Las encuestas son útiles, siempre y cuando no caigan en el “juego por el poder”
- No todas las encuestas deben tener la misma credibilidad: Roberto Gutiérrez
- Muchas veces los políticos utilizan los resultados de las encuestas para construir un discurso que aborde lo que la gente quiere oír: Ignacio Román
La publicación de encuestas pueden ser utilizadas para informar o influir, aseguró la socio-consultora de Demoskópica de México Yasodhara Silva y agregó que cuando se utilizan para incidir, éstas pierden su credibilidad y faltan a la ética.
En el tercer foro organizado por el Observatorio de Medios Q ITESO se abordó el tema de las preferencias electorales en la que se dijo que, en un marco de competitividad, como lo es el proceso electoral, las encuestas pueden reducir el margen de incertidumbre, ya que generan información acerca del clima electoral y su contexto.
El académico del ITESO Ignacio Román Morales detalló que la información no puede ser neutra, puesto que siempre hay un peso que lleva a generar tendencia en cómo se valora la información y los criterios técnicos. Como por ejemplo, al formular las preguntas se puedo influir “desde el momento en el que se elige una palabra en vez de otra para hacer el cuestionamiento, se puede incidir en la respuesta”, argumentó.
Ante las actitudes que los resultados de las encuestas pueden inducir, Ignacio Román expuso que, aunque la metodología está dada en una fecha determinada, el lector puede tomarla como referente de su contexto actual; puede incitar el voto útil; persuadir a un elector sobre los candidatos presentados en las encuestas o al reciclaje de opiniones en las campañas ya que “les indican a los candidatos los temas que interesan a la población, lo que alimenta los discursos políticos”.
También explicó que las encuestas tienen límites técnicos como lo son el margen de error, la representatividad, el nivel de confianza. Intervienen también en los resultados los acontecimientos súbitos, como el caso del magistrado con licencia Leonel Sandoval o de los recientes bloqueos -presentes en la agenda de los medios de comunicación-.
De acuerdo con el jefe del departamento de Opinión Pública y Encuestas del periódico Mural, Roberto Gutiérrez, existe un sesgo de credibilidad en las encuestas; incluso reveló que una de cada tres personas no cree en ellas. Una de las razones, que abona a esta desconfianza, es el “analfabetismo numérico” que dificulta la interpretación de los resultados de las encuestas, tanto del lector como de quien difunde la información, opinó Ignacio Román.
Otra razón de la desconfianza es que “no existen sanciones para quienes no cumplan los requisitos establecidos en la regulación”, manifestó.
Dentro del foro, moderado por la académica Ana Vicencio, se destacó la importancia de analizar y revisar las encuestas; de verificar que las mismas publiquen su metodología. Es importante que se distinga entre la preferencia efectiva, que son los datos condensados, y la preferencia bruta, es decir, los datos crudos y sin tratamiento “para que la audiencia, pueda llegar a su propia opinión y tomar una decisión a partir de estos instrumentos”, explicó Roberto Gutiérrez.
“Que las encuestas sean encuestas y no sean propaganda barata o manipuladora” fue la idea con la que concluyó Ignacio Román en este foro efectuado el miércoles 6 de mayo en la cafetería de la Biblioteca Dr. Jorge Villalobos Padilla en las instalaciones de la universidad.
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