Derecho de réplica

El Post critica giro “a la derecha” de Marco Rubio en inmigración

El Universal

EFE

09 de noviembre de 2015

El diario The Washington Post criticó hoy en un editorial el giro “a la derecha” en inmigración del senador y aspirante presidencial republicano Marco Rubio, al recordar que ha pasado en dos años de apoyar una reforma migratoria integral en Estados Unidos a rechazarla.

El periódico recuerda las declaraciones del senador de la semana pasada, cuando dijo que el Congreso no puede aprobar una reforma migratoria integral después de la crisis de menores no acompañados que llegaron masivamente a la frontera el año pasado y de las medidas ejecutivas “inconstitucionales” del presidente Barack Obama.

Según el Post, el “drástico giro” de Rubio, congresista de origen cubano, “está en consonancia con otras inclinaciones a la derecha” de algunos de sus rivales en la contienda presidencial republicana, “en particular en materia de inmigración”.

Pero la “retractación de Rubio ha sido especialmente descarnada dado el importante papel que él jugó como miembro del Grupo de los Ocho senadores bipartidistas que escribió la ley sobre la reforma migratoria en 2013”, sostiene el diario.

Rubio, quien ha ido avanzando en las encuestas y es visto ahora como uno de los aspirantes con más opciones de lograr la nominación presidencial de su partido, fue uno de los impulsores de la reforma migratoria bipartidista que aprobó el Senado en 2013 pero que no avanzó en la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos.

The Washington Post señala que ese proyecto de ley “elevó el estatus” de Rubio entre el “aparato (del Partido) Republicano y muchos independientes”, pero también lo enfrentó a los conservadores antiinmigrantes “ahora tan enamorados de la retórica llena de odio del señor (Donald) Trump”.

Bajo la “influencia maligna” de Trump, uno de los candidatos favoritos en las encuestas y partidario de deportar a todos los indocumentados que residen en EEUU, las posturas moderadas sobre inmigración “son ahora consideradas como autodestrucción política”, argumenta el Post.