29 de noviembre – Mural
Pedro Mellado
El cacique de la Universidad de Guadalajara anda urgido de dinero contante y sonante, en efectivo, líquido, que se pueda manejar en forma discrecional, para llevar adelante la construcción del mausoleo cultural que perpetuará su memoria (como en la esplendorosa Roma de los césares), el Centro Cultural Universitario (CCU), que en una proyección conservadora podría llegar a costar casi 3 mil millones de pesos.
Esa sería la razón por la cual el Consejo General Universitario, que el ex Rector (1989-1995) Raúl Padilla López controla y manipula con mano férrea, habría decidido el pasado viernes 26 de noviembre rechazar la oferta que le hizo el gobierno estatal de entregarle 420 millones de pesos adicionales, de los cuales la mitad serían aportados en especie, es decir en obras materiales perfectamente etiquetadas y dirigidas a la construcción de instalaciones educativas.
La cofradía dorada que desde hace 21 años tiene secuestrada a la UdeG, encabezada por Padilla López, sostiene un prolongado diferendo por razones presupuestales con el Gobierno estatal panista que encabeza Emilio González Márquez. Desde marzo pasado las autoridades universitarias empezaron a exigir una ampliación presupuestal por 520 millones de pesos, que después se transformaron en 701 millones de pesos, de un presunto adeudo por cuotas que la Administración estatal debería aportar en forma proporcional a partidas federales adicionales, para programas de carácter académico, obtenidas por la institución educativa desde hace por lo menos dos años.
El Gobierno estatal se niega a ceder a las presiones de la camarilla que responde a los intereses del cacique, con el razonable argumento de que sólo está dispuesto a ampliar el subsidio cuando se garantice que el dinero del pueblo se aplicará para incrementar la matrícula de estudiantes, mejorar las instalaciones y aumentar los raquíticos salarios de profesores e investigadores, y no para financiar los negocios de la burguesía dorada que tiene secuestrada a la institución educativa.
La actual obsesión de “El Licenciado”, como también se conoce al cacique, es el CCU, que incluiría edificios de viviendas y oficinas, hoteles, centros comerciales, parques temáticos, un Conjunto de Artes Escénicas, el Auditorio Metropolitano y la Biblioteca Pública del Estado, obra que en el 2003 se presupuestó en 850 millones de pesos, y que en el 2010 podría representar una inversión de casi 3 mil millones de pesos.
El pasado viernes 29 de octubre, Padilla López, presidente del Fideicomiso del Centro Cultural, anunció oficialmente el comienzo de las obras del Conjunto de Artes Escénicas, que tendrá un costo de 460 millones de pesos. Dos días antes, el miércoles 27 de octubre, enfundado en su traje de presidente de la Feria Internacional del Libro, Raúl dijo que durante este evento se iniciarían las transmisiones del nuevo canal de televisión de la UdeG, cuyo costo de instalaciones y operaciones la institución se ha negado a revelar.
“El Licenciado” maneja en forma personalísima por lo menos 18 negocios de la UdeG, entre teatros, promotoras de espectáculos, administradoras de antros, hoteles y hasta un club deportivo. Para ello requiere el manejo discrecional de muchísimos recursos.
Eso explica su frenética exigencia al Gobierno estatal de 701 millones de pesos en efectivo, adicionales a los 7 mil 654 millones 709 mil 631 pesos presupuestados para la Universidad de Guadalajara en el 2010.
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