Yanet Aguilar Sosa / El Universal
Editores que publican con subvenciones estatales y provinciales, escritores contratados por casas editoriales con apoyos financieros superiores a 15% y traductores a quienes les pagan 18 centavos por palabra, parece ser el paraíso para la industria editorial.
La delegación mexicana invitada al Salón Internacional del Libro que recién fue inaugurado con un protocolo en el que, como es costumbre, el listón fue cortado por el representante de una nación francófona, en este caso, de Haití, ha sido testigo del eficiente modelo que siguen los editores de Quebec.
Nota completa: Quebec, un modelo del fomento editorial – El Universal – Cultura.
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