-Legislación en materia de comunicación
Moreira firma decreto de Ley de Acceso a la Información
Milenio Jalisco
Raúl Coronado
26 agosto 2014
El Gobernador Rubén Moreira Valdez, al firmar el decreto que crea la Ley de Acceso a la Información Pública, expresó que este ordenamiento se convierte en una herramienta clave para ejercer derechos y sustentar obligaciones.
“Queremos que nos inmunice contra el virus de la corrupción, es un elemento fundamental para la rendición de cuentas, dignifica el servicio público, incentiva la participación ciudadana y acerca a la sociedad con el gobierno”, indicó.
Lo anterior lo expresó Rubén Moreira, en ceremonia que se llevó a cabo en el patio central del palacio de Gobierno, ante la presencia de Ximena Puente de la Mora, comisionada presidenta del Instituto Federal de Acceso a la Información y Protección de Datos (IFAI).
En su intervención Ximena Puente de la Mora, subrayó que con la firma del decreto que crea la ley de acceso a la información pública, Coahuila toma un papel dominante en esa materia a nivel nacional.
Puente de la Mora auguró que esta ley de transparencia dará muy buenos resultados por la génesis de esta iniciativa, desarrollada en la mejor tradición de la democracia participativa.
“Esta nueva ley hace de la cultura de la transparencia un verdadero objetivo legal”, expresó Ximena Puente, refrendó su compromiso para seguir trabajando juntos en las iniciativas necesarias para tutelar adecuadamente los derechos de acceso a la información y protección de datos personales.
El Mandatario Estatal felicitó y agradeció a FUNDAR, organización de la sociedad civil, sin la cual no hubiera sido posible este éxito, además de los integrantes consejeros del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información (ICAI), por su generosidad compromiso institucional y entusiasmo.
Moreira comentó que México vive momentos de cambio “tenemos en el presidente Peña a un verdadero estadista decidido a mover a México, la ruta de la transformación pasa, si no es que se inicia, por Coahuila”, indicó.
“En tan solo 31 meses de nuestro gobierno, hemos logrado generar entre todos 70 mil 195 nuevos empleos formales, nunca en la historia de nuestro Estado, en ese lapso de tiempo, se habían generado tantos empleos, lo que nos permite ser el tercer lugar con la menor tasa de informalidad laboral”, aseguró.
Informó a los presentes que Coahuila ocupa el cuarto lugar nacional en competitividad, el tercero en exportaciones, el primer lugar en fabricación de autopartes y el segundo lugar nacional en productividad en el sector manufacturero.
“Al crecimiento económico tiene que corresponder un crecimiento en los derechos de las personas y en el fortalecimiento de las instituciones, solo esto evita la injusticia y la desigualdad”, puntualizó Moreira Valdez.
La presidenta del Instituto Coahuilense de Acceso a la Información (ICAI), Teresa Guajardo Berlanga, reconoció el trabajo realizado por Rubén Moreira Valdez, para llevar a Coahuila a los más altos niveles nacionales en materia de transparencia y acceso a la información.
“La nueva ley representa sin duda, pese al escepticismo de unos, un instrumento de avanzada en el ámbito nacional, incluso en el internacional, que hoy concretamos con su promulgación”, expresó.
Estuvieron presentes en este evento:
– Eliseo Mendoza Berrueto, diputado presidente de la Junta de Gobierno del Congreso del Estado.
– Gregorio Alberto Pérez Mata, Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado.
– Ximena Puente de la Mora, Comisionada Presidenta del IFAI.
– Javier Rascado Pérez, presidente de la Conferencia Mexicana para el Acceso a la Información Pública Federal.
– Jorge Eduardo Verástegui Saucedo, Secretario de Fiscalización y Rendición de Cuentas de Coahuila.
Además de integrantes del gabinete legal y ampliado, presidentes municipales, diputados, diputados electos y empresarios.
Anuncian Foro Internacional en Telecomunicaciones
El Financiero
Redacción
26 de agosto de 2014
El 4 de septiembre de este año, el Centro de Latinoamérica Adrienne Arsht del Atlantic Council organizará el Foro Internacional de la Reforma de Telecomunicaciones (FIRT) en el Hotel Camino Real, Polanco en la Ciudad de México, con el objetivo de promover un diálogo de alto nivel entre el gobierno, empresarios, académicos, medios de comunicación y otros líderes en el sector acerca de las oportunidades generadas por la reforma a la Ley de Telecomunicaciones.
“Este evento es el primer esfuerzo a nivel internacional, posterior a la aprobación de las leyes reglamentarias sobre la reforma en México, para facilitar un análisis sobre las proporciones de este gran cambio en la historia de las telecomunicaciones en el país”, señaló el Atlantic Council.
La conferencia incluirá presentaciones de destacados miembros del gobierno, sociedad civil, academia y sector empresarial, en tres paneles progresivos, así como tres mesas de discusión simultáneas acerca de diversos aspectos puntuales sobre los cambios a la Ley.
Durante las mesas, se discutirán aspectos tales como las obligaciones de compartir infraestructura que las leyes secundarias marcan; las oportunidades de negocios que permitirá la apertura a la inversión extranjera derivada de la reforma y cómo el nuevo esquema de competencia beneficiará a la población con las mejoras a los servicios y reducción de costos, así como el impacto positivo de la reforma en el resguardo de la seguridad y asistencia públicos mediante una tecnología más avanzada.
Por 50 años, el Atlantic Council ha sido el principal promotor de la prosperidad global en el contexto transatlántico. El Centro de Latinoamérica Adrienne Arsht está enfocado particularmente en promover los cambios transformativos de América Latina, a través del reconocimiento y la implementación de recomendaciones políticas que trascienden a verdaderos beneficios regionales. Adicionalmente dicho centro es líder de las discusiones en Washington acerca de las transformaciones en México.
El Universal
Mauricio Merino
27 de agosto de 2014
Gracias a la entrevista que organizó el Fondo de Cultura Económica con el presidente Peña Nieto, saltaron a la vista varios datos relevantes: el primero fue que en la conversación entre varios periodistas y el jefe del Ejecutivo, nadie habló de libros, ni de autores, ni de la influencia que ha ejercido aquella casa editorial en todo el mundo de habla hispana. La literatura, el ensayo y la investigación le cedieron el lugar a la política; y la historia cultural de ochenta años, a veinte meses de reformas. Una pieza digna del boom latinoamericano: Vargas Llosa, García Márquez, Carlos Fuentes, Alejo Carpentier o Augusto Roa Bastos la habrían registrado con gusto en sus novelas.
Pero ese dato ya era conocido: el presidente no es un hombre de libros, sino de poder. Por eso resulta más interesante la segunda revelación de la entrevista: la visión que el presidente tiene sobre la corrupción que nos inunda y que, cada vez más, aparece como el talón de Aquiles de sus primeros meses de gobierno y como la amenaza principal a las reformas que ha emprendido. A pesar de las preguntas reiteradas de Denise Maerker y de León Krauze —que le ofrecieron varias oportunidades para pronunciarse con fuerza sobre el tema— el Presidente prefirió salir por a tangente. Primero dijo que la corrupción era un problema de cultura, luego fue al lugar común de la culpa compartida entre el gobierno y los particulares y finalmente insistió en que la transparencia era el antídoto para conjurar ese fenómeno. En suma, quedó claro que el jefe del Estado mexicano no tiene una opinión clara sobre el enojoso asunto, ni mucho menos una posición acabada para hacerle frente.
La vaguedad e imprecisión de sus respuestas acabaron nublando el objetivo laudatorio de la conversación. Si habremos de recordarla, no será por los aplausos más o menos obvios que le brindaron varios de sus interlocutores, sino porque fue evidente la ausencia de una concepción plausible del jefe del Estado para afrontar y disminuir la corrupción. Pero al mismo tiempo, la conversación de marras hizo posible que el tema se colara a los pasillos muy estrechos de la agenda pública, ya no como una queja reiterada ni como el escándalo de turno, sino como un problema nacional que ya no puede eludirse así nomás, ni abandonarse al tiempo, esperando que cambie la cultura de las próximas generaciones. Hay que agradecerle a esa entrevista que el vacío en la materia haya quedado perfectamente expuesto: nadie podrá decir ahora que el Estado mexicano tiene una política completa, articulada y coherente para enfrentar la corrupción.
El riesgo inminente es, por supuesto, que el defecto revelado quiera corregirse de cualquier manera; que, por ejemplo, los legisladores leales al jefe del Ejecutivo quieran lavar su honra retomando el proyecto de una Comisión Nacional Anticorrupción mal diseñada y que la fragmentación de las instituciones dedicadas a esa delicadísima materia se haga aún más grande. O peor aún, que de veras se pretenda afrontar la corrupción como un problema exclusivo de cultura, para dejar que sean las autoridades educativas las que asuman la responsabilidad de actuaen consecuencia.
En el mundo ideal, lo deseable sería que la clase política cobrara conciencia de que la reforma estructural que todavía no está planteada en México es, justamente, la que tendría que quebrar las trampas de las administraciones públicas. La reforma que siempre ha hecho falta para darle sustento a las demás: una política de rendición de cuentas, que no sólo habría de consistir en darle transparencia a las actuaciones del gobierno, sino en modificar las prácticas y los procesos que han permitido que la corrupción se cuele por todas las rendijas de las decisiones públicas. Una reforma tan difícil como laboriosa pero cuya necesidad es, hoy, mucho más urgente que en cualquier otro momento.
El Universal
José González Morfín
27 de agosto de 2014
Ha concluido un periodo legislativo de enorme relevancia para México. En los últimos meses se aprobaron diversas reformas que abren nuevas posibilidades de desarrollo y progreso para nuestro país en varios frentes. Para comprender la magnitud del cambio, es necesario subrayar cómo las reformas representan un antes y un después en aspectos clave de la relación de las instituciones del Estado con la sociedad:
En primer lugar, las reformas han permitido recuperar el poder del Estado ante intereses particulares que frenaban el avance del país. Es el caso por ejemplo de la reforma educativa, que reafirmó la rectoría plena del Estado en la educación. También las reformas en telecomunicaciones y competencia económica fortalecieron la capacidad del Estado para limitar el poder de actores económicos y promover una economía más competitiva en beneficio de los mexicanos.
En segundo lugar, las reformas han fortalecido la capacidad del Estado para implementar programas de gobierno eficaces en beneficio de la gente. En particular, la reforma hacendaria dotó al Estado de recursos para impulsar el desarrollo nacional y reducir la desigualdad. Al mismo tiempo, la reforma financiera ha abierto las puertas del crédito a más familias y empresas por parte de la banca de desarrollo y el sector financiero privado.
En tercer lugar, las reformas han reducido obstáculos que durante mucho tiempo limitaron el potencial de la economía mexicana para crecer a tasas más aceleradas. Ejemplos claros de ello son la reforma laboral, que eliminó rigideces del mercado de trabajo y abrió las puertas del empleo formal a millones de personas; la reforma en telecomunicaciones, que permitirá el avance de un sector clave para el crecimiento en el siglo XXI y, desde luego, la reforma energética, que es una de las más ambiciosas en la historia económica del país. Ésta última tiene un gran potencial, ya que detonará inversiones, atraerá tecnologías y dará a México los insumos energéticos que necesita para crecer a tasas más aceleradas.
En cuarto lugar, las reformas ayudan a construir un país más seguro con un mejor acceso a la justicia para los ciudadanos. El nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales garantiza que en todo el país la misma falta tenga la misma pena. Por su parte, la nueva Ley de Amparo fortalece el mecanismo más eficaz para evitar o corregir los abusos de los poderes públicos.
Finalmente, en quinto lugar, las reformas abren nuevas posibilidades para fortalecer la democracia. Por ejemplo, la reforma político-electoral consolida una democracia más efectiva al facilitar la relación entre poderes, fomentar la participación ciudadana y brindar mayor certidumbre, equidad y transparencia a los comicios.
Como presidente de la Cámara de Diputados este último año, ha sido un honor ser partícipe de la construcción de los acuerdos políticos necesarios para la aprobación de estas reformas. El mérito de lo alcanzado es de todas las fuerzas políticas: todas las voces fueron escuchadas, todos los argumentos atendidos, todas las diferencias procesadas en el marco de pluralidad y respeto que buscamos siempre promover en la Mesa Directiva.
Agradezco sinceramente a mis compañeras y compañeros legisladores que, con responsabilidad y compromiso institucional, me acompañaron en este encargo a lo largo de estos meses de trabajo intenso. También agradezco a los coordinadores parlamentarios por su espíritu de colaboración y diálogo. Hoy, el Congreso ha dado muestras de ser un actor capaz de transformar la pluralidad en acuerdos y transformaciones concretas en beneficio de todos los mexicanos.
Reformas: Nuevos Retos / Columna
El Informador
José González Morfín (presidente de la Cámara de Diputados)
27 de agosto de 2014
Ha concluido un periodo legislativo de enorme relevancia para México. En los últimos meses se aprobaron diversas reformas que abren nuevas posibilidades de desarrollo y progreso para nuestro país en varios frentes.
Para comprender la magnitud del cambio, es necesario subrayar cómo las reformas representan un antes y un después en aspectos clave de la relación de las instituciones del Estado con la sociedad:
En primer lugar, las reformas han permitido recuperar el poder del Estado ante intereses particulares que frenaban el avance del país. Es el caso por ejemplo de la reforma educativa, que reafirmó la rectoría plena del Estado en la educación. También las reformas en telecomunicaciones y competencia económica fortalecieron la capacidad del Estado para limitar el poder de actores económicos y promover una economía más competitiva en beneficio de los mexicanos.
En segundo lugar, las reformas han fortalecido la capacidad del Estado para implementar programas de Gobierno eficaces en beneficio de la gente. En particular, la reforma hacendaria dotó al Estado de recursos para impulsar el desarrollo nacional y reducir la desigualdad. Al mismo tiempo, la reforma financiera ha abierto las puertas del crédito a más familias y empresas por parte de la banca de desarrollo y el sector financiero privado.
En tercer lugar, las reformas han reducido obstáculos que durante mucho tiempo limitaron el potencial de la economía mexicana para crecer a tasas más aceleradas. Ejemplos claros de ello son la reforma laboral, que eliminó rigideces del mercado de trabajo y abrió las puertas del empleo formal a millones de personas; la reforma en telecomunicaciones, que permitirá el avance de un sector clave para el crecimiento en el siglo XXI y, desde luego, la reforma energética, que es una de las más ambiciosas en la historia económica del país. Esta última tiene un gran potencial, ya que detonará inversiones, atraerá tecnologías y dará a México los insumos energéticos que necesita para crecer a tasas más aceleradas.
En cuarto lugar, las reformas ayudan a construir un país más seguro con un mejor acceso a la justicia para los ciudadanos. El nuevo Código Nacional de Procedimientos Penales garantiza que en todo el país la misma falta tenga la misma pena. Por su parte, la nueva Ley de Amparo fortalece el mecanismo más eficaz para evitar o corregir los abusos de los poderes públicos.
Finalmente, en quinto lugar, las reformas abren nuevas posibilidades para fortalecer la democracia. Por ejemplo, la reforma político-electoral consolida una democracia más efectiva al facilitar la relación entre poderes, fomentar la participación ciudadana y brindar mayor certidumbre, equidad y transparencia a los comicios.
Como presidente de la Cámara de Diputados este último año, ha sido un honor ser partícipe de la construcción de los acuerdos políticos necesarios para la aprobación de estas reformas. El mérito de lo alcanzado es de todas las fuerzas políticas: todas las voces fueron escuchadas, todos los argumentos atendidos, todas las diferencias procesadas en el marco de pluralidad y respeto que buscamos siempre promover en la Mesa Directiva.
Agradezco sinceramente a mis compañeras y compañeros legisladores que, con responsabilidad y compromiso institucional, me acompañaron en este encargo a lo largo de estos meses de trabajo intenso. También agradezco a los coordinadores parlamentarios por su espíritu de colaboración y diálogo. Hoy, el Congreso ha dado muestras de ser un actor capaz de transformar la pluralidad en acuerdos y transformaciones concretas en beneficio de todos los mexicanos.
0 Comments