Por Luis Hernández Navarro / La Jornada
Detrás de algunas radios que se dicen comunitarias” opera el crimen organizado, mientras que otras llaman a la “subversión”. Eso asegura Xavier Abreu Sierra, nuevo director general de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CNDI). Por ello, afirma, “tenemos que monitorear que la programación sea al servicio de la comunidad”. Cuando los periodistas le preguntaron qué pruebas tenía de sus acusaciones, el funcionario panista le dio la vuelta. “Si quiere pruebas no le voy a decir –respondió–, porque es información reservada de la Secretaría de Gobernación.” Desde hace un par de años al menos, las radios comunitarias indígenas en diversos estados del país han sido hostigadas por el gobierno federal. Algunos de sus integrantes fueron asesinados, otros llevados a la cárcel y varias estaciones desmanteladas. Está en marcha una política que busca impedir que los pueblos indios cuenten con sus propios medios de comunicación. En septiembre de 2008, elementos de la Policía Federal Preventiva catearon y desmantelaron una veintena de radiodifusoras en Juchitán, Tehuantepec y Salina Cruz. En agosto de 2008, diversos cuerpos policiacos saquearon Radio Eiámpti y Radio Uékakua, en Michoacán. La Jornada informó del trato de delincuentes que se ha dado a los promotores de Radio Tierra y Libertad en Monterrey.
Nota completa en: www.jornada.unam.mx/2010/01/19/index.php?section=opinion&article=015a2pol
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