A los mexicanos poco nos ha importado la protección y el tratamiento de datos personales que hoy forman parte esencial de nuestra privacidad. Hemos avanzado en transparencia, acceso a la información y rendición de cuentas, pero no en la defensa de la privacidad de los ciudadanos. No ha sido hasta hoy un valor a proteger. Nos encontramos vulnerables a la violación de nuestra información personal, la cual queda expuesta potencialmente a cualquier delito o persecución, e incluso a vigilancia político policial.
La investigación publicada hoy por EL UNIVERSAL indigna. Los datos personales de los mexicanos, obtenidos a través de trámites diversos como la obtención de la credencial de elector, el registro vehicular, las licencias de conducir, entre otros, están a la venta al mejor postor en el barrio de Tepito, donde por 12 mil dólares —monto que sólo el crimen organizado puede pagar— se pueden adquirir tres memorias externas que despliegan toda la información, incluidas fotografías, dirección o tipo de vehículo.
Nota completa: El Universal – Columnas.
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