Luis Soto / El Financiero
A propósito de la obligación legal de dar de alta los teléfonos celulares en el Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut) antes del sábado 10 de abril próximo para que no sea cancelado el servicio, ¿alguien se ha puesto a pensar que, después de esa fecha, los aparatos que continúen en uso se convertirán en el oscuro objeto del deseo de la delincuencia organizada y desorganizada?
En estos días previos a la entrada en vigor de la medida, cualquier persona puede sacar su celular en cualquier sitio, a la vista de todo el mundo, y salvo que el aparato sea de oro sólido o tenga incrustaciones de diamantes, nadie va a tomarse el trabajo de perpetrar un asalto para quedarse con un adminículo que vale, cuando mucho, mil 500 o dos mil pesos (eso cuestan los celulares comunes y corrientes, los que usan los jodidos de los que habló el buen “Vasco”, no los que utiliza la gente bonita).
Nota en: El Financiero :: Hemeroteca Virtual.
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