Por: Ana Vicencio
En 2010 los periodistas de Jalisco se enfrentaron a situaciones más violentas que años anteriores. La cobertura de noticias sobre asesinatos y enfrentamientos del crimen organizado se volvió una constante en todos los diarios y, para los periodistas, un factor de riesgo. Fabián Ramírez Flores publica en el Informe de Medios 2010 el artículo “La cobertura de la (in)seguridad pública en la prensa local”.
El aumento de hechos violentos en el estado incrementó la preocupación de los periodistas por recibir mayor protección. Para Fabián Ramírez, además de la insistencia a las autoridades en este sentido, hace falta que las empresas mediáticas evalúen los mecanismos de protección que ofrecen a sus propios periodistas.
Ramírez centra su análisis en entrevistas a periodistas de El Informador y Mural. En el caso de El Informador, Jorge Verea, coordinador editorial, considera un mecanismo de protección el hecho de que en su diario las notas no se firmen por los reporteros. Esta medida comenzó a repetirse con frecuencia en algunas notas de Mural y Público para evitar que criminales tomaran represalias contra sus reporteros por la información que pudieran difundir.
A opinión de Sergio René de Dios, periodista y colaborador de El Informador, muchos empresarios propietarios de medios no se han interesado por la seguridad y las condiciones laborales de sus reporteros. En contraste, periodistas de El Informador y Mural dicen sentirse protegidos por su empresa. Grupo Reforma, por ejemplo, elaboró un manual con lineamientos para evitar riesgos y reaccionar en contingencias, y tiene como política no entablar relación con sus fuentes.
Desde una postura crítica, Alejandro Cabanillas, jefe de información en El Informador, reconoce que aunque se alienta a sus reporteros a tener conciencia sobre los hechos de violencia y seguridad, aún se puede dar más capacitación y tomar más medidas de protección.
Ramírez hace una interesante observación en cuanto al tratamiento de información relativa a la violencia: ésta se limita a dar cuenta de los acontecimientos y describirlos, pero no explica el porqué de los hechos. Periodistas de El Informador y Mural afirman que en sus diarios procuran dar información preventiva que pueda ayudar a las personas a tomar las mejores decisiones y alejarse de los hechos de violencia. El Informador, sin embargo, tiene una política clara para no generar un clima de terror. A diferencia de Mural, éste no realiza investigación sobre temas relacionados con el narcotráfico y no publica en sus portadas las acciones de la delincuencia organizada.
Ciertamente la violencia en Jalisco no se ha propagado tanto como el norte en el país. Los periodistas entrevistados por Fabián Ramírez consideran que en el estado no ha habido agresiones directas contra reporteros, a excepción de la amenaza a tres periodistas cuyos nombres se escribieron junto a unas cabezas de cerdo. El problema en el estado es la falta de cohesión y solidaridad en el gremio para pronunciarse en contra de la violencia y exigir al gobierno que se le proteja y garantice mayor seguridad.
Preocupa a Ramírez, de manera particular, que los medios contagien a los ciudadanos con el mensaje del Gobierno Federal en un sexenio que se ha caracterizado por legitimar los “daños colaterales” en su lucha contra el narcotráfico y, que hasta 2010, había dejado 55 comunicadores asesinados.
Para leer el artículo completo consulta el Informe de Medios 2010 en esta página.
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