Tema: Medios de Comunicación
Subtema: Disputas legales
Editorial / Una sentencia irracional
La Jornada
La Jornada
10 de septiembre de 2018
Informativo
Tras dos años de litigio entre Demos, Desarrollo de Medios, la empresa que edita este periódico, y el Sindicato Independiente de Trabajadores de La Jornada (Sitrajor), el pasado 16 de agosto los magistrados José Guerrero Láscares, Juan Manuel Alcántara Moreno y Juan Alfonso Patiño Chávez, del Décimo Quinto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito, emitieron una sentencia en la que ordenan a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) que restablezca a su vez el contrato colectivo de trabajo que regía entre ambas partes al principio del conflicto y que fue impugnado por la empresa debido a que las prestaciones contenidas en él, mucho más amplias de las que establece la Ley Federal del Trabajo, hacían inviable el sostenimiento de La Jornada.
La sentencia referida es incomprensible, por contradictoria e incoherente, pues en ella se reconoce que Demos enfrenta una situación financiera difícil y que una de las razones principales es precisamente el conjunto de prestaciones laborales que durante muchos años se otorgó a los trabajadores, que excedían con mucho lo previsto por la ley y que resultaban insostenibles en el contexto de la crisis que se abate sobre el conjunto de la prensa escrita.
Pero, aunque la resolución analiza, enumera y admite los problemas económicos a los que se enfrenta nuestra casa editora y se refiere a la inviabilidad en la que podría situarse, ordena, en forma por demás irracional que se reinstaure un contrato colectivo de trabajo cuya aplicación llevaría –los propios magistrados están conscientes de ello– al cierre del periódico, a la pérdida de cientos de puestos de trabajo y a la cancelación de un proyecto informativo de más de tres décadas que ha resultado fundamental para el desarrollo político del país y que se ha convertido en un punto de referencia imprescindible sobre el acontecer nacional e internacional.
Semejante incoherencia tiene el agravante de la inexplicable opacidad con la que el tribunal condujo el proceso, toda vez que realizó tres sesiones a puertas cerrada sin publicarlas en listas, y justificó el hecho alegando que se trataba de continuaciones de una primera sesión que sí fue enlistada.
Esta manera de fabricar en lo oscurito una sentencia que puede significar la diferencia entre la subsistencia o el final de La Jornada obliga a preguntarse en qué medida la manifiesta incongruencia de la resolución es algo más que una falla del sentido común y de la lógica.
Por otra parte, no debe pasar inadvertido el hecho de que la determinación judicial que se comenta fue emitida en momentos en los que la mayor parte de los medios informativos lleva a cabo despidos y recortes de personal, en el contexto de una crisis mundial y nacional de las empresas periodísticas de la que La Jornada no es ajena, si bien ha logrado evitar hasta ahora lo que para otros medios ha sido un recurso de primera instancia: el despido masivo de parte de su plantilla.
Más allá de que Demos seguirá buscando en las instancias legales hacer valer sus razones para la modificación total del contrato colectivo para asegurar la viabilidad y la subsistencia del diario, cabe preguntarse qué motivó a los magistrados del Décimo Quinto Tribunal Colegiado en Materia de Trabajo del Primer Circuito a emitir una sentencia que podría traducirse, de prevalecer, en el cierre de La Jornada, y qué intereses podrían estar implicados en semejante fallo.
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Tema: Medios de Comunicación
Subtema: Otros
Medios de comunicación y dinero público
El Universal
Javier TejadoDondé
11 de septiembre de 2018
Opinión
Como parte de sus propuestas de gobierno, la administración lopezobradorista plantea reducir en 50% los recursos públicos que da el gobierno federal a los varios tipos de medios de comunicación. Esto signica que, de los 10 mil 700 millones que se ejercieron en el último año (2017), plantearían quedarse con un gasto de poco más de 5 mil 300 millones de pesos.
Ya revisando a detalle los datos de más de 33 mil 500 pólizas del Sistema de Gastos de
Comunicación Social de la Secretaría de la Función Pública, el reparto de recursos es el siguiente: 35.9% es para TV (abierta local y nacional, así como restringida); medios impresos 17.2%; radio 15.8%; internet 7%; medios internacionales 1.6% y, sorprendentemente, “servicios y otros” representa 22.5%.
El próximo gobierno ha señalado que la distribución de recursos públicos tiene que ser como mandata la Constitución, bajo criterios de eciencia, ecacia y transparencia. Por ello, un primer elemento para la asignación de recursos públicos debería ser la existencia de un registro que tenga mediciones objetivas de qué penetración tienen cada rubro de medios de comunicación. En el caso de la TV y de los medios digitales, es ya aceptado que las mediciones válidas las hacen NielsenIBOPE y comScore, respectivamente.
En el caso de radio, hay varias empresas que hacen mediciones de audiencia (INRA, Arbitron y Nielsen-IBOPE), pero no hay una medición con reconocimiento general de industria. En el caso de los medios impresos, es aún más complejo pues hay dos posibles mediciones: tiraje (los ejemplares que se publican) o impacto (lectores efectivos), lo que requiere un estudio de medios como el que realiza Ipsos.
La realidad, sin embargo, es que en ambos sectores (la radio y los medios impresos) no hay
mediciones estandarizadas avaladas por la industria, con lo que presumen cifras “a la carta” y el dinero público no es necesariamente bien invertido.
Así que, por lo menos en la radio y en los impresos se requiere, como un primer paso, contar con mediciones certeras que ayuden a que lo que se contrate cumpla con la eciencia en el gasto público: maximizar audiencias.
Otro tema que sorprende es el de la gran cantidad de recursos que se utilizaron en lo que se
denomina “Servicios y Otros”. En este rubro se gastaron el año pasado más de 2 mil 410 millones de pesos. En este apartado se incluyen productos que van desde “producción”, hasta “medios complementarios”, “videobus”, “servicios publicitarios”, “producto integrado”, “estudios de campañas”, “rótulos”, “mantas”, “trípticos”, etcétera.
Por grupo mediático, quienes más reciben son las multiplataformas de Grupo Televisa, Tv Azteca y Grupo Imagen. Y de las tres se tienen mediciones objetivas y públicas, pero si se cuenta como Grupo a “Otros Proveedores” —de los cuales no hay métricas de audiencias ni de circulación alguna — éstos reciben más que Televisa, Azteca, Imagen, Fórmula y EL UNIVERSAL juntos: 4 mil 402 millones de pesos. Así, en este rubro también pudiera haber una mayor transparencia.
También destacan los recursos que recibe la agencia de publicidad internacional Starcom
Worldwide. El año pasado recibió 838.1 millones. Como empresa, es la cuarta mayor receptora de fondos públicos (atrás de Televisa, Azteca e Imagen). En el desglose, Starcom realiza producciones, renta mobiliario urbano, espectaculares, videos, carteles, publicidad móvil y hasta servicio de “copiado”. El próximo gobierno ha decidido recortar el rubro de publicidad en el extranjero, e incluso destinar parte de estos recursos al Tren Maya.
Y sí, es mucho dinero el que se gasta en medios de comunicación y de manera discrecional. El reto será que los recursos que se dispongan para la comunicación sean contratados en las mejores condiciones para el Estado mexicano y que ya no haya medios de comunicación que sólo sobrevivan por estar “enchufados” a dinero público, lo que conlleva siempre una serie de comisiones y/o “moches”.
El gasto en publicidad ocial es un asunto que afecta a todos los medios de comunicación. No hay uno solo que pueda presumir no recibir recursos públicos, aunque el porcentaje de los mismos en sus ingresos totales varían de empresa a empresa. Las que tienen menor dependencia pública reciben entre 2% y 5% de recursos, mientras que las más dependientes llegan a recibir hasta 95%. ¿Cómo resolverá el próximo gobierno varios dilemas en el tema de medios: maximizar audienciasvs. pluralidad de medios; eciencia en gasto vs. subsidios; independencia editorial vs. “tirar línea”?
Todo ello está por verse. También, existe la posibilidad de que la Suprema Corte de Justicia de laNación (SCJN) le “resuelva” el tema al gobierno, dado que Morena impugnó —cuando era oposición — la reciente Ley General de Comunicación Social. Es una ley que da muchos márgenes al gobierno en turno, y ahora una administración morenista se podría ver acotada en su estrategia de publicidad y medios por los litigios de sus propios legisladores. De hecho, una posibilidad es que la SCJN ordene medidas en publicidad que no coincidan con el interés del próximo gobierno.
Así que nadie tiene claro qué va a pasar en el tema de medios de comunicación y los recursos ociales.
Lo que es un hecho es que todos los medios serán impactados, y varios de los que hoy
conocemos dejarán de existir. También es probable que, ante estos recortes, unos opten por hacer ajustes para mantener márgenes a costa de sus periodistas y reporteros. Otros intentarán vender notas y hacerlas pasar como información. Lo único que podemos dar por seguro es que el ecosistema de medios digitales, radiofónicos e impresos que conocemos al día de hoy no será el
mismo al cabo de unos meses.
Cambiando de tema… Nuevo sorteo en el Congreso: los candidatos a diputados de Morena, en casi todos los casos, fueron electos por sorteo. La novedad es que ahora quieren también sortear a qué comisión se va cada uno de sus legisladores. Eso garantiza que no habrá experiencia para estar en las comisiones relevantes del Congreso. Será, de conrmarse,
un ejercicio inédito, lo que hará al Legislativo totalmente acomodaticio a quienes conozcan de los temas en el gobierno federal. Si ya de por sí 46% de los actuales diputados no cursaron ni la licenciatura, la decisión de sortear comisiones anulará en los hechos al Congreso de la Unión. Igual y de eso se trata.
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Tema: Medios de comunicación
Subtema: Empresas de medios o telecomunicaciones presentes en otras ramas de la economía
Los negocios no estratégicos que Televisa puede vender… Excepto el Club América
CNN Expansión
Liliana Corona
11 de septiembre de 2018
Informativo
Todos los negocios no estratégicos de Grupo Televisa están a la venta, menos el equipo de fútbol Club América. Mientras que divisiones como radio, entretenimiento en vivo, editorial, juegos y sorteos están en la ‘cuerda floja’, para el Club América, salir de las filas de la empresa no está en el panorama.
Este año, la compañía que co-presiden Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia ha estado muy activa en la venta de divisiones que no son el centro de sus negocio, como ya ocurrió con su participación en el grupo español de medios Imagina, de la cual vendió en junio el 19% que poseía, para obtener 341 millones de dólares (mdd).
Además, durante el primer trimestre del año vendió su 50% participación en el canal CJ Grand, por un monto que no reveló. Y a estas ventas le seguirán las de Televisa Radio —antes conocida como Sistema Radiópolis—, juegos y entretenimiento en vivo, dijo De Angoitia a los analistas tras presentar los resultados del segundo trimestre.
“La posición financiera de Televisa podría mejorar en el corto plazo con la venta de activos no relevantes (…). Con las últimas cifras trimestrales publicadas, la razón de deuda neta/Ebitda de Televisa se ubica en 2.4 veces y con nuestros estimados de 2018 esta razón podría disminuir a 2.1 veces”, indica Banorte en un análisis.
Pero sobre el Club América, De Angoitia no hizo comentarios.
“El hecho de que se deshaga de negocios que no son parte de su negocio principal es positivo, así maximiza la rentabilidad al accionista. Pero no creo que vendan el América, es emblemático y no se ha hablado de eso”, dijo a Expansión Marisol Huerta, analista financiera.
El club logra ingresos se dan a través de derechos de transmisión, venta de playeras, boletos para los partidos y patrocinios. “El Club América tiene mucho arraigo y sigue siendo una oportunidad de negocio ligada al estadio Azteca”, señaló Jorge Bravo, director editorial de Mediatelecom.
Por otro lado, Televisa aún evalúa separar las operaciones de telecomunicaciones del resto de la empresa. “La separación busca generarle transparencia, una mejor contabilidad y eventualmente atraer inversionistas para capitalizar o pagar deudas”, dijo Bravo.
De acuerdo con su reporte trimestral, al cierre de junio Televisa tenía una deuda total de 122,558.4 millones de pesos (mdp). “La oportunidad que está buscando Televisa es fortalecer su posicionamiento en el mercado de contenidos, y en este intento podría deshacerse de otros negocios que no lo hacen ser tan competitivo”, dijo Radamés Camargo, analista de telecomunicaciones de The Competitive Intelligence Unit.
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