Por Javier Tejado Dondé

(29-Jun-2010).- Países con un desarrollo económico estable han desplegado avanzadas políticas públicas para su sector comunicaciones, ya que este sector se caracteriza por ser un motor del crecimiento. Tan sólo en México el PIB del sector telecomunicaciones crece 5 veces por encima del nacional.

Durante los últimos días algunas voces que se oponían a cualquier modelo de licitación ahora cuestionan el resultado que las pujas económicas van arrojando. Para iniciar habría que decir que, si bien la Cofetel tiene un sistema en internet para saber en cuánto se está incrementando el valor del espectro -en cada una de las nueve regiones en que el País está dividido-, no señala cuáles son las empresas que van haciendo las propuestas económicas. Así que las críticas tienen que provenir de operadores que saben que no está avanzando su interés o que pretenden evitar la llegada de más competencia.

Por lo que respecta a los límites de acumulación de espectro que fijó la CFC, hace meses, es claro que la idea era beneficiar una mayor competencia y que entrasen al mercado de telefonía móvil hasta dos nuevos operadores. Desafortunadamente, dada la inseguridad regulatoria que se vive en el País (y así se lo dijeron a las autoridades que buscaron en China, India y los Estados Unidos inversionistas), no llegó ningún nuevo operador extranjero a las licitaciones. Y, en el ámbito nacional, por una mala previsión Axtel-Avantel quedó descalificada al integrar erróneamente su información.

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