AL TIRO
Saldo blanco
Paco Navarrete
30 Oct. 08
Ya difundieron las cifras de los premios Mtv en esta Ciudad. Anunció la Secretaría de Turismo que la insulsa ceremonia “generó una derrama” (así les encanta decir) de 10 millones de pesos de manera directa, es decir, de peso sobre peso y gastado, más que nada, en hoteles, transporte y tortas ahogadas, qué más podría ser.
¿Eso es poco o mucho? Depende…
Recordarán ustedes que el Gobierno del Estado gastó 2 millones de dólares para “patrocinar” el evento. O con otras palabras, se los dio a la televisora para que se dignara a traer su música para este rancho. Veintiún millones de pesos de los de entonces, casi veintiocho kilos de estos aciagos días.
Así que, con mentalidad poquitera, que es la que hubiera primado en nuestros líderes si su espíritu fuera en verdad jalisquillo y sobre todo si el dinero que gastaron fuera de ellos, podríamos afirmar que de haberle soltado a los hoteleros y prestadores de servicios un milloncete de revaluados dólares se habría generado exactamente la misma “derrama” y además nos habríamos ahorrado la mitad del billete.
Qué listos.
Así que se gastó el doble de lo que ingresó, cuando los mismos hoteleros habían calculado que iban a ingresar 30 millones de pesos. Entonces, ¿fue un éxito o un fracaso? Bueno, depende. Siempre que se trata de gastar el dinero ajeno -perdón, de invertirlo-, lo funcionarios son muy quisquillosos a la hora de evaluar los resultados. Cuando las cifras indican que se acabó perdiendo dinero -es decir, casi siempre-, sacan a colación términos vagos como “promoción mediática”: todos los gastos en medios de información, así sean cochupos para los dueños de éstos, sirven para promocionarnos, dicen, como aquel infame llamado “Espacio”…
Claro que sirven para promocionarlos, aunque no sé para qué, más allá de la posibilidad de una vil diputación. Porque para promover al Estado no sé qué tanto funcione, cuando la mayor presencia en los medios la tiene el crimen organizado, con todas sus exóticas y coloridas variantes.
En fin, que todas las cifras hasta ahora anotadas se ven muy desangeladas así, a cuero pelón, por lo que las autoridades vieron la necesidad de echar mano de mi concepto económico favorito: la contabilidad creativa. Ya saben ustedes, cuando las cifras no reflejan suficiente optimismo, hay que darles una manita de gato para que la economía se convierta en una pachanga playera.
Sin embargo, a pesar de su nombre rimbombante, no crean que es un concepto novedoso, sofisticado o difícil de aprender. Por ejemplo, los kilos de 800 gramos de cualquier abarrotera son el ejemplo más perfecto de la contabilidad creativa. Los “litros” de cualquier gasolinera, igual. Y por desgracia, la marejada económica de cientos de metros de altura que azota al planeta entero es consecuencia también de tanta contabilidad creativa, así como de la ineptitud y la corrupción de los encargados de frenarla.
¿Por qué tanto rodeo? Por la segunda parte del informe. Para que no se piense -o peor aún, se diga- que la gestión de los premios Mtv fue ooootro fracaso de los gobernantes estatales, se nos informa que éstos generaron una derrama -¿no les digo?- de 15 millones de pesos… de manera indirecta. ¿Qué quiere decir “indirecta”? Pues eso, que no se gastaron cara a cara, frente a frente, sino a las caiditas y de forma muuuuy oscura. O algo así. Es decir, sepa.
Eso es lo bonito de la contabilidad creativa: que es como el cuento aquel del traje nuevo del emperador. Nadie pregunta a qué se refiere el dichoso concepto, por evitarse la pena de pasar por ignorante. Cuantimás que exactamente en las mismas fechas se celebró la muy concurrida Expo Joya… que atrae a cientos de visitantes del País y el extranjero, y no vienen “patrocinados”; al contrario, vienen a gastar cientos o miles de dólares de manera directa e indirecta. Así que imposible de diferenciar la “derrama” generada por la fiesta de bobos de la generada por la fiesta de joyas… o la degenerada en los antros de table dance, que tan solicitados son en cada expo, sobre todo la ferretera. Y éstos sin patrocinio alguno.
Pa’ que aprendan.
Fuente: periódico Mural
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