Ciro Gómez Leyva / Milenio
Un reportero y un camarógrafo de MILENIO Televisión fueron levantados ayer al mediodía en Reynosa. Llevaban cuatro días como enviados (yo los envié), sus trabajos estuvieron en nuestra pantalla el lunes y martes. Esta vez los sicarios fueron piadosos, los dejaron vivir. Tomaron el primer vuelo de regreso. Charlamos con los dos a las nueve de la noche, en mi oficina. Están también Carlos Marín y Roberto López. Sobrecogedor testimonio. Están lastimados. Deciden que no se sepa más, que no se cuente más, nada más. Acatamos, porque el mensaje de los criminales fue claro: “No nos vengan a calentar la plaza”. Cada vez en más regiones de México es imposible hacer periodismo. El periodismo está muerto en Reynosa y un largo etcétera. No tengo nada más que decir
Nota completa: Dos reporteros de MILENIO: el día que el periodismo murió | Ediciones Impresas Milenio.
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