Fareed Zakaria / El Universal
Hacia el final de su calvario de 118 días en la prisión Evin de Teherán, el reportero de Newsweek, Maziar Bahari, tuvo un diálogo bizarro con su interrogador. Bahari estuvo en confinamiento solitario desde que fue arrestado, tras las polémicas elecciones presidenciales de junio; fue sometido a golpizas e interrogatorios prácticamente diarios, en sesiones que se alargaban por horas. Pero sus carceleros no pudieron demostrar sus acusaciones de que Bahari trabajaba como espía de las agencias de inteligencia occidentales. Así que levantaron una nueva y siniestra acusación en su contra: “Espionaje mediático”.
Nota completa: El Universal – Columnas.
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