Categoría: Otros
Etiqueta: Elecciones
Tema:
Género: Opinión
Crónica Jalisco
Salvador de la Torre Cuevas
03 de julio de 2018
Buena lección nos dio este fin de semana la sociedad; en un ambiente cívico los electores se retrataron en las urnas y eligieron a los gobernantes, con mucha altura los mismos candidatos perdedores en el caso federal: el priista, José Antonio Meade Kuribreña, el panista, Ricardo Anaya, y el independiente, Jaime Rodríguez Calderón “El Bronco”, en ese orden de aparición supieron reconocer y aceptar que el candidato de Morena, Andrés Manuel López Obrador, había ganado contundentemente en la elección.
Poco a poco; aunque no con la misma inmediatez, los candidatos jaliscienses reconocieron en Enrique Alfaro Ramírez a quién será el próximo gobernador.
Y en ese ambiente de reconocimiento de ganadores, la sociedad en su conjunto festejó lo que pudiera considerarse como un restablecimiento democrático al no existir diferencias, ni hechos discordantes que pudieran turbias el panorama político-electoral.
La sociedad y los mexicanos muy a la altura de las circunstancias y al final los políticos tuvieron que adherirse a este panorama de civilidad y concordia.
El propio López Obrador, quien consintió el respaldo institucional y de los gobernantes en el poder, supo desgranar aplausos de sus seguidores hacia el presidente en funciones Enrique Peña Nieto, a quién anteriormente criticó categóricamente y no solo en campaña.
Se reconvierten las instituciones con las nuevas instituciones políticas y el festejo fue tal que el desborde de simpatizantes a las calles por donde pasó el candidato se asemeja al desbordamiento de huestes que registró el triunfo de Adolfo López Mateos.
Ahora a buscar el trabajo preservando la concordia y el bienestar común. En Jalisco lo tenemos muy claro aunque a veces pasa desapercibido, por algo el frontispicio del Teatro Degollado lo sentencia: “Que nunca llegue el rumor de la discordia”.
@delatorrecuevas
delatorrecuevas@gmail.com
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Milenio Jalisco
Roberto Arias de la Mora
3 de julio de 2018
Este dos de julio los mexicanos despertamos con el buen sabor de boca ante el deber cívico cumplido y, además, con la camiseta del Tri bien puesta; solo para constatar que la vida continua su curso y los acontecimientos no distan demasiado de las expectativas sociales mayoritarias. Al menos así parecen evidenciarlo los resultados alcanzados hasta ahora, tanto del lado de la jornada electoral como en el campo de la justa mundialista: sin mayores sorpresas. Si acaso pudiera apuntarse alguna novedad frente a lo sucedido en el terreno electoral, esta posibilidad seguramente estaría del lado del comportamiento mostrado por los equipos de campaña que acompañaron a los candidatos, quienes mostraron la suficiente madurez de reconocer los resultados con independencia de favorecerles o no. Así de claro y contundente se expresó en las urnas la voluntad mayoritaria de los ciudadanos. Más allá de la bien recibida madurez democrática mostrada por los candidatos, al reconocer sus respectivas derrotas, lo que sería deseable y esperable de quienes se alzaron con el triunfo, es que no pierdan el piso que brinda una sólida democracia y no se olviden de que vivir en democracia tiene que ver menos con el reconocimiento de las expresiones de mayoría, que con el reconocimiento de las garantías que deben gozar las expresiones minoritarias. En otras palabras, en democracia ni los ganadores ganan todo, ni los perdedores lo pierden todo. Bastaría con no perder de vista la voluntad ciudadana al detalle para darse cuenta de ello. Y para muestra un botón: el cómputo de votos en la casilla básica de mi sección arrojó los siguientes resultados: en el ámbito local, el Partido Movimiento Ciudadano resultó ser la opción política más votada, tanto para la elección de gobernador como para integración del ayuntamiento de Zapopan; en tanto que para el Congreso local, fue el candidato independiente apoyado a través de wikipolítica quien obtuvo la mayoría de votos. Por su parte, en el ámbito federal fue el Partido Acción Nacional –sin contar los votos obtenidos por la vía de coalición- la opción política más votada, tanto para la Presidencia de la República como para la Cámara de Diputados, en tanto que el candidato independiente Pedro Kumamoto resultó el más votado para ocupar un escaño en el Senado de la República. Ciertamente los resultados de esta casilla sufrirán variaciones respecto de los resultados agregados y definitivos que finalmente serán sancionados el día de mañana por las respectivas autoridades competentes en materia electoral; sin embargo, tal circunstancia no le restará un ápice de legitimidad democrática expresada en cada voto emitido a favor de cualquier candidato. roberto.arias@coljal.edu.mx
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