Fotógrafo de AP herido por “anarcos”, estable en un hospital
Animal Político
Emily Gómez
12 de junio de 2014
Marco Ugarte, corresponsal de la agencia noticiosa Associated Press en México y uno de los cinco periodistas agredidos por grupos anarquistas este martes 10 de junio durante la conmemoración del “Halconazo”, se encuentra estable en un hospital de la zona centro de la Ciudad de México.
El fotoperiodista Tiene el pómulo y la nariz fracturada en tres lugares, producto de un golpe propinado por un joven anarquista con una patineta. Los doctores esperan a que baje la inflamación para operarlo. El personal médico explicó a la esposa de Ugalde que, por milímetros estuvo en riesgo de perder el ojo izquierdo.
Ugarte fue agredido mientras el llamado “Bloque negro” grafiteaba los puestos callejeros de revistas y libros que corren a lo largo de Avenida Juárez, seguido de cerca de 50 reporteros, fotorreporteros y camarógrafos.
De acuerdo con la versión del fotógrafo, a la altura de la Alameda Central, un joven anarquista se separó de sus compañeros y, sin darse cuenta, quedó rodeado de fotógrafos, reporteros y camarógrafos, contra los cuales elevó un madero que empuñaba, logrando sólo que los representantes de la prensa se le fueran encima, a empujones e insultos. Esto provocó que el grupo de anarquistas, distante sólo algunos metros, se volcara contra los fotógrafos y camarógrafos, tundiendo al primero que tuvieron a mano.
La primera agresión a Ugarte fue un martillazo quue pudo esquivar para que no le diera en la cara, sin embargo la cámara que traía colgada en el cuello recibió el impacto y quedó destrozada. Acto seguido, vino la agresión con la patineta.
“No le encuentro sentido a que se hayan ido contra nosotros”, cuenta el comunicador chileno que de joven participó como manifestante en las movilizaciones de la oposición durante la dictadura de Augusto Pinochet. “Me duele más el orgullo que la cara por que me pregunto por qué los chavos se van contra la prensa. Soy bastante idealista y me pregunto por qué. No sé si no tienen ideales o son comprados o manejados por alguien. Se infiltran muchos para desvincular las movilizaciones. Son chavos que no tienen la menor idea”
En entrevista telefónica con Animal Político, Ugarte contó que en sus 21 años de residente en México y a pesar de cubrir los conflictos de San Salvador Atenco y del EZLN en Chiapas, la única otra ocasión en la que fue agredido en el país fue afuera de la Plaza Antara en Polanco, en 2010. En aquella ocasión Ugarte cubría una protesta del grupo Anima Naturalis que se movilizaba contra el uso de pieles en las prendas de vestir, en el marco del del Día Mundial Contra el Uso de Pieles.
Elementos de seguridad privada de la Plaza intentaron impedir que Ugarte retratara imágenes del lugar y lo lanzaron al suelo propinándole una golpiza.
“Lo bueno que estaban otros compañeros de la prensa y además de tomar fotos pudieron parar a los guardias” comenta.
Cuenta también que en el año 1982 fue torturado por el régimen chileno, recuerdos violentos que ha plasmado en el libro “Testimonio” 17 años de dictadura militar de Laberinto Ediciones.
“Por eso me dolió. Yo admiro a las nuevas generaciones. Son los que hacen el cambio. Nosotros fuimos jóvenes y vi como hicimos un cambio en Chile. Me molesta que estos jóvenes que no tienen ideales o que son pagados son vándalos, no tienen ideales ni conciencia.”
Por último, refieren Ugarte y su esposa que hasta la tarde de este miércoles 11 aún no han sido contactados por autoridades del Gobierno del Distrito Federal o del Mecanismo para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, creado por la Secretaría de Gobernación para atender casos de agresiones a comunicadores en el país.
Por su parte, la organización de defensa de la libertad de expresión Artículo 19 documentó ayer otras cuatro agresiones contra los siguientes periodistas:
*Luis Castillo, Reforma, fue golpeado y herido en el antebrazo.
*Leonardo Casas, Agencia Quadratin, le dañaron la lente de su cámara.
*Néstor Negrete, periodista freelance, sufrió heridas en el ojo izquierdo y la nariz producto de una pedrada, al intentar rescatar a Ugarte.
*Paris Martínez, reportero de Animal Político, quien recibió una patada en la pantorrilla.
Anarquistas atacan a periodistas… y viceversa (videos)
Animal Político
Paris Martínez
11 de junio de 2014
“Vamos a recordar el orden de los contingentes –se escuchó a través del altavoz, al iniciar, ayer, la 43 marcha en conmemoración de la matanza estudiantil de 1971, conocida como “Halconazo”–: primero va el Comité 68, luego San Bartolo (Ameyalco), la 28 de Octubre, organizaciones sociales y populares, después se incorporarán las organizaciones estudiantiles y, al final, irán la CNTE y el SME…” Al fondo, sin embargo, se formaba un contingente más, no aceptado entre los convocantes, el de los anarquistas, el ‘bloque negro’, integrado por cerca de 40 jóvenes, mujeres y hombres, todos encapuchados.
Los reclamos de la manifestación fueron expuestos tan pronto como comenzó su avance: “La reapertura de los procesos judiciales (por la matanza) del 10 de junio de 1971; la disolución del Cuerpo de Granaderos y la Gendarmería Nacional; juicio y castigo a Luis Echeverría Álvarez; alto a la criminalización de la protesta social, con leyes, normas y protocolos que buscan poner castigo y desalentar la protesta; libertad a los presos políticos; presentación con vida de todos los detenidos-desaparecidos; alto a la reformas estructurales; alto a la reforma educativa y en defensa de la educación pública y gratuita; por el rescate de la nación; por el rescate de la ciudad. Pedimos además la libertad absoluta de Yakiri, porque la legítima defensa es un derecho. Adelante, compañeros: a 43 años, seguimos en pie de lucha.”
La protesta partió a las 16:00 horas de la Escuela Normal Superior y avanzó en paz a lo largo de Ribera de San Cosme. Dos kilómetros más adelante, sin embargo, ya en Puente de Alvarado, ésta se quebró.
Primero fue un grafiti en la antigua escuela de cuadros del PRI-DF, una “A” de “anarquía”, y un cristalazo. Y también una rociada de spray negro a los fotógrafos y camarógrafos que se acercaron, así como limonazos tirados a resortera.
Inmediatamente después vino un coctel molotov contra la sede actual del tricolor capitaino, ubicada en la acera de enfrente, cuyas ventanas también quedaron a merced del bloque negro, que actuaba mientras el grueso de la manifestación se separaba de los disturbios.
Dos personas, desde la azotea del inmueble priista devuelven las pedradas, ríen por la seguridad que les brinda la altura, se cruzan insultos con los anarquistas, y luego se ocultan.
Unos minutos después, los anarquistas destruyeron los cristales de un Oxxo, y luego los de una estación del Metrobús.
De los 2 mil policías que custodiarían la manifestación, según lo anunciado por las autoridades capitalinas, ni uno sólo hizo presencia.
Avenida Juárez
No había suficientes limones ni suficientes resorteras para mantener a raya a los cerca de 50 reporteros, fotorreporteros y camarógrafos que se aproximaban a los jóvenes encapuchados que grafiteaban los expendios callejeros de revistas y libros que corren a lo largo de Avenida Juárez, por la que el bloque negro avanzó a las 17:40 horas, así que optaron por otra solución: esgrimir palos, tablones y patinetas para amedrentar a la prensa.
La estrategia, no obstante, perdió efectividad minutos después, cuando, a la altura de la Alameda Central, un joven anarquista se separó de sus compañeros y, sin darse cuenta, quedó rodeado de fotógrafos, reporteros y camarógrafos, contra los cuales intentó elevar el madero que empuñaba, logrando sólo que los representantes de la prensa se le fueran encima, a empujones e insultos, pero también a golpes.
Esto provocó que el grupo de anarquistas, distante sólo algunos metros, se volcara contra los fotógrafos y camarógrafos, tundiendo al primero que tuvieron a mano, al cual tiraron al suelo y patearon entre varios.
Un segundo después, el combate era de un bando contra otro. Con caídos y pateados de ambos lados.
Al menos dos fotógrafos sufrieron heridas de consideración, uno en un ojo y otro en un antebrazo, al ser golpeado con un garfio de varilla, de los empleados en albañilería para anudar alambre. Al primero, además, le rompieron la cámara de un martillazo.
El pleito a golpes no duró acaso un minuto, esto, porque la mayoría de los anarquistas desistió de continuar la gresca y, entre sí, se llamaron a la calma, pero el enojo de los periodistas no cesó –lo mismo que el de algunos manifestantes encapuchados–, así que los jaloneos e insultos mutuos siguieron durante toda avenida Juárez, y luego sobre 5 de Mayo:Si alguno de los anarquistas lanzaba una consigna, de entre los reporteros y camarógrafos surgía un “ya cállate pendejo”…
En ese momento, la prioridad periodística parecía no ser ya la totalidad de la marcha, sino el marcaje personal al contingente anarquista, que ya no pudo soltarse del cinturón de trabajadores de la prensa que los rodeaba.
–Mejor bajen sus cámaras, luego por qué se enoja la banda –lanza, en algún momento, un joven anarquista, más como amenaza que como cuestionamiento.
–Porque yo traigo una cámara y tú traes piedras, y porque yo estoy haciendo mi chamba –le espeta una fotógrafa.
Ya en el Zócalo, durante el mitin en conmemoración del Halconazo, los organizadores de la manifestación se deslindaron de los disturbios, y lejos de ellos, aunque también en la Plaza de la Constitución, los anarquistas se mantuvieron agrupados, para en bloque prender fuego a una piñata con la forma de la Copa del Mundial de Futbol, que ardió mientras los jóvenes encapuchados exhibían una manta en la que se leía “Fifa 2014, en apoyo a Brasil, ¡Muerte al Estado!”.
Luego, uno de los anarquistas pateó la piñata en llamas, hacia los fotógrafos y camarógrafos que capturaban el hecho, mientras gritaba “¡Ahí está su pinche noticia, putos!”.
Epílogo: Televisa
Empleando los hashtags #10JunioMX, #ConMéxicoNoSeJuega, #EPNVsMéxico y #NoMásPoderAlPoder, este 10 de junio, a la par de la marcha por el 43 aniversario del Halconazo, colectivos, artistas y activistas convocaron a una protesta afuera de las instalaciones de Televisa Chapultepec, en contra de las reformas del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Bajo el lema “Rescatemos la Democracia. Defendamos la Soberanía”, el objetivo de esta protesta, ante la televisora (donde se jugó fútbol y se realizaron pinturas) fue reunir a representantes de distintas luchas sociales en México, con las siguientes exigencias: suspensión inmediata de las reformas estructurales, cese a la criminalización de la protesta, debates públicos entre el presidente de la República y la ciudadanía; libertad a presos políticos y esclarecimiento de crímenes contra periodistas, activistas y defensores de derechos humanos, y transparencia en la relación entre México y Estados Unidos en temas como seguridad, energéticos, telecomunicaciones o migración.
Desde el templete, localizado a unos pasos de una de las pequeñas porterías donde un grupo de manifestantes protestó con una cascarita, un integrante del Comité 68 acusó también que “quieren que el pueblo compre la camiseta futbolera para que se olvide de los verdaderos problemas”, en alusión a que el debate de las leyes secundarias en materia energética y en telecomunicaciones en el Congreso coincidirá con la participación de la Selección de futbol en el Mundial de Brasil 2014.
Entre los convocantes a esta manifestación estuvieron John Ackerman, Gerardo Fernández Noroña (quienes estuvieron presentes en el acto), Daniel Giménez Cacho, Elena Poniatowska, Jesusa Rodríguez, Rubén Albarrán de la agrupación Café Tacvba, el escritor Paco Ignacio Taibo II, así como el Congreso Popular, el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro, el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, Morena y el comité jurídico y de derechos humanos de #YoSoy132.
El llamado “Halconazo” de 1971 fue la primera gran manifestación universitaria organizada en la capital del país, desde el 2 de octubre de 1968. En ella, un grupo paramilitar conocido como Los Halcones truncó una manifestación pacífica de más de 10 mil estudiantes, que intentaban desfila del Casco de Santo Tomás, frente a la Escuela de Economía del Politécnico Nacional, hasta la estatua de Carlos IV, en el cruzamiento de las avenidas Juárez y Reforma. El saldo exacto de muertos y heridos se desconoce hasta la fecha, pues se ha impedido el esclarecimiento de los hechos, aunque por versiones de testigos oculares, el número de muertos fluctúa entre 75 y 125, casi todos llevados al Campo Militar Número Uno, al decir de los informantes. Los heridos pasaron de 300, algunos en gravísimo estado.
Tras amenaza, brindan seguridad a periodista
La Jornada Nacional
12 de junio de 2014
Eirinet Gómez
El periodista Raymundo León y su familia fueron puestos bajo protocolos de seguridad, luego de recibir amenazas contra su integridad física. La mañana del miércoles, el reportero del Diario de Xalapa y columnista en varios medios regionales, acudió ante la Comisión Estatal de Atención y Protección de Periodistas para interponer una queja, luego de que un día antes su esposa fue abordada por desconocidos, que la mantuvieron retenida por un par de horas, y después liberaron, dejándole un mensaje intimidatorio para el comunicador. Después de evaluar la situación, la Comisión Estatal de Atención y Protección de Periodistas decidió activar para Raymundo León y su familia, un protocolo de seguridad, en tanto se realiza una investigación.
Documentan agresiones contra periodistas; “volverán a ser abatidos”, aseguran anarquistas
Homo Zapping
11 junio de 2014
Marco Ugarte
Marco Ugarte, fotógrafo de AP agredido con un martillo durante la conmemoración del 43 aniversario del “Halconazo”.
Foto: AP / Moisés Castillo
Cinco periodistas fueron agredidos por anarquistas durante la marcha del 43 aniversario del “Halconazo”, realizada el pasado miércoles 10, según documentaron las organizaciones Artículo 19 y Red Rompe El Miedo.
A través de un comunicado publicado por Artículo 19, se dio a conocer que las personas agredidas fueron el fotoperiodista Marco Ugalde, de la agencia AP, quien fue golpeado con un martillo; Néstor Negrete, periodista independiente, quien sufrió heridas en el ojo izquierdo y la nariz, tras recibir una pedrada al intentar rescatar a Ugalde; el reportero de Animal Político, Paris Martínez, que recibió una patada en la pantorrilla; Luis Castillo del diario Reforma, quien fue golpeado y herido en el antebrazo y Leonardo Casas de la agencia Quadratin, a quien dañaron la lente de su cámara.
Las agresiones se realizaron mientras los periodistas intentaban documentar los actos de un grupo de aproximadamente 50 personas encapuchadas y vestidas de civil, que realizaban pintas en negocios ubicados sobre la avenida Juárez, frente al Palacio de Bellas Artes.
De acuerdo con el comunicado de Artículo 19 “la inacción de los policías de la Ciudad de México” fue una de las razones por las que se pudieron dar las agresiones. Por lo mismo, exigieron a la policía capitalina adoptar las medidas necesarias que garanticen la seguridad de los comunicadores, así como la protección del derecho a la libertad de expresión en contextos de manifestaciones o protestas públicas.
Finalmente, la organización remarcó que estas agresiones vulneran la libertad de expresión y atentan contra el derecho a la información.
Anarquistas reviran: “seguirán siendo abatidos”.
A través de un comunicado publicado en la página de Facebook Bloque Anarko Sur, los presuntos anarquistas que agredieron a los reporteros durante la marcha conmemorativa del 43 aniversario del “Halconazo” justificaron sus acciones y aseguraron que los periodistas “seguirán siendo abatidos”.
“Dentro de su irresponsabilidad, la prensa tanto independiente como dependiente llegaron a encapsular, por error o intencionadamente a los compañeros que se encontraban plasmando sus ideas en los muros de propiedad corporativa. Fueron encapsulados por la misma prensa,
al mismo tiempo que los policías de civil ingresaron al espacio con objeto de agredir o arrestar a los compañeros, dentro del conato la prensa fue agredida, pues algunos de ellos arrastraban al compañero no sabemos a donde, lo que nos hace cuestionarnos ¿Para quienes trabajan? (sic)”, dice el inicio del comunicado.
Justificaron incluso la agresión al fotógrafo de AP, Marco Ugarte (quien fue golpeado con un martillo), diciendo que “hicieron uso de la fuerza para impedir otra de las acostumbradas arbitrariedades del estado o la irresponsabilidad del lumpenproletariado que sigue replicando la estigmatización que ejecuta el poder mediático y creyéndoselo incondicionalmente (sic)”.
Los anarquistas aseguran que la mitad de los reporteros atacados “trabajan para el estado y sus medios”, sobre todo los que “utilizan cámaras que se miran costosas (sic)”. Debido a lo anterior, el grupo advierte a la prensa independiente que “sean responsables con sus formaciones y presencias, llegan los momentos en que resultan ser un tanto estorbosos para realizar la acción directa, no tomen fotografías directo a la cara de los encapuchados ni de cerca. Eviten malentendidos con nuestros compañeros” (sic).
El comunicado firmado por 12 supuestas organizaciones anarquistas concluye aseverando que “En los tiempos de villa y zapata no tenían cámaras, tenían huevos. Menos flashes, más pedradas”.
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