Transparencia y acceso a la información
Rogelio Ortega se deslinda de presunta cuenta hackeada por caso Ayotzinapa
24 Horas
Redacción
3 de noviembre de 2014
Rogelio Ortega Martínez, gobernador interino del estado de Guerrero, se deslindó de la cuenta de Twitter @_RogelioOrtega, presuntamente hackeada esta mañana en protesta por la desaparición de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa.
A través de un mensaje dirigido a 24 HORAS, Ortega Martínez apuntó que dicha cuenta es “apócrifa”.
Este lunes, en la cuenta @_RogelioOrtega se leen al menos cuatro mensajes recientes que exigen respuestas por los 43 estudiantes de la Normal Rural “Isidro Burgos” de Ayotzinapa que no aparecen desde el pasado 26 de septiembre cuando fueron atacados por el grupo criminal Guerreros Unidos bajo las órdenes del entonces edil de Iguala, José Luis Abarca Rodríguez y su esposa.
“¿Podrán 43 estudiantes detonar una revolución?”, pregunta ‘The New Yorker’
Aristegui Noticias
Dolia Estévez
3 noviembre 2014
En su segunda entrega sobre la tragedia de los 43 normalistas, The New Yorker advierte que su desaparición ha indignado tanto a México que sus habitantes, que parecían “anestesiados” ante los estragos de la violencia, están despertando y, al margen del desenlace final de la búsqueda de los desaparecidos, el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto “tendrá que confrontar la amplia conmoción social y condena que muy probablemente genere la confirmación de que los estudiantes están muertos”.
Esta revista icónica que es referencia obligada entre los círculos políticos y literarios progresistas de Estados Unidos, se pregunta en el encabezado del artículo, ¿Podrán 43 estudiantes detonar una revolución?”.
Francisco Goldman, el autor, dice que México “ha sido tomado” por la historia de los 43 desaparecidos, y muchos se niegan a creer lo peor hasta que ya no se pueda negar. Tumbas clandestinas con restos humanos siguen apareciendo en las empobrecidas montañas de Guerrero. Se especula que podrían contener los restos cuando menos de algunos de los estudiantes, pero nada se ha confirmado. Un anuncio por parte del gobierno podría darse en cualquier momento o incluso nunca darse, dice Golman.
Aun cuando el gobierno anunciara que encontró a los estudiantes, continúa The New Yorker, podría tomar semanas antes de que los forenses argentinos completen el trabajo de DNA. “Esa espera podría ser todo el tiempo con el que cuente el gobierno de Peña Nieto, para confrontar la amplia conmoción social y condena que muy probablemente genere la confirmación de que los estudiantes están muertos”.
Desde la desaparición de los estudiantes el 26 de septiembre, todos los días, en la Ciudad de México y en todo el país, se celebran marchas y diversas acciones cívicas, la mayoría de ellas pacíficas. “Muchos en México se preguntan por qué los 43 desaparecidos han inspirado tal indignación en un país que parecía anestesiado ante la violencia a gran escala”. La respuesta, dice Goldman, puede estar en que la gente ya está harta de la violencia y la impunidad.
En el pasado, dice The New Yorker, “las autoridades del gobierno y muchos en los medios de comunicación cómplices han acudido al manual de gastadas artimañas, que consisten en estigmatizar a las víctimas, presentarlas como responsables de su propia suerte, o buscar formas de proyectarlas como si no fueran mexicanos promedio. Hay quienes han tratado de hacer lo mismo con los 43 estudiantes, pero las acusaciones e insinuaciones no han tenido eco”.
Ahora, los vacíos en el gobierno de México son demasiado obvios, observa Goldman. “El país parece estar tambaleándose en la orilla de un terrible cataclismo o, con esperanza, de una transformación alentadora”.
La comunicación presidencial sobre Iguala
El informador
Salvador Camarena
3 de noviembre de 2014
Cito de memoria una anécdota sobre Lázaro Cárdenas. El presidente convocó a varios de sus colaboradores para hacer una gira en comunidades indígenas. Para su sorpresa, los funcionarios llegaron vestidos de mezclilla. Los mandó a su casa a ponerse trajes y corbatas. A los indios había que tratarlos con formalidad, exigió el general.
El miércoles pasado el Presidente de la República se reunió finalmente con las víctimas de Ayotzinapa. Tras la cita, Enrique Peña Nieto salió sin corbata a dar un discurso más bien desarticulado. Luego, a la Presidencia le tomó casi 24 horas dar más información sobre el encuentro. Es decir, toda una eternidad en la era del tiempo real. Y cuando finalmente lo hicieron, no dijeron gran cosa.
¿Por qué obraron así? ¿Por qué el Presidente y sus colaboradores están aturdidos y no saben cómo reaccionar ante los hechos de Iguala? Esa hipótesis no vuela, no un mes después de surgida la crisis. Como algo no cuadra, habrá que especular otras explicaciones. Propongo esta.
Antes incluso de la campaña de 2012, Peña Nieto y su equipo (léase Luis Videgaray, Aurelio Nuño, David López, entre otros) se distinguieron por su capacidad para desplegar una maquinaria propagandística que hiciera inevitable la candidatura del mexiquense y por saber reaccionar ante distintos patinones del aspirante (la FIL, la Ibero, etcétera). Es decir, tienen experiencia en manejo de medios, con guion o improvisando.
Precisamente del episodio de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (diciembre de 2011), el equipo de Peña Nieto aprendió una cosa que hoy pudiera ser clave para explicar algo de su actuación en el caso Iguala: la FIL —me contó uno de ellos entonces— se volvió un problema cuando la televisión abierta mostró las imágenes del candidato que no recordaba tres títulos que marcaron su vida.
En los otros tiempos del PRI, la cerrazón del sistema hizo que diversos académicos y activistas idearan fórmulas para monitorear, con fines de exhibición y denuncia, el sesgo que los noticieros electrónicos tenían con respecto a difundir sólo, o casi exclusivamente, la verdad oficial.
Gracias a la tecnología ahora es más fácil monitorear contenidos, pero ante la multiplicidad de canales y portales, ¿es más sencillo detectar manipulaciones o desequilibrios en un ambiente donde lo que sobran son “medios”? ¿No será que la existencia de redes sociales “libres” constituye la pantalla perfecta que nos impide advertir que en realidad en canales que sí cuentan con audiencias millonarias no está ocurriendo la “vibrante” indignación que sobre Ayotzinapa se palpa en la red social de nuestra predilección?
Si lo anterior tuviera algo de cierto, entonces tendría lógica el hecho de que cinco semanas después de la noche de Iguala (Ciro Gómez dixit) el Presidente Peña Nieto no haya dado un solo discurso memorable, no haya protagonizado ningún acto relevante en torno a Ayotzinapa.
La función sería más o menos como sigue: sale el Presidente, da un mensaje apenas formal, las redes arden en cuestionamientos por la medianía del discurso, pero la comunicación en otros influyentes foros de ese mensaje presidencial es puntual en su apego y ausente de crítica.
El problema entonces sería en verdad grave. Tendríamos a un gobierno convencido de que con Iguala lo que hay que hacer es sólo administrar la crisis, que no hacen falta innovar (nada de diálogo público con las víctimas, nada de reinventar nuestro esquema de derechos humanos), que a lo que más llegará el Presidente es a quitarse la corbata para que la televisión y los portales muestren cómo ante los pobres, para empatizar, él se quitó la corbata.
-Protección de datos personales
1 de cada 4 mexicanos no creen en ciberamenazas
El Universal
Redacción
4 de noviembre de 2014
Según una encuesta conjunta realizada por B2B Internacional y Kaspersky Lab, el 24% de los usuarios de Internet en México no cree que los ataques cibernéticos sean reales. Sienten que la amenaza es una exageración de las empresas de seguridad para Internet. Sin embargo, esa autosuficiencia los deja sin ningún tipo de protección contra un riesgo que amenaza sus datos y vidas virtuales cada día.
De acuerdo con las estadísticas, incluso las personas que aceptan que las ciberamenazas son reales no siempre están convencidas que necesitan protección contra estas amenazas. En concreto, sólo el 46% de los mexicanos encuestados creen que pueden ser objeto de ataques por ciberdelincuentes.
Sin embargo, en la realidad el dispositivo de cualquier persona puede ser de interés para los atacantes. Aun cuando el propietario no almacene datos valiosos en el dispositivo y no realice transacciones financieras en línea, los ciberdelincuentes pueden hacer uso de cualquier computadora, smartphone o tableta – quizás convirtiéndola en un bot que envíe spam, llevar a cabo ataques DDoS o enviar enlaces de phishing a través de mensajería instantánea y correo electrónico.
Casi un tercio (29%) de los usuarios mexicanos no están preocupados por la posibilidad de que sus cuentas en línea pudieran estar comprometidas, o están incluso ajenos a este riesgo. Lo más importante es que esto no sólo aplica a páginas personales en sitios de redes sociales sino a cuentas bancarias en línea, que podrían entregar las finanzas personales del usuario a un ciberdelincuente.
Sin embargo, muchas personas sienten que las pérdidas financieras resultantes de ataques cibernéticos son extremadamente poco probables – el 44% de los encuestados en México no conocen o no están preocupados por la posibilidad de tales pérdidas.
Una cosa de la que no se dan cuenta es que tales pérdidas no forzosamente se pueden deber al robo directo de dinero de sus cuentas bancarias. Una infección por Malware también puede conducir a gastos imprevistos, incluyendo costos relacionados con los servicios de un especialista en TI, la reinstalación de software o la indisponibilidad temporal de un dispositivo.
En general, el 21% de los encuestados que han tenido malware en sus dispositivos han incurrido en pérdidas como resultado del incidente.
Según los resultados de la encuesta, en el país, el 21% de los encuestados no están conscientes que el uso de redes Wi-Fi públicas es arriesgado porque los datos que se envían a través de estas redes pueden ser interceptadas por ciberdelincuentes.
Una proporción ligeramente mayor de usuarios, el 22%, están conscientes de esta amenaza, pero no creen que se deben preocupar por ello. Al mismo tiempo, el 77% de los encuestados utilizan redes públicas y 9% introducen sus credenciales en sitios web mientras están conectados a una red pública.
“Las personas que piensan que están seguras, porque los ciberdelincuentes no los molestarán o que no estarán interesados, simplemente no entienden la naturaleza de las amenazas en línea. Los hackers no suelen centrarse en objetivos específicos, tratan de tener tantas víctimas como sea posible.
Esta es la razón por la que resulta muy arriesgado utilizar Internet sin una solución de seguridad”, dice Elena Kharchenko, Jefa de Administración de Productos de Consumo, Kaspersky Lab.
Apoyará OEA estrategia nacional de seguridad cibernética en Paraguay
Uno más uno
Redacción
3 de noviembre de 2014
La Organización de los Estados Americanos (OEA) anunció hoy que apoyará a Paraguay en el desarrollo de su estrategia nacional de seguridad cibernética, como parte de los esfuerzos para hacer frente a amenazas regionales, como los ataques cibernéticos.
El anuncio fue hecho durante el encuentro celebrado aquí entre el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, y David Ocampos, titular de la Secretaría Nacional de Tecnologías de la Información y Comunicación de Paraguay (SENATICS).
Insulza ofreció al gobierno paraguayo todos los recursos técnicos que la OEA ha desarrollado en este ámbito para esta tarea, así como a continuar trabajando con sus aliados internacionales para contribuir al proceso de desarrollo de este plan nacional.
Señaló que el tema preocupa a los ciudadanos comunes “incluso más que otros temas de seguridad, es uno de los desafíos que impone el desarrollo”, y por ello se ha colocado como crítico para la Secretaría de Seguridad Multidimensional de la OEA.
Recordó que la generación de capacidades en materia de seguridad cibernética fue discutida en la pasada Asamblea General de la OEA en Paraguay, donde se presentó el reporte “Tendencias de Seguridad Cibernética en América Latina y el Caribe”.
El informe describió y evaluó importantes tendencias observadas en la región en lo que respecta a las amenazas al dominio cibernético y a quienes dependen de él, desde instituciones gubernamentales hasta empresas privadas y usuarios individuales.
También analizó los avances efectuados por las diferentes autoridades gubernamentales para enfrentar los retos que se les presentan en un mundo cada día más conectado y dependiente de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC).
Ocampos valoró el aporte hecho por la OEA en el desarrollo de profesionales capacitados en la materia, y a la generación de una red de alianzas que permite compartir experiencias y criterios para enfrentar las demandas de seguridad cibernética.
“Cada día creemos más que el valor de la economía y de la competitividad de las personas está en los medios de información, pero eso no es nada si no está acompañado de un plan que dé seguridad a los gobiernos y a la gente”, dijo.
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