Por Rubén Alonso / Grupo Multimedios

El ejercicio periodístico exige, además de principios profesionales para su labor, de referencias éticas que guíen la labor. Son complementarias. No se pueden dar una sin la otra. Sin embargo, las primeras son heterónomas porque surgen y se imponen desde fuera de la propia persona que se incorpora al ejercicio profesional para que sea tal; lo segundo, las éticas, son autónomas, pues se auto imponen, surgen de la propia persona de acuerdo con las exigencias de su entorno, y pueden ser colectivas en la medida que el grupo de profesionales las desarrolla y exponen públicamente como una guía de referencia y compromiso frente a sus interlocutores, ya sean lectores, radioescuchas, televidentes, internautas.

En momentos particulares, como una emergencia epidemiológica, las exigencias profesionales de un comunicador (en el cual están los periodistas), ofrecen la garantía de un trabajo y producto de información (noticias y opiniones) de calidad: buscar, verificar, contrastar datos para elaborar noticias; identificar, buscar, atender fuentes confiables y apropiadas que proporcionen datos e información sobre el tema y asunto que será insumo para confeccionar noticias; dimensionar y ubicar la novedad y actualidad de la información que se genera, etcétera, es parte de ello.

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