018

Opinión

 

Jorge Bravo, El Economista

Alguien muy cercano a López Obrador o algún diputado de Morena se inspiró en Hans Magnus Enzensberger, quien en 1970 decía que lo primero que debía hacer un nuevo régimen para afianzarse en el poder era apoderarse de los medios de comunicación para movilizar las conciencias de la población. Esa idea transnochada que el mismo Enzensberger matizó años después motivó a la bancada de Morena en la Cámara de Diputados para aprobar modificaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF) y otorgarle a la Secretaría de Gobernación la competencia de “proveer el servicio de radiodifusión pública digital a nivel nacional”.

Lo anterior significa que, de también aprobarlo la Cámara de Senadores (donde domina Morena), la Segob controlaría el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPREM), Canal 22, Canal Once, el Instituto Mexicano de la Radio (Imer) y Radio Educación, todos ellos medios públicos federales.

Gremios conocedores de la materia como la Asociación Mexicana de Investigadores de la Comunicación (AMIC) ya han advertido que las modificaciones serían inconstitucionales y además vulnerarían no sólo la autonomía, independencia y pluralidad de dichos medios públicos, sino la propia autonomía del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), regulador especializado de la radiodifusión.

¿Por qué AMLO quiere “controlar” los medios públicos? Lo primero que llama la atención es que su estilo personal de gobernar tiene una fuerte tendencia hacia la destrucción, como ya ocurrió con el Estado Mayor Presidencial y el aeropuerto de Texcoco, por lo que proveer el servicio de radiodifusión pública desde la Segob sería una nueva destrucción: de los principios de autonomía e independencia editorial de esos medios y de su actual estructura, pues ya han declarado que quieren crear una BBC o RTVE, lo cual corrobora el desconocimiento de los medios públicos.

Aunque AMLO ganó los comicios con 30.1 millones de votos o 53.19% de las preferencias electorales, su pre gobierno hasta antes del 1 de diciembre ha evidenciado una derrota en el espacio de la deliberación pública. Decisiones, imposiciones, declaraciones y errores lo colocan en una posición comprometida ante la opinión pública y publicada. Es decir, AMLO tiene el apoyo de las bases populares pero no supera la prueba de fuego de la reflexión, el análisis y la evidencia estadística de los especialistas retomados en los medios.

Es por ello que proveer el servicio de radiodifusión pública nacional le permitiría “controlar” de mejor manera el mensaje y discurso oficiales. Lo que se ha visto hasta el momento es que —fiel al presidencialismo más vigoroso de antaño— sus más cercanos colaboradores son incapaces de contradecirlo o cuestionar sus decisiones. Es evidente que los medios públicos cobijados por la Segob —o el sistema centralizado que surja de la fusión de todos ellos— sólo va a amplificar la voz y postura oficiales. Ese modelo gubernamental es antidemocrático y sólo garantiza el estancamiento o retroceso de los medios públicos mientras permanezcan bajo ese modelo de sumisión política.

Hay otra razón. AMLO ha prometido reducir el gasto en comunicación social. Sin embargo, el gobierno va a necesitar comunicar y defender sus políticas pero, al parecer, ejercerá menos presupuesto público para hacerlo. A cambio se apoderaría de los medios públicos y proveería su servicio de radiodifusión, para no tener que pagar sino directamente transmitir los contenidos desde las antenas politizadas de esos espacios. Es probable que incluso atienda la demanda ciudadana de dotar de mayor presupuesto a la radiodifusión pública, y lo que se “ahorre” en comunicación social lo destine a los medios públicos previamente alineados a la postura editorial de su gobierno.

Como ya no se puede destruir lo ya destruido, y como nadie está obligado a lo imposible, no sería extraño que la nueva secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero (si es que AMLO le concede esa atribución) nombre como director(a) del nuevo medio público controlado políticamente a una persona de reconocido prestigio, que intentará reconstruir incluso con éxito el dañado tejido social de los investigadores, académicos, periodistas y especialistas que hoy se oponen a la aprobación en sus términos de la LOAPF, en búsqueda de legitimidad y reconocimiento.

Aunque la iniciativa de los diputados representa un retroceso de al menos 50 años, siguiendo las observaciones setenteras de Enzensberger, en un momento en el cual la comunicación y las tecnologías avanzan a pasos vertiginosos, dudo que al proveer el servicio de radiodifusión en realidad le permita controlar el discurso político y la discusión pública desde su muy maniquea perspectiva.

Cuando Enzensberger elaboró su reflexión no existía competencia en radiodifusión, ni Internet ni redes sociales. Lo que pretende “controlar” la Segob (y que aprobaron los diputados de Morena en San Lázaro) es apenas 1% del total de la radiodifusión en México. El 99% restante está en manos privadas. Medios públicos con una línea editorial amlista y/o oficialista alejará aún más a las de por sí escasas audiencias de esos medios.

Algunos académicos sostienen que los medios públicos no deben perseguir el rating; la AMLOdifusión controlada por la Segob claramente cumplirá con esos anhelos de tener medios sin audiencias.

Lo más inteligente para Morena, la Segob y el próximo gobierno sería que la Cámara de Senadores rechace esa modificación de la LOAPF porque, ante un ecosistema de comunicación digital tan vibrante como el actual y el futuro, a AMLO no sólo no le servirá de nada controlar la radiodifusión pública, sino que fiel a la reputación que lo precede, logrará destruirla.

Apostilla. El 12 de noviembre Radio Educación estrenó su señal 96.5 FM en la Ciudad de México. Felicidades a quienes contribuyeron a ese logro, sobre todo a Antonio Tenorio: un director diferente de un medio público, quien conoce la diferencia entre construir y destruir. Ojalá la Segob no se apodere de esa estación que no contribuyó a crear.