Categoría: Organización de la Sociedad Civil
Etiqueta: Jalisco Cómo Vamos, Jalisco Cómo Votamos, Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad
Tema:
Género: Opinión
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Isabel Sepúlveda
1 de junio de 2018
La injustificada y larguísima duración de los procesos electorales los convierten en una época de confusión. De ahí lo indispensable de contar con referentes confiables que proporcionan información verificable.
Ayer, un joven adulto preguntó sobre alguna plataforma o app donde pudiera encontrar de manera sencilla quiénes son los candidatos de todos los niveles, porque llevaba un buen rato buscando en Internet y no encontraba nada bueno. Esto nos da tres noticias, una mala, otra muy buena y otra excelente.
La mala: las páginas oficiales de los institutos electorales siguen siendo malísimas para dar información. La muy buena: cada vez hay más personas interesadas en consultar información confiable para dar un voto razonado. La excelente: varios organismos de la sociedad civil cuentan con plataformas de consulta para emitir un voto informado, con elementos para conocer a los candidatos y comparar sus propuestas.
El observatorio ciudadano Jalisco Cómo Vamos ha puesto a disposición de quien quiera averiguar qué es lo que se va a elegir el próximo primero de julio, y quiénes son, dónde están y qué ofrecen las candidatas y candidatos, dos sitios de consulta: la página Jalisco Cómo Votamos https://jaliscocomovotamos.netlify.com y www.jaliscocomovamos.org/ofertodromo/. La primera es una herramienta para localizar y conocer a los aspirantes que nos corresponden, proporciona información sobre la geografía electoral para enterarnos con facilidad a cuál Distrito Electoral, local o federal, pertenecemos y, aún mejor, nos explica de forma clara, sencilla y breve, qué hacen y de qué son responsables los presidentes municipales, los diputados locales, gobernadores, diputados federales, senadores y presidente de la república. El segundo sitio, el Ofertódromo, da información completísima, también de forma clara, sencilla y breve, sobre las ofertas y promesas de todos los candidatos jaliscienses.
No podemos desperdiciar este esfuerzo para mejorar la calidad de nuestro voto en particular y del nivel de democracia que tenemos, más, después de conocer el estudio “Dinero Bajo la Mesa” (www.dinerobajolamesa.org), presentado esta semana por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, e Integralia Consultores, en el cual se detallan las trampas para meter dinero ilegal a las campañas.
El primer dato es que por cada peso de financiamiento legal, los partidos políticos llegan a manejar hasta 15 pesos de dinero ilegal. Si en 2018 han recibido 2 mil 148 millones de pesos de dinero público, imagine las cantidades que suma el ilícito. Escalofriante, por lo que representa en capital y en compromisos oscuros, porque todo favor se paga y más si es con efectivo.
El estudio plantea tres fuentes principales de dinero sucio: el que proviene del crimen organizado, el de desvío de recursos públicos y el ingreso de dinero desde entes privados, pero sólo aborda las dos últimas.
El desvío de fondos públicos se da: 1. Con la manipulación del efectivo a las arcas estatales y municipales, entre el 60 y 70 por ciento en rubros como pago de multas. 2. Con el dinero que resulta de sobreprecios en obras y servicios otorgados a través de adjudicación directa, que suelen llegar al 75 por ciento de los contratos del gobierno federal. 3. El “diezmo” para el partido, acuerdo entre partidos políticos y gobiernos estatales y municipales, para que a cada trabajador se le descuente un porcentaje de su salario para darlo a uno u otro partido. 4. La corrupción en la tramitología para licencias de construcción y de giros comerciales. 5. El uso de programas sociales con fines políticos.
El dinero ilegal que llega por financiamiento privado proviene principalmente de: 6. Empresarios que aportan recursos para apoyar a ciertos candidatos para asegurar contratos con el gobierno. 7. Aportaciones en especie que tienen menos posibilidad de ser detectadas por la autoridad fiscalizadora del INE. 8. Esquemas de defraudación fiscal o lavado de dinero, en el que son necesarias empresas fantasma que sirven para simular operaciones.
Muchas de las operaciones descritas en el financiamiento privado ya han sido detectadas y sancionadas por el INE, sin embargo, las de fondos públicos, a pesar de tener evidencias, como en los desvíos orquestados por los ex gobernadores Javier Duarte, de Veracruz, y César Duarte, de Chihuahua, no han sido castigadas con justicia sino con intereses político-electorales.
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