Economía política de las empresas de comunicación
Competencia
Baja audiencia en televisión abierta
Milenio Jalisco
Susana Mendieta y Yeshua Ordaz
14 de febrero de 2016
La población mexicana ha disminuido su consumo de televisión abierta. De acuerdo con el Informe Estadístico del Tercer Trimestre de 2015 del Instituto Federal de Telecomunicaciones (Ifetel), el consumo de televisión abierta presentó una baja de 6 por ciento en promedio entre 2013 y 2015.
En cuanto a los niveles de audiencia por tipo de señal, la muestra indica que el consumo de programas en canales de televisión restringida medido a través del rating promedio, pasó de 3.46 por ciento en el tercer trimestre de 2013 a 3.89 por ciento en el mismo periodo de 2015.
En cuanto al consumo de programas en canales de televisión abierta, el regulador indicó que bajó 15.25 por ciento durante el mismo periodo, lo cual tribuyó al efecto de sustitución en el consumo de contenidos por tipo de canal, situación que se confirma con los incrementos en los niveles de penetración a nivel nacional de la televisión de paga.
El Instituto destacó que el decrecimiento del nivel de televisores encendidos en los segmentos de televidentes menores a 29 años se puede asociar a que éstos son los grupos más susceptibles a consumir contenidos audiovisuales a través de otros dispositivos como tablets, consolas de videojuegos, celulares entre otros.
Mayores consumidores
Al segmentar el nivel televisores encendidos por región se observó que Monterrey y el Área Metropolitana de la Ciudad de México tienen un nivel de exposición más elevado que el promedio nacional. El promedio nacional de personas viendo la televisión es de 13.35 por ciento, mientras que el de Monterrey es de 13.58 y el del área Metropolitana de la Ciudad de México es de 14.44 por ciento.
En el caso de Monterrey el tiempo que pasan las personas viendo televisión es de 4 horas 54 minutos y 50 segundos, en Guadalajara son 4 horas y 42 minutos y el promedio nacional es de 4 horas con 54 minutos y 10 segundos, una disminución desde las 4 horas con 59 minutos y 8 segundos que se registraron en 2013.
El IFT destacó que el tiempo de permanencia de los consumidores de televisión se midió a través del promedio de horas al día que se dedican a ver televisión, lo que indica que han mantenido un comportamiento estable de alrededor de cinco horas en los últimos tres años, con una ligera tendencia a la baja de aproximadamente 5 minutos.
El efecto ‘apagón’
La empresa de medición de ratings HR Media, informó que pese a lo que se comenta sobre las audiencias por el tema de la transición a la televisión digital terrestre, la caída en las audiencias en televisión abierta solo ha sido de 3 por ciento, esto derivado del incremento en las suscripciones a la televisión de paga.
Rodrigo Gómez, director general de la firma, indicó que desde septiembre de 2014 han seguido el apagón analógico y hay algunos grupos que se fueron preparando para la transición, como el del segmento socioeconómico D, en el que incluso creció la audiencia 5 por ciento.
Sin embargo, la audiencia de los grupos de gente joven ha caído, pero en general en los últimos 18 meses se ha mantenido estable, esto de acuerdo a su panel de hogares, explicó el director general.
“Ha cambiado la proporción de la televisión analógica y digital, antes de un total de encendidos, 80 por ciento era para televisión análoga en el concentrado de audiencia, pero fue bajando mes con mes y para el 17 de diciembre hubo un cambio radical y teníamos menos del 1 por ciento en señales analógicas”, dijo Rodrigo Gómez.
Economía política de las empresas de comunicación
Competencia
Excélsior
Franco Daniel Gómez
14/febrero/2016
Esperemos que la NFL haya aprendido. Haber puesto en el show de medio tiempo del Super Bowl a Coldplay no le convino a nadie. En 2015 Katy Perry dejó la audiencia en 118. 5 millones de televidentes, la banda de Chris Martin obtuvo 111.9 millones. Coldplay no atrajo, tampoco Beyoncé o Bruno Mars, les faltó carisma, arraigo, poder.
Ya pasó una semana de ese revés y el tema está casi olvidado como el show de arcoíris que se transmitió en todo el mundo y que no estuvo a la altura del festejo por los 50 años de Super Bowl. En el plano nacional, Televisa le ganó a TV Azteca, 7.2 puntos contra 6.4.
Los números son fríos, pero es lo que come la televisión, que además esta semana confirmó que el público ha castigado a los canales abiertos.
De acuerdo con el Instituto Federal de Telecomunicaciones, la audiencia de la televisión abierta disminuyó 15.25 por ciento respecto a 2013, en cambio, la televisión de paga aumentó 12.42 por ciento su rating.
Los casos del Super Bowl y la televisión abierta tienen un punto en común: el público evaluó el contenido, no le gustó, no lo consumió y como dominó cayeron los indicadores.
Hace meses que en este espacio se advirtió el fin de la televisión como la conocemos y su apocalipsis ya lleva 15 por ciento de avance, no por el apagón analógico, sino por la falta de empeño en mejorar la calidad del producto que ofrecen.
Hace unos días leía que el productor de telenovelas Juan Osorio auguraba que las telenovelas no van a morir, que sólo se recortarán a 80 capítulos, unos seis meses de vida, pero son fuertes, lo dice una autoridad que hizo Una familia con suerte, Salomé, Porque el amor manda y Si Dios me quita la vida.
Sylvia Pasquel reconoció en una entrevista que los refritos de telenovelas han llevado a Televisa a la crisis que vive, pero más que eso, la decadencia de las televisoras se generó por la soberbia que implica hacer lo mismo con la idea firme de que el público se va a comer todo lo que le pongan, ya sea entregas de premios TVyNovelas, noches mexicanas, festivales navideños y de año nuevo o finales de historias en domingo antecedidas de programas especiales tratados como si el público fuera imbécil. Ha sonado la tercera trompeta y no la quieren escuchar. Arrepentíos infieles. ¡Ups! Se me pegó el tono de estos días.
0 Comments