Libertad de expresión
Diagnósticos sobre libertad de expresión
El derecho a opinar… y a criticar
El Universal
Jorge Islas
13 de marzo de 2016
Gobiernos como el de Venezuela, Cuba o Corea del Norte han vendado los ojos y oídos de sus ciudadanos, mutilando la conciencia social que es indispensable para demandar respeto a los derechos fundamentales de los gobernados
Es entendible que en Cuba de los hermanos Castro, en Venezuela del finado ex dictador Chávez y de su actual dirigente Maduro o bien en Corea del Norte de Kim Jong-Un, exista la censura y la intimidación institucional como una forma de silenciar a la opinión pública y el libre ejercicio del periodismo, porque sencillamente no son democracias, sino autocracias, formas de gobierno en donde no hay libertades políticas, porque el pueblo no tiene derecho a decir nada, en buena medida porque no tiene información con la que pueda reflexionar, deliberar, opinar y decidir sobre los asuntos públicos, en los que se requiere de la expresión popular razonada.
Son gobiernos que mantienen sus tiranías, porque han vendado los ojos y oídos de sus ciudadanos, mutilando la conciencia social que es indispensable para demandar respeto a los derechos fundamentales de los gobernados. Entre ellos, el derecho a saber por medio de la libertad de opinión y de la manifestación de ideas y críticas en contra de lo que se pueda considerar mal gobierno.
En México por muchos años tuvimos un sistema similar, en donde la libertad de expresión era una formalidad semántica dentro de la ley, pero no un derecho vivo, que se garantizará efectivamente. Estas prácticas formaron parte de un régimen que mundialmente fue identificado por su alto nivel de autoritarismo. En esencia era un sistema político intolerante y excluyente, que reprimía a la disidencia que no coincidía con las verdades oficiales.
Gracias a las reformas electorales iniciadas en 1977 por Jesús Reyes Heroles, así como otras que fortalecieron el funcionamiento e independencia del Poder Judicial, del Congreso y la protección de los derechos humanos, es como se gestó y desarrolló nuestra transición a la democracia, la que ha permitido tener hoy un sistema electoral más competitivo, plural, alternante y legítimo, en donde las libertades políticas del ciudadano son más respetadas. Ha sido una transición s ui g e n e ris , por larga, onerosa y a pesar de tantos esfuerzos, aún inconclusa, pero no exenta de riesgos y de eventuales regresiones que no debemos permitir.
Es el caso en donde el INE, en fechas recientes inició un procedimiento sancionador en contra de Joaquín López-Dóriga, Javier Alatorre y otros comunicadores que cubrieron la gira del Papa en su estancia por México, porque expresaron opiniones que presuntamente vulneraban la pauta electoral y con ello el modelo de comunicación política que prevé la Constitución, para la difusión de mensajes de los partidos políticos y del propio INE.
Una acusación sin fundamento ni pruebas, terminó siendo una suposición altamente discrecional y subjetiva, una forma de inhibir el libre ejercicio del periodismo, fundamental en una democracia para hacer valer el derecho a la crítica.
Por unanimidad y con base en el derecho nacional e internacional, la sala regional especializada del TEPJF, resolvió, que los comentarios de los periodistas, son validos y legales, porque fue un ejercicio de comunicación, que se verificó acorde a las reglas con las que se ejerce la libertad de expresión, sin que esto haya alterado o distorsionado los promocionales pautados.
Tenemos un precedente judicial que reitera la protección jurídica que tiene toda persona para expresar sus opiniones, pero también, se establece un nuevo criterio para nuestra democracia, porque se reconocen los derechos colectivos que tenemos las audiencias para recibir opiniones libres, que requiere toda sociedad libre para tomar decisiones con la mayor libertad de conciencia posible. Es obvio, sin libertad no hay democracia posible.
El tribunal electoral al defender la libertad de expresión, protegió nuestro derecho a criticar, nuestro derecho a disentir, nuestro derecho a pensar de manera diferente y con ideas propias, nuestro derecho a formar parte de una sociedad abierta, libre, diversa y plural.
Académico por la UNAM
Libertad de expresión
Censura
Confiscan periódico de la oposición
Reporte Indigo
Indigo Staff
14 de marzo de 2016
En la noche del viernes 4 al sábado 5 de marzo, el periódico turco de la oposición, y el grupo de medios independiente de mayor tiraje del país, Zaman, fue brutalmente intervenido por la policía turca en sus oficinas de Estambul, después de que el régimen de Recep Tayyip Erdogan introdujera una orden judicial contra el periódico y su equipo editorial a cargo de Celil Sagir.
“Un día de vergüenza para la prensa” se titulaba el último número del Today’s Zaman, un día después del cese de su redacción. El bloqueo de Internet en el edificio, la pérdida de archivos confidenciales exclusivos del semanario y la intervención de correos electrónicos, fueron algunas de las medidas que las autoridades turcas atribuyeron a un “operativo de seguridad nacional contra el terrorismo”.
Sin embargo, tan solo dos días después de la suspensión de su equipo editorial y del cierre de sus oficinas, una edición para su página de Internet sí fue publicada con una línea editorial que para la sorpresa de sus millones lectores, se trataba de una nota teñida de propaganda progubernamental que distaba mucho de la habitual hostilidad que tiene el diario con el gobierno actual.
Después de haber sido puesto bajo la tutela del Estado, sus páginas se vaciaron de toda información independiente y a lo largo de la semana pasada, el periódico reabrió con sus mismos periodistas que ahora trabajan a pesar de estar bajo la supervisión de la policía anti-terrorista, también presente en las oficinas.
El cese del grupo de medios que representa al periódico Zaman significa un gran golpe para la libertad de prensa en Turquía. Quedan sólo dos pequeños periódicos independientes, que también empiezan a ceder a la insostenible presión del gobierno turco, pues de acuerdo a la mayoría de los expertos en medios, el régimen que encabeza Erdogan controla directa o indirectamente el 90 por ciento de los medios de comunicación del país y el futuro de la libertad de expresión en Turquía se anuncia peor.
Rivalidad de terror
La rivalidad entre Gülen y el actual régimen es la razón principal por la que el periódico Zaman fue brutalmente intervenido y acusado de promover la agenda de las “organizaciones terroristas” gülenistas.
El gobierno argumenta que el periódico es compatible con algún tipo de estructura paralela a Gülen u otra de sus “organizaciones terroristas”. En vano, ha sido imposible encontrar evidencia que muestre que un artículo o editorial promueva tal cosa, o cualquier actividad terrorista o violenta.
Y a pesar de las diferentes voces que se alzan desde la Unión Europea contra la violación del estado de derecho dentro del actual régimen, Turquía sigue siendo candidato para la UE y Erdogan utiliza el tema de los refugiados sirios como un medio para silenciar y presionar a Europa.
Insurrección de los intelectuales
Recep Tayyip Erdogan es un hombre susceptible. Susceptible y contencioso. Desde su elección en agosto de 2014, el jefe del Estado turco exhumó del Código Penal una antigua disposición elaborada por sus predecesores en donde se permite “castigar de uno a cuatro años de prisión a quien insulta al presidente”.
El castigo se agrava para aquel que se atreva a insultar al Presidente si, además, lo hace a través de la prensa o la radiodifusión: el que ataque a su familia y a su Persona ataca directamente a país y al interés de la Nación.
El Grupo Zaman, además de editar Zaman y Today’s Zaman, también tiene una agencia de noticias llamada Cihan, que muchos consideran cercana a Fethullah Gülen.
Gülen es considerado uno de los pensadores más brillantes de nuestros tiempos. Un erudito islámico que vive en un exilio autoimpuesto en Estados Unidos desde 1999 y desde donde dirige un movimiento religioso que cuenta con millones de miembros en Turquía, y miles en otros países del mundo, el llamado movimiento Hizmet.
Pero, Gülen no solamente es el líder de millones de turcos, además posee una red de empresas, medios de comunicación y centros educativos desde donde se enseña su particular visión del Islam y muchos los consideran el hombre más influyente y poderoso de Turquía.
Un ex aliado del actual gobierno que otorgó el apoyo y los votos de millones de seguidores que fueron cruciales para la victoria electorales del actual régimen, pero que hoy lo hacen el enemigo público número uno de Erdogan.
El presidente acusa al Sr. Gülen, de 74 años, de ser el cerebro detrás de las operaciones anticorrupción lanzadas por la fiscalía en el 2013 y de gestar uno de los escándalo de corrupción más polémicos en la historia de Turquía que amenazaron con hundir al gobierno de Erdogan.
Libertad de expresión
Censura
Irrumpen autoridades de Pto. Vallarta en proyección de película Premio Maguey
La Crónica de Hoy Jalisco
Redacción
14 de marzo de 2016
Autoridades de Puerto Vallarta irrumpieron esta sábado pasado una proyección de una película ganadora del Premio Maguey 2016 que era presentada en la Plaza Lázaro Cárdenas como parte de la programación del Festival Internacional de Cine de Guadalajara ( FICG) en el municipio.
Mediante un comunicado, la oficina de prensa del Festival señaló que las autoridades objetaron a las imágenes de desnudos mostradas como parte del filme “Théo et Hugo dans le même bateau”, bloqueando la visibilidad y filmando a los presentes sin antes dialogar con los responsables de la proyección.
Cancelan función dominical
Para este domingo, la función de la película “Toro” que estaba programada en los Arcos del Malecón a las 20 hrs fue cancelada debido a que las autoridades solicitaron cortar las escenas que incluían contenido sexual, pero las autoridades del Premio Maguey se negaron a censurar la cinta.
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Libertad de expresión
Diagnósticos sobre libertad de expresión
No son paladines de la libertad de expresión
La Crónica de Hoy Jalisco
Raúl Trejo Delarbre
14 de marzo de 2016
Cuando ejercieron su libertad de expresión para denostar a la autoridad electoral y los partidos por la incorporación de spots durante las transmisiones de la visita del Papa los conductores de Televisa y TV Azteca actuaron de mala fe y de manera concertada, dijeron mentiras y trataron de confundir a los televidentes. Pero lo hicieron sin transgredir la ley. Por eso ha sido pertinente que el Tribunal Federal Electoral reconociera que los comentarios críticos de esos conductores no deben ser sancionados.
No infringieron la ley, pero se trató de una operación política de Televisa y Televisión Azteca para que los legisladores erradiquen de la Constitución la gratuidad de los spots electorales. Cuando se permitía la compra de espacios, las televisoras y radiodifusoras privadas ganaban varios miles de millones de pesos en cada campaña electoral. Desde que fueron aprobadas en 2007 las disposiciones constitucionales para que esos anuncios sean transmitidos en tiempo del Estado, las televisoras no han dejado de cuestionarlas.
Ese “modelo de comunicación política” tiene defectos que podrían ser enmendados (especialmente la escasa duración de tales espacios que, reducidos a un minuto o medio minuto no permiten reflexión ni deliberación alguna). Pero la necesidad de que la propaganda electoral no quede supeditada a las tarifas comerciales ni a la discrecionalidad de las televisoras se confirma cada vez que arrecia la campaña de dichas empresas contra las instituciones electorales.
El diferendo reciente se debió a los comentarios de varios conductores durante las transmisiones de la visita del Papa. Cuando no hay campañas electorales las televisoras deben difundir, del tiempo que ejerce el Estado en cada canal, dos y medio minutos diarios de spots de partidos y autoridades electorales que les presenta el Instituto Nacional Electoral. Ahora, además, el INE destinó 12 minutos diarios de ese tiempo para informar acerca de la elección de la Asamblea Constituyente para la Ciudad de México.
Las pautas para difundir esos spots fueron elaboradas semanas antes y era inevitable que algunos de tales segmentos coincidieran con las extensas transmisiones de la visita del Papa. La obligación de insertar esos anuncios fue aprovechada por ambas televisoras para despotricar contra ellos. El sábado 13 y el domingo 14 de febrero en Televisa, Joaquín López-Dóriga hizo nueve comentarios antes o después de la transmisión de los spots electorales. En uno de ellos, por ejemplo, dijo: “resulta que quienes se presentan como defensores de la laicidad, en eso aprovechan la visita del Papa para hacer política, son los primeros que la hacen…” En otro momento se quejó, en tono áspero: “se aprovecha la visita del Papa para hacer promoción de los partidos”.
Esos comentarios de López-Dóriga fueron artificiosos. El carácter laico del Estado de ninguna manera significa que la propaganda electoral deba suspenderse tan sólo porque el Papa aparece en televisión. Laicismo es la separación entre Estado e Iglesias, no la ausencia del Estado en beneficio de una iglesia y menos aún de una televisora. Por otra parte los spots tienen horarios independientemente de la programación que difunda cada canal. No es cierto que los partidos buscaron más notoriedad para sus spots con la visita del Papa.
En Televisión Azteca el sábado 13 el conductor Jorge Zarza hizo tres comentarios como este: “Lamento mandar a corte comercial por compromisos electorales que nos marca la ley pero así está dispuesto”. Por la tarde, Zarza y la conductora Carolina Rocha se quejaron antes de dar paso a los spots:
Rocha: “No es un corte que queramos demasiado, verdad”.
Zarza: “No, lamentablemente tenemos que hacer un corte”.
Rocha: “Nos obligan las autoridades electorales, pero lo tenemos que hacer y regresamos”.
El domingo 14 por la mañana, en Televisión Azteca, el conductor Javier Alatorre expresó lamentos similares en dos ocasiones. En una de ellas: “Vamos a regresar en un momento, sé que es una jornada muy emocionante pero los partidos quieren salir en la tele, vamos a los anuncios”.
En todas esas alusiones, los conductores de ambas empresas engañaron a sus audiencias al responsabilizar por los spots a la autoridad electoral sin decir que su obligatoriedad está indicada en la Constitución. El INE no puede desatender la responsabilidad de recabar, pautar y entregar a las televisoras esos spots y luego vigilar que sean transmitidos.
Ese mismo día el INE inició un procedimiento para determinar si tales comentarios implicaron alguna falta legal. La Ley General electoral prohibe “la manipulación o superposición de la propaganda electoral o los programas de los partidos con el fin de alterar o distorsionar su sentido original o para calumniar a las personas, instituciones o los partidos…”
En ocasiones anteriores, las televisoras expresaron su inconformidad con los spots electorales colocando letreros o “cortinillas” antes y después de transmitirlos. Esa acción fue considerada violatoria de la ley tanto por el Instituto como por el Tribunal electorales. Ahora, sin embargo, la crítica a los spots no fue presentada como expresión institucional de una o dos empresas sino como opinión de algunos comentaristas.
La Comisión de Quejas del INE consideró por dos votos a uno que los comentarios acerca de los spots no violaban la ley pero el expediente quedó abierto. De acuerdo con el procedimiento que establece la ley el asunto fue turnado a la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral. El 10 de marzo los tres integrantes de dicha Sala aprobaron la ponencia de la magistrada Gabriela Villafuerte Coello que considera que al formular comentarios críticos a la difusión de los spots los conductores ejercieron su libertad de expresión. Los magistrados tomaron en cuenta el hecho de que los spots fueron transmitidos de acuerdo con las indicaciones del INE y, por otra parte, los televidentes pudieron conocer tanto los mensajes de partidos y autoridad electoral como las apreciaciones críticas de los empleados de las televisoras.
La Sala Especial también recibió un documento de la Comisión Nacional de Derechos Humanos que respaldaba a los comentaristas de Televisa y Azteca. Más allá de los argumentos allí contenidos, el envío de esa postura fue inusual porque nunca antes la CNDH había querido intervenir en un asunto presentado ante el Tribunal Electoral. La Comisión ni siquiera recabó el punto de vista del INE para conocer de manera institucional su postura en este litigio. En todo caso, aunque mencionó que fue recibido, el Tribunal desdeñó el documento de la CNDH y no lo tomó en cuenta en su resolución.
Las televisoras dieron una extensa difusión a la sentencia del Tribunal. Pero no dijeron que en la sentencia ese organismo consideró que el modelo de comunicación, que incluye la difusión de propaganda política en espacios del Estado, “constituye un sistema de principios constitucionales y normas a las que se debe sujetar el intercambio de ideas políticas, en el tiempo en radio y televisión, administrado por el Instituto Nacional Electoral”. Es decir, los conductores las cuestionaron en ejercicio de la libertad de expresión pero esas reglas son válidas: el INE tiene la atribución constitucional de pautar los spots y los concesionarios la obligación de transmitirlos. Así que los comentarios de López-Dóriga, Zarza, Rocha y Alatorre fueron infundados. Tienen derecho a decirlos, pero están equivocados.
Esos conductores de ninguna manera son paladines de la libertad de expresión. No ejercieron esa libertad, ni el privilegio que implica tener acceso a los medios de masas, para ofrecer explicaciones fundadas en hechos sino para difundir verdades a medias, mentiras completas y especialmente una interesada animosidad contra reglas e instituciones electorales. La libertad de expresión, reivindicable pero cuyos contenidos son por eso debatibles, la utilizaron esos conductores para propalar, como si fueran suyas, animosidades de las empresas donde trabajan. No fue su opinión individual la que manifestaron sino la versión que les indicaron, por consigna.
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