La Crónica de Hoy Jalisco
29 de abril de 2014
Sergio René de Dios Corona
La formación de los periodistas latinoamericanos fue una de las preocupaciones centrales de Gabriel García Márquez. Esa preocupación lo condujo a crear la Fundación para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, que desde los años 90 ha organizado numerosas actividades formativas como son cursos, sesiones de chats, talleres y seminarios, en las que hemos participado miles de reporteros, editores, fotógrafos y columnistas.
En una casa situada en el centro histórico de Cartagena de Indias, Colombia, se abrieron las oficinas de la Fundación, ahora llamada Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano. En los salones de la vieja ciudad, que recrea el premio Nobel en su novela “El amor en tiempos del cólera”, se reúnen en cada curso decenas de periodistas de distintos países, que conviven durante una semana albergados en la zona turística de la ciudad, frente al cálido mar Caribe. Ahí han dirigido talleres lo mismo el periodista colombiano Javier Darío Restrepo que el reportero estadounidense Jon Lee Anderson, en una larga lista de profesionales que comparten sus experiencias.
El periodismo en América Latina tiene la influencia cercana de García Márquez en por lo menos dos vertientes: como el modelo por excelencia de quien ejerció la profesión de informar y alcanzó la cúspide como escritor, de lo cual dejó su valiosa obra, y como promotor de la formación del gremio para “estimular las vocaciones, la ética y la buena narración en el periodismo”. Dirigida por Jaime Abello, la Fundación ha cumplido con creces sus propósitos.
Decenas de periodistas mexicanos hemos acudido como alumnos a la Fundación, entre ellos de Guadalajara. Gracias a las becas y al apoyo de algunos medios, logramos salir de la agenda noticiosa diaria para aprender de expertos como Alma Guillermoprieto o Miguel Ángel Bastenier, por mencionar sólo a dos. El legado de García Márquez, pues, no se restringe a la literatura. Su muerte enlutó no únicamente a sus lectores o seguidores sino también a miles de periodistas latinoamericanos que lamentamos la pérdida de quien hizo del periodismo y la literatura la pasión de su vida. Hoy, continuamos acongojados por su partida.
-Agresiones
Homo Zapping
Jenaro Villamil
29 de abril del 2014
El abogado penalista Juan de Dios Castro, de larga trayectoria panista y polémico ex subprocurador de Derechos Humanos durante el gobierno de Felipe Calderón, cuando ocurrieron el mayor número de matanzas y amenazas a activistas y reporteros, fue propuesto por el gobierno de Enrique Peña Nieto para ocupar por 10 años el cargo vacante de magistrado en el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa (TFJA).
La propuesta de Juan de Dios Castro llegó y se analiza en las comisiones dictaminadoras del Senado, junto con la de Alejandro Raúl Hinojosa Islas para ocupar la plaza vacante en la sala regional del mismo tribunal. A Castro se le recuerda entre las organizaciones no gubernamentales y defensoras de la libertad de prensa por su polémico papel en el caso de las locutoras de origen trique Felícitas Martínez Sánchez y Teresa Bautista Flores, de la radio comunitaria “La Voz que Rompe el Silencio”.
Ambas locutoras indígenas fueron asesinadas en abril de 2008. En una reunión pública, sostenida con representantes de Reporteros Sin Fronteras, Internacional Press Institute, la Asociación Mundial de Radios Comunitarias, la Sociedad Interamericana de Prensa, entre otras, Castro minimizó el caso. “No eran más que amas de casa. ¿O acaso tenían contrato como periodistas?” afirmó el entonces subprocurador, levantando la indignación de los presentes, en especial, de Aleida Calleja, dirigente de la AMARC.
“No veo, licenciado Castro, por qué nos trata como si fuéramos enemigos del Estado”, le reprochó Calleja después de una larga explicación sobre la situación de las radios comunitarias en México. “¡Usted sí! Usted es enemiga del Estado por las afirmaciones que hace!”, le recriminó Juan de Dios Castro a Calleja.
El episodio provocó la indignación de representantes de organizaciones como Artículo 19, encabezada por Darío Ramírez, presente en esa reunión. Durante su comparecencia ante los senadores, Dolores Padierna, del PRD, le recordó este episodio, pero el abogado negó que él hubiera justificado la muerte de las dos locutoras indígenas. “Usted falta a la verdad”, le reviró Juan de Dios Castro a Padierna.
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