Licitaciones
Radios sin permiso: ¿sanción o cárcel?
Milenio Jalisco
Fernando Mejía Barquera
12 de octubre de 2017
La semana pasada la Comisión de Radio y Televisión de la Cámara de Diputados, que preside la militante del PVEM Lía Limón, aprobó una iniciativa presentada por Benjamín Medrano Quezada, diputado del PRI, que propone enviar a la cárcel con pena “de dos a seis años” a quien utilice una frecuencia del espectro radioeléctrico sin contar con la autorización legal correspondiente. El dictamen deberá ser discutido por el pleno de la Cámara.
Dos párrafos Medrano Quezada pretende añadir este párrafo al artículo 172 del Código Penal: “Al que use, aproveche o explote bandas de frecuencia del espectro radioeléctrico o recursos orbitales sin contar con autorización o concesión se le impondrá prisión de dos o seis años y de 100 a 300 días multa (sic) y decomiso de los instrumentos, objetos o producto del delito, cualquiera que sea su naturaleza”.
Y añadir otro al artículo 304 de la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión (LFTR) para que quienes hayan sido sancionadas por prestar servicios de telecomunicaciones o de radiodifusión sin tener concesión queden inhabilitados “para obtener, por sí o a través de otra persona, nuevas concesiones o autorizaciones de las previstas en esta Ley, por un plazo de cinco años…”. Sin permiso La preocupación de Medrano está en la radio.
En su iniciativa afirma que “aún existen claroscuros” en la reforma en telecomunicaciones “y esto se demuestra con la existencia de las radios pirata, es decir, radiodifusoras que prestan servicios sin contar con la concesión que marca la ley”. Según el legislador “de acuerdo con versiones periodísticas, tan solo entre 2013 y 2015, el Instituto Federal de Telecomunicaciones detectó 235 estaciones piratas de radio y televisión”; y sostiene que “funcionarios de dicho ente autónomo aseguraron que es en estados como Chiapas y Oaxaca donde más estaciones sin concesión se hallaron…”.
De acuerdo con Medrano “en su mayoría, las estaciones de radio tienen un uso de tipo religioso y esotérico, e incluso algunas han sido relacionadas con el crimen organizado”. Tabla rasa El problema con la iniciativa de Medrano es que hace tabla rasa respecto a las radiodifusoras que transmiten sin permiso en México.
En el país operan emisoras ilegales de diversos tipo: hay estaciones comerciales que tienen fines lucrativos y hacen competencia “desleal” a los concesionarios establecidos legalmente, pero también comunitarias e indígenas cuyos operadores no poseen la información necesaria para legalizar su funcionamiento o deciden transmitir sin autorización ante el largo y burocrático camino que debe recorrerse para obtener una concesión, ruta que frecuentemente choca con la necesidad de tener un medio que brinde información a una comunidad.
Si en el futuro ocurre una nueva situación de emergencia provocada por algún desastre natural y una comunidad de Oaxaca o Chiapas a la que no llegue señal de radio (las hay) decide instalar sin autorización una pequeña radiodifusora para coordinar labores de ayuda a damnificados y posteriormente de reconstrucción, tendría que aplicarse la “reforma Medrano” en caso de ser aprobada. La ley contra los derechos humanos.
‘Represión como aliciente’ Actualmente la legislación mexicana establece sanción administrativa para quienes transmiten sin autorización: el artículo 305 de la LFTR indica que quienes lo hagan “perderán en beneficio de la Nación los bienes, instalaciones y equipos empleados en la comisión de dichas infracciones”. Aunque en diversas épocas autoridades, como la Secretaría de Gobernación, han tratado de aplicar el artículo 150 de la Ley General de Bienes Nacionales para “criminalizar” el uso irregular del espectro radioeléctrico, no se ha establecido pena de cárcel.
Ahora Medrano Quezada exige cárcel porque -dice su iniciativa- “hasta el día de hoy esto no está previsto como delito, sino como simple falta administrativa, por lo que la represión en contra de tales conductas dolosas resulta imperfecta, al no existir un aliciente para respetar la ley… (subrayado mío)”. La aplicación de sanción administrativa y en el caso de las emisoras comunitarias e indígenas la orientación para su instalación legal o regularización son, sin duda, mejor opción que la “represión como aliciente” planteada por el priista.
Competencia
Milenio Jalisco
Álvaro Cueva
12 de octubre de 2017
Uno de los canales más afectado por el segundo terremoto, el del 19 de septiembre, fue Tv UNAM. Pero no porque sus instalaciones hayan sufrido daños, es porque sus directivos se prepararon durante meses para hacerle cambios radicales a su programación, estrenaron el lunes 18 y, por supuesto, casi nadie le dio seguimiento. Tv UNAM es uno de los canales culturales más importantes de México, está en la frecuencia 20.1 en la Ciudad de México, se ve en muchos estados gracias a la reforma en materia de telecomunicaciones y tiene presencia en Izzi, Totalplay, Megacable, Dish, SKY y AxtelTV. Merece tanta dedicación y respeto como Canal Once o Canal 22, además de que tiene todo el respaldo de una institución como la Universidad Nacional Autónoma de México.
¿Pero qué pasa? Que como la televisión cultural en nuestro país navega con las banderas equivocadas, la fuente de espectáculos no la cubre por considerarla demasiado docta y la cultural tampoco porque para ella todo lo que sea televisión es malo. En resumen, usted jamás verá que un lanzamiento de cualquiera de los canales públicos y culturales de nuestro país haga tanto ruido como el estreno de una telenovela.
¡Qué desgracia! Y no, no lo digo por pose. Lo digo porque estas frecuencias las pagamos usted y yo con nuestros impuestos. ¿A usted no le interesa ver en qué se gastan sus impuestos? ¿No que ahora, con lo de los partidos políticos, todo el mundo está muy exigente con el destino de nuestro dinero? ¡Pues que se vea! ¡Que se vea en los medios públicos y culturales de nuestra nación! ¡Que usted y yo veamos los medios públicos y culturales de nuestra nación, no solo los privados! ¿En qué consistió el cambio de programación de Tv UNAM?
En algo que seguramente tiene muy contentos a los señores de nuestra máxima casa de estudios: en reforzar su identidad y abrirla a las multitudes. Ahora se siente más presencia de la UNAM, de sus maestros, de sus alumnos y al igual que el Instituto Politécnico Nacional con el Canal Once, esa presencia le sirve de algo a la sociedad. Es como si usted y yo, al sintonizar Tv UNAM, fuéramos a Ciudad Universitaria a consulta a un especialista, a que nos informen los mejores académicos, a que nos entretengan los más grandes artistas. Cuando murió René Drucker, Tv UNAM demostró una capacidad de respuesta tan grande o más que la de Televisa y Tv Azteca ante la muerte de Juan Gabriel. Y cuando vino el terremoto del 19 de septiembre, ellos fueron los primeros en organizar las mesas redondas más inteligentes de la pantalla.
Mientras que la mayoría de las señales estaban con Frida Sofía, Tv UNAM tenía a sus profesores cuestionando la supuesta solidaridad de los mexicanos y analizando los contrastes entre las fachadas de los edificios derrumbados y lo que había en el interior de cada departamento. Fue realmente increíble y ciento por ciento digno de una entidad de ese tamaño. La nueva Tv UNAM, sin ser un derroche de recursos financieros, es exactamente lo que uno esperaría de un canal de televisión abierta propiedad de una universidad tan grande y con tanto prestigio como ésa.
Me encanta, ahí, la nueva estrategia de programación de películas de la famosísima Filmoteca UNAM. Creo que La hora elástica es una joya de la televisión mexicana, una especie de programa de revista inteligente con cabaret, grandes colaboradores e inmensos invitados con un espíritu lúdico libre y delicioso, de lo mejor del mercado. Amo las críticas de cine de Rafael Aviña, estoy convencido de que Simbiosis es el proyecto de divulgación de la ciencia que México esperaba y adoro el show de Laura García. Utubers (así se escribe) es una revelación, algo fresco, nuevo.
¿Y qué me dice de Observatorio cotidiano o de !ton’s qué?, que para mí es algo así como su contraparte juvenil? Sí hay muchas cosas muy buenas que ver aquí y algunas hasta están disponibles en la página de internet de Tv UNAM como esa joya titulada La UNAM responde, como la geniales cápsulas de Yo Puma, los conciertos, los documentales con Yuli García y más, mucho más. Si usted es de las personas que todo el tiempo se quejan de que no hay contenidos en la televisión abierta, aquí están, y son gratis y son muy fáciles de ver.
Si en verdad es cierto eso de que el contenido es el rey, Tv UNAM tendría que estar en los primeros lugares de popularidad de nuestra nación. Qué pena, de veras, que con el terremoto del 19 de septiembre el reflector se le haya movido a estos señores porque era su oportunidad de oro para posicionarse. Por lo que más quiera, atrévase a descubrir esta propuesta, ubique los títulos que más le interesen en su parrilla de programación y persígalos, disfrútelos. Sea parte de la comunidad universitaria más grande y poderosa de México. Sea parte de Tv UNAM. Vale la pena. ¿A poco no?
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