-Periodistas

Rushdie aboga por los periodistas

La silla rota

Rodrigo Barranco

5 octubre 2014

Xalapa.- Salman Rushdie, escritor británico, opinó que la palabra escrita, la que viene en una hoja de papel, muchas veces resulta más poderosa que todos los esfuerzos que se han hecho para destruirla.

Durante su participación en el “Hay Festival”, realizado por el gobierno deVeracruz en la capital del estado, Xalapa, consideró que por ese motivo hay que salvaguardar a los autores de novelas, a los autores creativos, a losperiodistas, quienes también están en peligro.

“La literatura es poderosa, los débiles somos los autores. Es fácil atacar el cuerpo de un autor, torturarlo, meterlo en la cárcel, asesinarlo; así que nos debemos concentrar en salvaguardar, en proteger a los autores, porque la obra como quiera sobrevivirá”, expresó.

Recordó que, en muchas partes del mundo, periodistas y reporteros son blancos en los campos de batalla cuando realizan una función importante, al informar lo que sucede en los lugares de conflicto.

“La literatura no resolverá los problemas del mundo, de plano, no puede directamente modificar, cambiar; en muy raros casos hay libros que tienen una influencia directa en la vida de la gente. Así es como funciona un libro: no cambian el mundo como un gran movimiento político o una insurgencia popular, nada de eso, un lector por lector”, subrayó.

El ensayista, quien fuera contagiado por sus padres por lo que llama “esa enfermedad de compartir historias”, considera que aunque es difícil de transmitir de generación en generación, la novela prevalece comunicando historias que traspasan barreras; a pesar del cine, la radio, la televisión, la tecnología, la novela sigue vigente.

“Todos soñamos. Cada vez que nos dormimos pasan cosas raras en nuestros cerebros y mientras tengamos la capacidad de soñar, tendremos el gusto de contar cosas”, comentó.

Sobre la literatura de América Latina y México, dijo que tiene una influencia enorme en el mundo entero y mencionó a Carlos Fuentes, con quien tuvo una gran amistad y quien le permitió conocer la literatura mexicana.

Por último, al ser cuestionado sobre su vida después de que en 1989 el ayatola Jomeini proclamara una fatwa instando a la población musulmana a ejecutarlo, respondió que la pasa comiendo buena comida y teniendo sexo.