Las agresiones de elementos de seguridad pública contra comunicadores en el estado de Chihuahua, al norte de México, continúan aumentando de manera tal que en la última semana se registraron al menos cinco incidentes de este tipo. El caso más reciente fue el de Daniel Adrián García Villalba y Filiberto Ortiz Vázquez, reportero y jefe de información, respectivamente, del diario El Observador, quienes luego de ser golpeados mientras intentaban realizar su trabajo, fueron arrestados por elementos de la Dirección de Seguridad Pública municipal de Chihuahu
Los hechos se registraron la madrugada del domingo 14 de junio, cuando los comunicadores cubrían un enfrentamiento entre vecinos de la colonia Martín López y los policías municipales, informó García Villalba.
Previamente, en el lugar se había registrado un enfrentamiento a pedradas entre pandilleros, del que algunas viviendas resultaron dañadas por lo que los lugareños pidieron auxilio a la policía. Los uniformados, sin embargo, llegaron casi una hora después de que se pedía su presencia, lo que provocó el enojo de los vecino
Ante el reclamo de varios ciudadanos, los policías respondieron a golpes. Los periodistas captaron con sus cámaras la agresión, pero al percatarse de esto los uniformados se fueron esta vez contra ello
“Nos insultaron, nos quitaron las cámaras, nos esposaron y nos subieron en un auto; en el camino nos pasaron a otro vehículo. Nos pasearon como una hora y luego nos llevaron a la prisión del sur. Nos encerraron y delante de nosotros borraron la memoria de nuestras cámaras”, narró García Villalba.
Los periodistas fueron liberados cuatro horas después de su aprehensión, luego de pagar una multa de 300 pesos y recibir la advertencia de no intentar nada contra los agentes Por estos hechos, los periodistas interpusieron una queja ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos y la oficina de Asuntos Internos de la Policía Municipal.
Por otro lado, la noche del jueves 11 de junio, en Ciudad Juárez, un grupo de militares impidió a Gabriela Téllez, reportera del canal 44 de la televisión local, y el camarógrafo que la acompañaba, realizar la cobertura sobre un grupo de heridos durante un ataque a un motel de la localidad. Los soldados empujaron a los comunicadores para impedirles acercarse a la escena y captar imágenes de los hechos, mientras que policías municipales interrogaban a los reporteros, tomaban fotografías y grababan en video las matrículas de sus vehículos.
El fin de semana otro camarógrafo del canal 2 de la empresa Televisa que filmaba desde una azotea las excavaciones que en busca de restos humanos realizaban las autoridades en una vivienda del fraccionamiento La Raza, en la misma Ciudad Juárez, fue sometido y arrastrado por policías ministeriales quienes lo bajaron de lo alto de la propiedad, pese a que no violaba el acordonamiento que se realizó en la zona.
Los hechos fueron captados por una cámara instalada en el mástil de la antena de transmisión de otra televisora, la cual grabó los maltratos de que fue objeto el periodista.
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