Rogelio Varela / El Financiero
Ya le había comentado que varios concesionarios han optado por acudir a la vía legal para acceder al espectro, toda vez que los reguladores han impuesto topes que a la postre podrían modificar la correlación de fuerzas en el negocio de telefonía inalámbrica e Internet de banda ancha.
Para muchos el proceso refleja que la autoridad está rebasada, pues varias concesiones están en total indefinición en lo que se refiere al refrendo, pero al mismo tiempo los topes les ponen un freno para pujar en la subasta de las frecuencias de 1.9 GHz y 1.7-2.1 GHz.
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